En Argentina, más de 7.000 personas esperan un trasplante para poder salvar su vida. Sin embargo, la posibilidad de concretar esta intervención depende de las características del fallecimiento del donante, además de una serie de condiciones específicas que deben cumplimentarse para garantizar la preservación de los órganos y tejidos.
En resumidas cuentas, para que la donación de órganos sea viable, el fallecimiento debe ocurrir en la terapia intensiva de un hospital.
Según datos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), la posibilidad de ser donante de órganos se da sólo en 4 de cada 1000 fallecimientos
En la actualidad, pese a que existen dos normas y se evidencia “un alto grado de apoyo por parte de las personas encuestadas hacia la donación, posicionándose en el lugar de posibles receptores y donantes” también se percibe “un fuerte desconocimiento sobre la temática y el marco legal vigente”, según advirtió la reciente “Encuesta Nacional e Investigación Sobre Donación de Órganos y Tejidos en Argentina”, realizada por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina.
Según indicaron en el documento al que tuvo acceso Infobae, este relevamiento tenía por objetivo convertirse en un “espacio de investigación, conocimiento y sensibilización”, el cual tenía por objetivo “recabar información acerca del conocimiento de la población Argentina y del personal de salud acerca del proceso de donación de órganos y tejidos”.
De leyes a capacitación: la importancia de la sensibilización
El trasplante de órganos aún es el mejor tratamiento médico ante la insuficiencia orgánica terminal, ya que ha demostrado que puede salvar o mejorar la calidad de vida de pacientes que acceden a este tratamiento. Sin embargo, la escasez de órganos se posiciona como la principal barrera para alcanzar este objetivo. Un aspecto que, incluso, “se ve agravado por el creciente aumento de pacientes en lista de espera”.
En el país, desde el 4 de agosto de 2018 se encuentra vigente la Ley Justina (Ley de Trasplante de órganos, tejidos y células N°27.4471), la cual tiene por objetivo “agilizar y simplificar los procesos de donación y trasplante, fortaleciendo así el sistema de procuración”, según advierte la norma. Asimismo, dentro de este marco legal, se incluye la Ley de Protección Integral para Personas Trasplantadas Nº26.9282, la cual fue sancionada el 4 de diciembre de 2013 e “involucra la provisión de medicamentos, estudios, diagnósticos y prácticas de atención del estado de salud de la persona trasplantada”.
Gracias a ambas normas, se “garantiza una cobertura del 100% en atención integral por parte de Obras Sociales, Prepagas y del Estado, según lo que corresponda”, siendo que este es un “procedimiento complejo que involucra a múltiples actores: desde las personas donantes y sus familias hasta los equipos médicos y las instituciones de salud. En términos culturales y sociales, en el país no existen fuertes barreras religiosas que impidan este tratamiento”.
Lo cierto es que, según afirman en el relevamiento, “la conciencia social sobre la necesidad de donación ha aumentado durante la última década”, aunque aún “persisten dudas que atentan contra la posibilidad de aumentar la solidaridad en la donación”, un factor que se “suma la escasa participación de profesionales de las áreas críticas de salud en el proceso de donación, lo que también tiene un impacto negativo”.
En ese tono, Vanesa Labanca, subsecretaria de Salud de Cruz Roja Argentina, advirtió la poca cantidad de donantes que hay en relación con las personas que se encuentran a la espera de un órgano. “Esta información es muy relevante. Desde el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina trabajamos con una perspectiva de investigar para la acción. Obtener nuevos conocimientos es fundamental para diseñar e implementar acciones, sensibilizaciones e intervenciones adecuadas para cada contexto”, destacó.
Ante esta realidad, advirtieron la importancia de trabajar en pos de “la capacitación de profesionales de salud”, al igual que “mantener en forma sostenida la difusión sobre la importancia de la donación en la sociedad para lograr optimizar los resultados”. “La sensibilización sobre esta temática es esencial”, destacaron en el documento, al tiempo que indicaron que “se requiere de un enfoque integral que abarque los aspectos fundamentales en el proceso complejo de la donación-trasplante: educación, ético-legal, religiosos y políticos-sanitarios”.
