Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados ayuda a prevenir el riesgo de demencia

La evidencia científica revela que la ingesta excesiva de productos industriales con altos niveles de sodio, azúcares, grasas y conservantes es perjudicial para la salud cerebral de adultos

Comer alimentos ultraprocesados y comida rápida incrementa la probabilidad de sufrir demencia (Getty Images)

La popular frase “eres lo que comes” es perfecta para describir el vínculo que existe entre la alimentación y la salud cerebral porque los hábitos alimenticios diarios pueden ser un factor clave en la prevención de la demencia y el deterioro cognitivo, tal como indica la Academia Americana de Neurología (AAN).

Esta sociedad profesional de Estados Unidos, compuesta por más de 40 mil neurólogos y neurocientíficos, plantea que así como existen ciertos alimentos y bebidas que podrían proteger las funciones cognitivas tales como las frutas, los vegetales, las legumbres y el té; otros opciones dietéticas pueden aumentar el riesgo de sufrir demencia como es el caso de los alimentos ultraprocesados.

Demencia y deterioro cognitivo

El deterioro cognitivo debido a una dieta inflamatoria no sólo puede afectar a los adultos mayores sino también a personas de la mediana edad (Shutterstock)

La demencia describe un conjunto de síntomas que inciden de forma significativa en la salud cerebral y, por ende, en el deterioro cognitivo, es decir, la memoria, el pensamiento y la capacidad de interacción social, lo que puede llegar a afectar la vida cotidiana de quien la padece. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad existen más de 55 millones de personas con demencia en todo el mundo.

Por un lado, es esencial entender que la pérdida de memoria por sí sola no es indicativa de demencia, aunque frecuentemente se asocia a esta condición como uno de los primeros signos de deterioro cognitivo. Por otro lado, la enfermedad de Alzheimer se posiciona como la forma más común de demencia y representa hasta el 70% de casos de demencia en general.

Mientras en algunos escenarios, los síntomas de deterioro cognitivo pueden ser mitigados o revertidos, en otros, como en el Alzheimer y otros tipos de demencia degenerativa, el enfoque suele ser paliativo y de apoyo. Las estrategias de tratamiento y atención para las personas con demencia se centran en la mejora de la calidad de vida y el apoyo a familiares y cuidadores.

Los estudios sobre ultraprocesados y deterioro cognitivo

Los alimentos ultraprocesados producen inflamación, la cual influye en el envejecimiento del cerebro (Imagen ilustrativa Infobae)

De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los alimentos ultraprocesados son productos comestibles que no contienen ningún alimento natural porque están hechos en base a ingredientes industriales como conservantes, emulsionantes, aumentadores de volumen, edulcorantes, sabores y colores.

Entre los alimentos ultraprocesados encontramos las papas fritas, las bebidas gaseosas, las galletas, los caramelos, entre otros snacks.

Además del bajo o nulo valor nutricional de los alimentos ultraprocesados produce inflamación, lo que, a su vez, influye negativamente en la salud cerebral.

Tal como se explica en un estudio publicado en 2021, una dieta basada en alimentos inflamatorios daña las células del cuerpo y contribuye al envejecimiento del cerebro, el riesgo de demencia y de deterioro cognitivo en adultos mayores.

En Estados Unidos un estudio probó que había un aumento significativo en los días mentalmente poco saludables en las personas que comían el 60% o más de sus calorías de ultraprocesados (Imagen ilustrativa Infobae)

Por otro lado, en una investigación con más de 72 mil participantes, se sostiene que el consumo de alimentos ultraprocesados tiene efectos adversos para la salud cerebral y aumenta la presencia de dos tipos de demencia: la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.

Los alimentos ultraprocesados y la comida rápida, ricos en grasas, sal y azúcares, son cada vez más comunes en la alimentación global, lo que podría explicar el aumento en la prevalencia de casos de demencia en las últimas décadas.

Si bien el deterioro cognitivo originado por una dieta inflamatoria suele manifestarse comúnmente en adultos mayores, también puede presentarse en personas de la mediana edad, tal como se comprobó en un estudio de 2022 en Brasil.

Entre más de 10 mil individuos de entre 35 a 74 años se determinó que el consumo de alimentos ultraprocesados está asociado al deterioro cognitivo. Por último, cabe destacar que los alimentos ultraprocesados no sólo pueden provocar demencia, sino que también afectan la salud mental porque aumentan la ansiedad y la depresión.

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