Envejecer es un proceso en el que las personas experimentan un deterioro físico. Aunque los cambios más observables se centran en aspectos estéticos como la elasticidad de la piel o la pérdida de cabello, hay otro protagonista: el cerebro. Este órgano también pasa por una etapa de desgaste y pierde eficacia en el funcionamiento neuronal, incluso aumenta el peligro de padecer enfermedades neurodegenerativas. A nivel mundial, se calcula que entre 2015 y 2050, el 22% de las personas mayores de 60 sufrirá alguna condición mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Respecto a esta prevención, en América Latina se calcula que las mujeres serán un 68% más propensas a padecer demencia que los hombres, conforme a la información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estos padecimientos tienen una mayor presencia debido a que el cerebro pierde peso y tamaño en un 5% por década tras cumplir 40 años, también se enfrenta a un funcionamiento deficiente de los neurotransmisores, de acuerdo con un artículo de investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Ante estos problemas, han surgido algunas alternativas y recomendaciones para disminuir el impacto de un cerebro envejecido. Una alimentación saludable a lo largo de la vida podría marcar la diferencia entre una edad adulta sana y una salud mental delicada. Además, diversos estudios han identificado el papel de los vasos linfáticos y transfusiones de la hormona Klotho, relacionada con la longevidad.
Las claves del envejecimiento del cerebro
Uno de los principales factores que acelera el envejecimiento del cerebro es el cambio en las sustancias químicas conocidas como neurotransmisores, que juegan un papel crucial en la comunicación entre las células nerviosas y cuya función adecuada es esencial para el funcionamiento cerebral óptimo. Con el tiempo, la producción y la actividad de estos elementos pueden disminuir, lo que afecta la capacidad de aprendizaje y memoria, según el Manual MSD, sitio de consulta para los médicos y público en general.
El envejecimiento del cerebro está asociado con la pérdida de muchas conexiones neuronales. A medida que se llega a una edad avanzada, estas conexiones se debilitan o se pierden, lo que afecta la velocidad de procesamiento de la información y otras habilidades cognitivas. La acumulación de proteínas en forma de agregados dentro y fuera de las neuronas también es una característica común del deterioro cerebral y puede estar relacionada con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Algunas de las repercusiones más comunes incluyen:
- Deterioro de la memoria a corto plazo: La capacidad de recordar información reciente puede verse afectada de manera precoz en el proceso de envejecimiento.
- Deterioro en habilidades verbales: El vocabulario y el uso de palabras pueden comenzar a declinar en etapas posteriores del envejecimiento.
- Rendimiento intelectual: A pesar de los cambios en la memoria y las habilidades verbales, el rendimiento intelectual generalmente se mantiene si no hay trastornos neurológicos subyacentes.
- Ralentización cognitiva: El tiempo de reacción y la capacidad para llevar a cabo tareas pueden disminuir debido a la ralentización en el procesamiento de impulsos nerviosos.
Disminuir los impactos del envejecimiento cerebral
Existen medidas que pueden ayudar a mantener un cerebro saludable a medida que se envejece. Uno de los aspectos más destacados es la alimentación, con una dieta rica en antioxidantes como el beta caroteno, flavonoides, vitaminas A, B1-B12, C, D y E, así como minerales como selenio, zinc, magnesio y cobre, puede contribuir a una mejor calidad de vida y prevenir el envejecimiento cerebral. Algunos alimentos recomendados incluyen el té verde, el vino tinto, cacahuetes y leguminosas, que contienen resveratrol, así como precursores de neurotransmisores como el triptófano y la colina, según un artículo publicado en la revista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además de la alimentación, la actividad física también juega un papel fundamental en la prevención del envejecimiento cerebral. El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la salud cerebral, también puede ayudar a mantener un peso corporal adecuado y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, perjudiciales para la salud cerebral.
Por último, mantener la mente activa a lo largo de la vida es esencial. La estimulación mental a través de la lectura, los juegos de memoria, el aprendizaje de nuevas habilidades y la participación en actividades intelectualmente desafiantes puede preservar la función cerebral y retrasar el envejecimiento cognitivo.
Descubrimientos actuales en la prevención del envejecimiento cerebral
La ciencia está acelerando su trabajo de investigación para hallar terapias que permitan ralentizar el deterioro del cerebro. Entre ellas se ha experimentado en animales con resultados prometedores. Según informaron desde el Instituto Wyss de Harvard, investigadores pudieron duplicar la vida que les quedaba a unos ratones “viejos” mediante la reprogramación celular. Se trata de un trabajo que llevó 13 años de desarrollo y fue publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv, es decir que aún no cuenta con revisión de pares, de la mano de los expertos de la start-up Rejuvenate Bio. Además, tuvo una versión realizada por expertos de Harvard, que fue divulgada en la revista Cell.
Otro avance relevante es la hormona Klotho que se ha asociado con la longevidad y la salud cerebral. Investigaciones sugieren que aumentar los niveles de esta molécula podría tener beneficios para el cerebro envejecido, aunque se necesita más estudio en este campo.
La molécula PF4, liberada por las plaquetas sanguíneas, también ha sido identificada como crucial para transferir los beneficios de las intervenciones antienvejecimiento mencionadas. La comprensión de cómo esta molécula interactúa con el cerebro podría abrir nuevas vías para la prevención y el tratamiento del envejecimiento cerebral.
Otro descubrimiento sugiere que los vasos linfáticos pueden desempeñar un papel fundamental en la eliminación de toxinas y productos de desecho del cerebro, lo que podría contribuir a mantenerlo saludable a medida que se llega a una edad avanzada, según las investigaciones de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, publicadas en Journal of Experimental Medicine. El doctor Jonathan Kipnis, quien lidera los estudios en ratones viejos, ha comentado que mantener a estos conductos en buenas condiciones incluso ayudaría a mantener un bienestar en la tercera edad.
Sin embargo, aún se necesita desarrollar un medicamento capaz de mejorar el desempeño de los vasos linfáticos. En la actualidad, el equipo de Kipnis se encuentra en el desarrollo de esta medicina, que podría tratar enfermedades como el Alzheimer y otro tipo de condiciones mentales comunes en la tercera edad.