(Ernie Mundell- HealthDay News) -- El mercado del cannabidiol (CBD) y otros productos derivados de la planta de cáñamo está ahora muy abierto en Estados Unidos, pero eso podría suponer un peligro para los consumidores, advierten los autores de un nuevo informe.
Es posible que muchas personas no se den cuenta, pero existe un mercado en gran medida legal para los productos derivados del cáñamo, que tiene un contenido mucho más bajo del ingrediente activo que se encuentra en la planta de cannabis, delta-9-tetrahidrocannabinol (más conocido como THC).
Este mercado legal surgió después de que la Ley Agrícola de 2018 eliminara los cannabinoides derivados del cáñamo de la Ley Federal de Sustancias Controladas.
Estos productos de cáñamo se definen como aquellos que contienen menos del 0,3 por ciento de THC.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Michigan encontró que los consumidores aprovecharon rápidamente la legislación.
Además, “aunque la eliminación de la lista de los productos de cáñamo abrió inicialmente el mercado para los productos de CBD, también se aplica a los más de 100 cannabinoides que también se encuentran en la planta”, anotó el autor principal del estudio, Kevin Boehnke.
“Eso significa que, al igual que con el CBD, todos ellos pueden seguir ese mismo camino y venderse en las gasolineras, como ingredientes de los cosméticos, además de en los dispensarios, y es probable que haya una proliferación sustancial de algunos de estos compuestos”, dijo Boehnke en un comunicado de prensa de la universidad. Es profesor asistente de investigación de anestesiología en la universidad, donde trabaja en el Centro de Investigación de Dolor Crónico y Fatiga.
¿Qué tan populares se han vuelto los productos a base de cáñamo?
Para averiguarlo, el equipo de Michigan analizó datos de 2023 de una muestra representativa de casi 1,200 adultos, encuestados por el Centro Nacional de Investigación de Opinión.
Los productos típicos derivados del cáñamo incluyen los que contienen CBD, Delta 8-THC, cannabigerol (CBG) y cannabinol (CBN), explicaron los investigadores.
La encuesta reveló que, si bien el 72% de los participantes había oído hablar del CBD, menos habían oído hablar del delta-8-THC (41%), el CBG (18%) o el CBN (17%).
En la misma línea, un 21 por ciento dijeron que habían usado CBD en el año anterior, en comparación con un 12 por ciento para el delta-8-THC, un 5 por ciento para el CBG y un 4 por ciento para el CBN, dijo el grupo de Boehnke.
El nuevo estudio aparece en la edición del 13 de diciembre de la revista JAMA Network Open.
El estudio también encontró que si los encuestados vivían en un estado donde el uso de marihuana medicinal o recreativa seguía siendo ilegal, era más probable que usaran productos legales derivados del cáñamo.
Eso es preocupante, dijo Boehnke, ya que estos productos se enfrentan a muy poca regulación o supervisión de la seguridad. Algunos pueden contener pesticidas o solventes peligrosos, o incluso pueden no contener los ingredientes que se enumeran en sus etiquetas.
“A las personas con afecciones médicas no solo se les venden productos con efectos terapéuticos inciertos, sino que estos productos pueden contener contaminantes que son dañinos”, advirtió Boehnke. También señaló que algunos de los productos producen efectos no muy diferentes a los de la marihuana estándar.
"El delta-8-THC [un producto de cáñamo] supuestamente tiene efectos bastante similares al delta-9-THC (más conocido como THC)", dijo. "En otras palabras, hay un vacío legal en el que las personas en los estados sin cannabis legal pueden drogarse legalmente con delta-8-THC. Tiene sentido entonces que las personas que no tienen acceso a los mercados regulados sean más propensas a utilizarlo".
Más información
Para obtener más información sobre los productos derivados del cáñamo puedes consultar nystate.gov
FUENTE: Universidad de Michigan, comunicado de prensa, 13 de diciembre de 2023