A favor y en contra: los datos de los argumentos
Este estudio, que fue realizado por un amplio equipo de profesionales, advirtió que “el 80,4% de la población encuestada conocía acerca de la donación de órganos y 65% sabía que está permitido por la ley. Sin embargo, solamente 24% había comentado el tema en familia”.
En ese sentido, el documento advierte que el 74% de los participantes se manifestó a favor de la donación y el trasplante de órganos y tejidos, mientras que “un 15% no tiene una posición tomada al respecto, lo que representa una oportunidad de mejora para desarrollar acciones que brinden información sobre esta temática”.
Según explicaron “la principal razón que las personas encuestadas expresan (80%) para encontrarse a favor, es que si lo necesitaran para sí o para un familiar, les gustaría poder recibir una donación, lo cual denota reciprocidad”, en segundo lugar esgrimen la idea de “trascender luego de la vida (59%)”, seguido de un “38% que desea ayudar a otras personas”.
Por el contrario, quienes se expresan en contra tienen “la creencia de que las listas de espera no se respetan (66%)”, seguido por la opción de “Otra” (45%), en la cual se engloban: creencias religiosas (24% del total), desconfianza (8%) y a preferencia por venderlos (8%).
“Finalmente, se destaca en tercer lugar el porcentaje de personas que tienen la creencia de que se dejan morir personas para obtener sus órganos y tejidos (36%)”, subraya el escrito y agrega: “Resulta relevante destacar que entre el 9% de personas que se encuentran en contra de la donación de órganos y tejidos, existe un alto grado de sospecha en torno a la falta de transparencia o tráfico”.
Por otro lado, respecto del rango etario, se destaca que 8 de cada 10 personas entre 18 y 29 años se encuentran a favor de la donación, a diferencia de la población que supera los 50 años, en la cual el nivel de acuerdo se encuentra por debajo, con un 70%.
En tanto, al ser consultados sobre qué órganos estarían dispuestos a donar, se detectó una preeminencia del corazón (90%), seguido por los riñones (85%), pulmones (81%) y el hígado (81%). “Aquellos órganos o tejidos sobre los que hay una menor difusión en cuanto su posibilidad de donación se destacan por poseer una menor cantidad de respuestas positivas: tal como es el caso de la piel (67%) y los huesos (71%). Sin embargo, cabe destacar que, pese a esta diferencia observada, más de dos tercios de las personas encuestadas están dispuestas a realizar dichas donaciones”, agregaron.
La comunicación: un punto esencial para la donación de órganos
Según señala el documento, “las personas mayores de 50 años se constituyen como el grupo etario que más ha expresado su voluntad de ser donante (63%). Sin embargo, menos de la mitad de las personas de entre 18 y 29 años han comunicado su decisión a familiares y amistades (48%)”.
En cuanto al marco legal, tal y como advirtieron desde el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, “la mitad de las personas manifestaron no estar informadas sobre el concepto de donante presunto”, aunque al “profundizar sobre el tema, el 62% afirma encontrarse de acuerdo o muy de acuerdo”.
“De manera contrapuesta, casi un cuarto de las personas encuestadas (24%) afirma encontrarse en contra. Cabe destacar el notable porcentaje (14%) de personas que se encuentran indecisas, o que no tienen una opinión formada. Esto puede dar cuenta del bajo grado de conocimiento sobre la temática”, argumentaron en el documento
Al tiempo que completaron: “Así, sumando los dos registros anteriores, puede interpretarse que un 38% de las personas encuestadas manifiesta no encontrarse de acuerdo con el concepto de donante presunto, por lo que es necesario trabajar, no solo en la difusión de la legislación actual, sino también en la sensibilización y comunicación de la importancia de la donación para incrementar el apoyo de la población”.
“Los principales espacios a través de los cuales la población encuestada recibió información sobre la donación de órganos fueron en primer lugar la televisión (59%), y en segundo lugar las redes sociales (39%)”.
El personal de Salud: de la capacitación al análisis
El documento también se centró en el personal de salud, no solo como donantes, sino también como profesionales capacitados (aunque en algunos casos solo a nivel universitario) en este área. En ese tono, el relevamiento indicó que “9 de cada 10 de las personas encuestadas (de este sector) se encuentran a favor de la donación y el trasplante de órganos y tejidos”, y en la misma línea, “un 87% tiene disposición a hacerlo después de morir”.
