Cómo reconocer y prevenir el ACV: del “HaBraSo” al chequeo R.A.P.I.D.O.

Se trata de una sigla y un acrónimo que reúnen los síntomas más comunes de esta dolencia, con el objetivo de acudir a la consulta de forma precoz. Consejos de expertos en cardiología y neurología para evitar el accidente cerebrovascular, la segunda causa de muerte en el mundo

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El control regular del colesterol
El control regular del colesterol y la presión arterial es esencial para reducir el riesgo de sufrir un ACV Getty

Hace escasas horas, el fallecimiento del histórico representante de modelos Ricardo Piñeiro, como consecuencia de un ACV hemorrágico el pasado domingo, puso la importancia de detectar los síntomas a tiempo sobre la mesa. Cada año, aproximadamente 14 millones de personas en todo el mundo sufren un accidente cerebrovascular. Es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera causa de discapacidad. En Argentina, se estima que alrededor de 120.000 personas al año sufren un ACV, de las cuales 40.000 mueren.

Para detectar los síntomas, se han desarrollado diferentes siglas con el objetivo de que la población pueda identificar los signos que son señales de alarma. Una de ellas es la llamada “HaBraSo”, impulsada por la Fundación INECO, que se traduce en habla, brazos y sonrisa, mientas que es denominada como chequeo R.A.P.I.D.O., según Federación Argentina de Cardiología (FAC), en la que cada letra indica un aspecto afectado durante estos episodios.

La atención a enfermedades cardiovasculares
La atención a enfermedades cardiovasculares y el seguimiento de tratamientos específicos pueden ayudar a prevenir el ACV (Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué es un ACV

EL ACV es una obstrucción o ruptura en los vasos sanguíneos del cerebro que impiden el correcto flujo de sangre y oxígeno, que “en más del 90% de los casos, se pueden prevenir”, indicó a Infobae el doctor Pedro Lylyk, referente internacional en el tratamiento de ACV (stroke) y Presidente de la Fundación Argentina Contra el Ataque Cerebral.

En palabras de Lylyk, el ataque cerebral consiste en un exceso de sangre que genera una hemorragia y forma lo que se conoce como infarto cerebral. “Para empezar a hablar del tema, es importante saber que un ACV es un accidente cerebrovascular y que más del 90% de los casos se pueden prevenir”, agregó

En ese sentido, el experto indicó que es de suma importancia actuar con celeridad, ya que las estadísticas revelan que, durante los primeros 150 minutos (4 horas y media) después de un ACV, cada minuto sin atención médica resulta en la muerte de aproximadamente 2 millones de neuronas.

Al tiempo que el doctor Máximo Zimerman, neurólogo y director médico del centro Cites INECO y Clínica de Rehabilitación Integral ALCLA, había advertido que “es sumamente necesario poder reconocer de manera oportuna al paciente que se encuentra cursando un ACV dado que cada minuto cuenta. De esta forma, se puede administrar un tratamiento adecuado que permite revertir en muchos casos los síntomas”.

Más del 90% de los
Más del 90% de los casos de ACV son prevenibles, destacando la importancia de la prevención y el conocimiento (Getty)

Cuáles son los tipos de ACV

ACV isquémico: es el tipo más habitual y se produce por oclusión de una arteria, lo que impide que la sangre irrigue una zona del cerebro. Cuando esto ocurre, la zona afectada carece de oxígeno y las células sufren una lesión isquémica. La oclusión puede deberse a un trombo local, a un coágulo remoto que se aloja en la circulación cerebral o a enfermedades de la vasculatura cerebral. En cuestión de minutos, las células del cerebro comienzan a morir.

ACV hemorrágico: en este caso, la ruptura de una arteria produce hemorragia que, a su vez, condiciona una lesión o compresión cerebral. La hemorragia puede ser intracerebral o en la superficie del cerebro (espacio subdural o subaracnoideo). En el primer caso, la causa suele estar asociada a hipertensión y, menos frecuentemente, por malformaciones en los vasos; en el segundo, es más frecuente que la causa sea un traumatismo craneal o una dilatación de la arteria (aneurisma).

La atención a enfermedades cardiovasculares
La atención a enfermedades cardiovasculares y el seguimiento de tratamientos específicos pueden ayudar a prevenir el ACV Imagen Ilustrativa Infobae

De una sigla a un acrónimo: cómo identificar los síntomas de alarma

Impulsado por Fundación INECO, la sigla “HaBraSo” advierte los signos que permiten una identificación precoz del ACV, a través de tres sílabas que permiten detectar si una persona lo está sufriendo:

- HA: Habla. Pedir a la persona que repita una frase y asegurarse de que pueda hacerlo de forma correcta, prestando atención a la comprensión y la expresión del paciente.

- BRA: Brazos. Pedir que levante los brazos (como si sostuviera una bandeja) con ambos brazos y comprobar que pueda mantenerlos arriba sin que uno de los dos caiga.

- SO: Sonrisa. Pedir que sonría y revisar que no tenga asimetrías.

Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, es necesario que se traslade a la persona inmediatamente a la guardia médica más cercana. Si se detecta un ACV a tiempo se pueden disminuir las secuelas, la discapacidad y salvar vidas.

Evitar el consumo excesivo de
Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco es fundamental para prevenir accidentes cerebrovasculares (Getty Images)

En tanto, desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) impulsaron el acrónimo R.A.P.I.D.O., mediante la cual se advierten los primeros síntomas cuando se manifiesta el ACV, que son parálisis, debilidad, problemas del lenguaje y de vista. Los especialistas piden que los pacientes y familiares actúen inmediatamente al detectar uno o más de los síntomas que forman el acrónimo.

- R: Rostro caído

- A: Alteración en el equilibrio

- P: Pérdida de fuerza de brazo y/o pierna

- I: Impedimento visual repentino

- D: Dificultad para hablar

- O: Obtener asistencia médica

Realizar alrededor de 150 minutos
Realizar alrededor de 150 minutos de ejercicio semanal es una medida sencilla y efectiva para prevenir el ACV (Imagen ilustrativa Infobae)

¿Cómo prevenir el ACV?

Para reducir el impacto del accidente cerebrovascular se debe trabajar en la prevención, indicó el doctor Lylyk. “Si tenemos hábitos de nutrición saludables desde edades tempranas, si activamos nuestro cuerpo en movimiento, ya sea con deportes, con actividades físicas favoritas, si tenemos controles médicos regulares y a tiempo, si evitamos las sustancias perjudiciales, como el consumo de cigarrillos, alcohol, y drogas, ya que estos hábitos aumentan significativamente el riesgo de derrame cerebral, habremos contribuido muchísimo en la prevención del ACV”.

Asimismo, según explicó el doctor Gerardo García Mallea, cardiólogo y Presidente del Comité de Enfermedad Vascular Periférica y Stroke de la FAC: “Las llamadas dieta mediterránea y DASH se asocian a la disminución de factores de riesgo vascular en general. Ambas, con algunas diferencias, se caracterizan por bajo consumo de carnes rojas, alto consumo de legumbres, frutas, vegetales, grasas mono y poliinsaturadas presentes en los pescados azules como salmón, anchoas, caballa, sardinas y atún, y en aceites como oliva, canola y soja, además de bajo consumo de sodio”.

Mientras que Zimerman completó: “La mejor forma de protegerse de sufrir un ACV es la prevención de los factores de riesgo vasculares. Es importante realizarse regularmente controles médicos, que incluyan revisiones cardiológicas, de diabetes y de colesterol. Además, deben incorporarse hábitos saludables, tales como realizar actividad física con frecuencia, llevar adelante una alimentación equilibrada y mantener un descanso adecuado”, afirmó el doctor

García Mallea señaló también que actividades como hacer alrededor de 150 minutos de ejercicio semanal, lo que equivaldría a 20 minutos de ejercicio diarios, “son medidas simples que podemos implementar y que benefician a toda nuestra salud en su conjunto. La prevención se construye de a poco, pero con acciones sostenidas en el tiempo”.

La rápida acción en los
La rápida acción en los primeros 150 minutos tras un ACV es vital: cada minuto cuenta para salvar millones de neuronas (Freepik)

Recomendaciones para prevenir un ACV

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) confeccionaron un listado de recomendaciones para prevenir el ataque cerebral:

1 - Estilo de vida y dieta saludable: cambios saludables en el estilo de vida, una dieta balanceada y consumir porciones abundantes de frutas y verduras frescas, entre otros aspectos, son esenciales para prevenir estos episodios.

2 - Mantener un peso saludable: tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular.

3 - Actividad física con regularidad: se recomienda 2 horas y 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada.

El ACV hemorrágico, resultado de
El ACV hemorrágico, resultado de la ruptura de una arteria, conlleva graves riesgos y requiere atención inmediata (Getty)

4 - No fumar: el tabaquismo aumenta el riesgo de un ACV.

5 - Evitar el consumo excesivo de alcohol: los CDC recomiendan que los hombres no tomen más de dos bebidas por día, y las mujeres, no más de una por día.

6 - Chequeos regulares de salud: consultar al médico para realizarse los estudios preventivos de rutina: salud cardíaca, colesterol, presión o diabetes, entre otros.

7 - Controlar el colesterol: debe realizarse un análisis anualmente, si tiene altos niveles se pueden aplicar medicamentos y cambios en el estilo de vida.

Cada año, aproximadamente 14 millones
Cada año, aproximadamente 14 millones de personas sufren un ACV a nivel mundial, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte y discapacidad (iStock)

8 - Controlar la presión arterial: la hipertensión por lo general no causa síntomas, así que asegúrese de controlar su presión periódicamente.

9 - Controlar la diabetes: controle sus niveles de azúcar en sangre periódicamente. Si sus niveles son altos, su médico puede recomendarle determinados cambios en el estilo de vida.

10 - Siga su tratamiento si es enfermo cardíaco: atender los problemas coronarios puede ayudar a prevenir el accidente cerebrovascular.

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