Las hierbas con propiedades diuréticas se distinguen por ser estimulantes naturales para los riñones. Sus efectos ayudan a las personas a orinar con mayor frecuencia y se presentan como una vía alternativa para lograr estos efectos después de recibir atención especializada con un médico. Algunas plantas y hierbas tienen compuestos que promueven la eliminación de fluidos en el organismo.
La retención de líquidos suele afectar al cuerpo de diversas formas. Uno de los síntomas que causa molestias es el dolor en las articulaciones. Al carecer de un aprovechamiento óptimo de agua en los músculos y cartílagos, las piernas y los brazos pierden flexibilidad y se experimenta rigidez. También se siente pesadez en las extremidades, lo que puede provocar hinchazón y dificultades para caminar, según Mayo Clinic.
Existe una gran variedad de hierbas que podrían consumirse en forma de té para reducir los líquidos retenidos en el cuerpo. Sin embargo, se dividen en diferentes categorías. Uno de los más notables es el diurético osmótico, que funciona aumentando la cantidad de agua eliminada por los riñones. Los tiazídicos se encargan de reducir la cantidad de sodio en el organismo, y los diuréticos de asa actúan en la parte más profunda del sistema renal, según The Naturopathic Herbalist, revista especializada en herbolaria
Del jengibre al diente de león: plantas diuréticas y antiinflamatorias
Cuando una persona retiene líquidos, es necesario asistir al médico para iniciar el tratamiento correspondiente. Una vía natural capaz de apoyar un plan de rehabilitación es el diente de león, esta raíz se usa con el objetivo de auxiliar a quienes tienen problemas para orinar, incluso atiende enfermedades digestivas y casos leves de fiebre.
El diente de león posee efectos diuréticos suaves. Se ha observado que las hojas de esta planta tienen la capacidad de estimular la eliminación de líquidos, lo que ha llevado a considerar su utilidad para aliviar la retención leve de líquidos, un problema común que afecta a muchas personas.
También se ha reconocido su utilidad como remedio para trastornos diuréticos y del embarazo, incluso se usa para apoyar los tratamientos contra las complicaciones de la diabetes y el síndrome metabólico, según la revisión científica publicada en la Revista Foods, especializada en nutriología.
Aunque aún se necesita una investigación más profunda para confirmar estos efectos, se recomienda una dosis de 2 a 8 gramos de raíz de diente de león, tres veces al día, en su forma seca. Alternativamente, se pueden ingerir 250 mg de un extracto 5:1 de diente de león, de tres a cuatro veces al día. También se encuentra disponible una tintura 1:5 en alcohol al 45%, con una dosis recomendada de 5 a 10 ml, tres veces al día, según la Universidad de Nueva York.
Otra planta que aparece como una solución natural tanto para la retención de líquidos como para el dolor en las articulaciones es el jengibre.
Puede ser efectivo en el alivio de dolores en acompañamiento con algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Se ha demostrado que tiene potencial como analgésico para afecciones dolorosas como osteoartritis de rodilla, artritis reumatoide y dolor muscular general, según el estudio publicado en la revista Phytotherapy Research, especializada en farmacología basada en plantas medicinales.
En esta revisión que resume los últimos 10 años, se encontró que el jengibre incluso tiene un efecto prometedor para aliviar el dolor relacionado a la migraña, debido a su función similar a un analgésico. Sin embargo, aún está por descubrirse una dosis predeterminada para tratar estos síntomas, pues las variables como la edad, sexo y la gravedad de las enfermedades son importantes para definir terapias a largo plazo.
Por otro lado, hay verduras y hierbas que poseen un efecto más enfocado a los diuréticos que a los antiinflamatorios. Las más comunes actúan como estimulantes para los riñones y se encuentran en pequeñas dosis de apio, té de abedul plateado y enebro. En complemento a estas soluciones naturales, también aparecen las raíces como el diente de león que ayuda a diluir secreciones mucosas que se excretan a través del riñón. Esta propiedad es denominada osmótica, y algunas plantas que la poseen son hierba de sofá, seda de maíz y Althea officinalis (Malvavisco), según The Naturopathic Herbalist, una revista especializada en herbolaria.
Por último, están los estimulantes circulatorios cardíacos o periféricos. Su principal función es aumentar el flujo sanguíneo renal, lo que incrementa los volúmenes de orina en personas que sufren de retención de líquidos. Algunas plantas que tienen este potencial son el espino blanco, cuyo té también ayuda a la relajación, la milenrama y el lirio de los valles.
Edema: alerta de retención de líquidos
Aunque las plantas y verduras mencionadas pueden servir de apoyo a un tratamiento contra la retención de líquidos, su uso tendrá que ser vigilado por un especialista de la salud. Para obtener una atención médica oportuna, es necesario identificar algunos signos y síntomas de este problema antes de que se desarrolle a niveles graves.
Una de las alertas más claras son los edemas, definidos como la hinchazón de los tejidos debida a la acumulación de líquido. Estas protuberancias aparecen en las extremidades inferiores, en las manos y el abdomen. Cuando aparecen, la piel luce más brillante, estirada y sin elasticidad, pues al presionar con un dedo, la huella se quedará marcada unos momentos sobre el área, según la Clínica de la Universidad de Navarra.
Ante cualquier signo de hinchazón, será necesario acudir al especialista para tratar el problema. Uno de los métodos para diagnosticar los edemas son las exploraciones físicas completas; también se suelen realizar estudios de función renal, excreción de agua, electrolitos por orina y una valoración de sobrecarga cardiovascular y del metabolismo proteico.