Al analizar la formación recibida sobre la temática durante su carrera de grado, “el 45% del personal de salud encuestado afirma que fue insuficiente. Por otra parte, el 64% del personal encuestado afirma que la oferta educativa disponible sobre donación de órganos es insuficiente”, siendo que “8 de cada 10 personas del sector de salud exponen que desconocen o que no existe oferta educativa suficiente respecto a la temática de donación de órganos y tejidos”.
Entre conclusiones y recomendaciones
Algunas de las conclusiones que se brindaron en el documento destacan “un alto grado de apoyo por parte de las personas encuestadas hacia la donación, posicionándose en el lugar de posibles receptores y donantes”, aunque con un “fuerte desconocimiento sobre la temática y el marco legal vigente”.
Incluso, advirtieron “una gran disparidad en el posicionamiento y acceso a información que tiene la población general de acuerdo al nivel de estudios alcanzando”, por lo cual resaltaron que “queda de manifiesto que la temática de donación de órganos y tejidos es compleja, multidimensional y atraviesa a diversos actores”.
“De acuerdo a los resultados de la investigación, también se destaca la falta de confianza por parte de algunas de las personas encuestadas en torno a la transparencia y protección del proceso de donación de órganos y tejidos. Esto indica la necesidad de trabajar en el acceso a la información, el abordaje de los mitos y tabúes existentes, y la garantía de seguridad desde los diferentes actores involucrados”, afirmaron en el escrito.
Al tiempo que indicaron la importancia de “reforzar los espacios de formación en el marco de las actividades que involucran” al personal de salud, además de “un piso de conocimiento sobre la temática” e impulsar la “sensibilización dirigida a la población general por parte de los efectores de salud”.
Tras este análisis, los expertos del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina establecieron una serie de recomendaciones con el objetivo de fortalecer el conocimiento acerca de la temática:
- Implementar campañas nacionales de concientización dirigidas a la población general, el objetivo: “Difundir conceptos clave en torno a la donación y trasplante de órganos y tejidos”.
- Incluir la temática de donación y trasplante de órganos y tejidos en las diferentes currículas de todos los niveles educativos.
- Desarrollar currículas y formaciones especializadas sobre estos procedimientos, los cuales se encuentren disponibles en las diferentes instituciones académicas en el marco de las carreras de salud.
- Fomentar el desarrollo de actividades de sensibilización en espacios comunitarios, entre los cuales enumeraron “centros de atención primaria de la salud, clubes barriales, sociedades de fomento, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y organizaciones de la sociedad civil (OSC)”.
Vale destacar que el equipo de profesionales que conformó el comité asesor estuvo integrado por: el Dr. Alberto Domenech, Profesor Titular de la Cátedra de “Procuración de órganos y Trasplante” de la Facultad de Medicina del Instituto Universitario del Hospital Italiano (IUHI) de Buenos Aires; la Dra. María del Carmen Bacqué, Profesora Titular de la Cátedra de “Procuración de órganos y Trasplante” de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador; y la Dra. Sabrina Fioretti, Profesora Adjunta de la Cátedra de “Procuración de órganos y Trasplante” de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador, y Jefe de Sección de Procuración de Órganos del Hospital Carlos Durand, de la Ciudad de Buenos Aires, quienes acompañaron el proceso de diseño de la investigación, la definición de las herramientas metodológicas y el análisis de los datos. En tanto, “la investigación contó con la participación de 3.857 personas de la población general y 460 personas vinculadas al sector de salud”.
*El Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina contribuye al estudio y sensibilización de temas humanitarios. Forma parte del Consorcio de Investigación RC3 y es uno de los 30 Centros de Referencia de la IFRC. Su labor es clave para entender y manejar situaciones sociales emergentes. Como miembro de la mayor red humanitaria del mundo, la Cruz Roja Argentina se posiciona en la vanguardia de la investigación para la acción. Este enfoque permite una respuesta informada y humanitaria ante los desafíos que enfrenta la sociedad