Este lunes se presentó en Madrid, algo que marcará un hito para la comunidad médica de habla hispana y derramará sus beneficios a toda la sociedad, tanto en las Américas como en España: Fue presentado el primer Diccionario Panhispánico de Términos Médicos (DPTM). El trabajo, que ya está disponible online, refleja la colaboración y el esfuerzo conjunto de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) y la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal (ALANAM).
El DPTM es una obra monumental que comprende más de 70.000 términos médicos, junto con sus equivalentes en inglés estadounidense. Establece un estándar de normalización para el lenguaje de la salud en toda la comunidad hispanohablante, con el objetivo de promover la unidad en medio de la diversidad y facilitar la comunicación precisa entre especialistas y pacientes, evitando malentendidos y la difusión de noticias falsas referidas a la salud.
El diccionario, que apunta a ser una consulta habitual de los profesionales de la América de habla hispana y de España, aporta también observaciones y recomendaciones sobre el uso de los términos, alertas sobre confusiones frecuentes, normas ortográficas, fonéticas y gramaticales e información adicional.
Una muestra de la importancia de este enorme trabajo que demandó más de una década lo marcó el mensaje del Rey de España, Felipe VI, y la presencia, durante la presentación, de representantes de las Academias de Medicina de 12 países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Este encuentro, celebró la culminación de un proyecto colectivo, resultado del esfuerzo coordinado de larga data para mantener y enriquecer el patrimonio lingüístico como vehículo de transmisión del conocimiento médico en el mundo hispanohablante.
En representación de Argentina estuvieron en el acto de Madrid, el Presidente de la Academia Nacional de Medicina, el doctor, Juan Antonio Mazzei, y el expresidente de la entidad el doctor Manuel L. Martí, quien trabajó activamente en la confección del diccionario.
El doctor Mazzei, médico neumonólogo ex director del Hospital de Clínicas dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), contó a Infobae el origen y la importancia de esta enorme iniciativa. La idea, destacó, surgió de la Real Academia de Medicina española y comenzó en 2012. “En ese año, se llevó a cabo una reunión crucial en Madrid” de la que participaron representantes de esa entidad científica de España y de las academias de los países de la América hispana mencionados antes, “con el respaldo de la Academia de Medicina de Portugal”, contó. Fue entonces que se estableció un protocolo para la elaboración de este proyecto.
Esta obra llegó para responder “a una necesidad de la sociedad de habla hispana, especialmente de los profesionales de la salud. Simplifica el trabajo al ofrecer una referencia común, ya que no todas las enfermedades en Latinoamérica y España tienen el mismo nombre. Es decir, una afección puede llamarse de manera diferente en distintos países”, explicó el médico argentino. Por ejemplo, dijo, la enfermedad que en Argentina se conoce como tos convulsa, en otras regiones del continente se llama coqueluche.
“Es importante reconocer que en cada país se utilizarán los nombres específicos que se describen en el diccionario. Esto es especialmente relevante en un mundo en el que los pacientes pueden consultar en diferentes países debido a los viajes en avión. Es esencial conocer los nombres de las enfermedades en cada lugar”, subrayó el doctor Mazzei.
Es decir, agregó, que se trata de un diccionario diatópico —que contiene las diferencias lingüística según la zona geográfica de los hablantes— ya que “proporciona descripciones detalladas de las enfermedades y su terminología que varía en cada país. También incluye el nombre en inglés y el Código Internacional de Enfermedades en inglés, lo cual es esencial para la emisión de certificados legales”, al tiempo que “presta especial atención a la ortografía y la gramática de cada término, ya que hay alrededor de 70.000 términos en este diccionario”.
La obra estará disponible en línea a través de una aplicación gratuita, reveló, y podrán acceder tanto los profesionales de la salud como cualquier persona que tenga interés en el tema médico. La iniciativa fue financiada por la Real Academia de Medicina de España y, aunque culminó con la presentación y apertura al público realizada hoy, será actualizada de manera permanente.
¿Cuáles fueron las principales dificultades que enfrentaron los lingüistas al crear este compendio?, preguntó Infobae al doctor Mazzei: “Hubo tres desafíos principales. En primer lugar, los académicos (de medicina) tuvieron que invertir tiempo en el proyecto. En segundo lugar, se debía garantizar que el lenguaje y la ortografía fueran coherentes con la Real Academia Española, es decir que la ortografía debía ajustarse a las normas del español, evitando el uso incorrecto de mayúsculas y conjugaciones verbales, por ejemplo, teniendo en cuenta las diferencias en los lenguajes médicos de América Latina y, en tercer lugar, se tuvo que lograr una compatibilización de las definiciones de las enfermedades”, contó.
Los lingüistas que se abocaron a la titánica tarea de unificar en un tomo los vocablos médicos viajaron a cada país para coordinar las tareas y recopilar los términos. En Argentina, contó Mazzei, fue el doctor Martí, expresidente de la Academia Nacional de Medicina, quien comandó el trabajo en representación del país.
Para que el recurso sea útil, desde la Academia Nacional de Medicina, “estamos comprometidos en difundir este diccionario, tanto entre las sociedades médicas como entre los médicos que nos siguen y el público en general que tenga interés en la terminología médica y la definición de enfermedades. Creemos que esto tendrá un gran impacto y será un punto de inflexión en las relaciones entre las academias y la comunidad médica”, aseguró.