Las ambulancias especializadas pueden prevenir accidentes vasculares cerebrales discapacitantes

Un estudio en EEU.UU. mostró que en las unidades móviles de atención a accidentes vasculares cerebrales pueden administrar un fármaco que disuelve los coágulos de sangre más rápido que las ambulancias tradicionales, lo que mejora las posibilidades de recuperación de los pacientes

(HealthDay News) -- En algunas grandes ciudades, las unidades móviles de atención a accidentes vasculares cerebrales (AVC) pueden suministrar un poderoso fármaco para disolver coágulos a los pacientes mientras estas ambulancias especializadas se dirigen rápidamente al hospital.

Ahora, un nuevo estudio muestra que estas unidades administran el tratamiento anticoagulante con una media de 37 minutos de antelación en comparación con cuando las ambulancias tradicionales trasladan a los pacientes de AVC a la sala de emergencias. Y ese tiempo adicional brinda a las víctimas mejores posibilidades de evitar el accidente cerebrovascular o de resolver sus síntomas rápidamente.

La mayoría de los accidentes cerebrovasculares ocurren debido a coágulos de sangre, dijo el autor del estudio, el Dr. Matthew Fink, presidente del departamento de neurología en Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian en la ciudad de Nueva York.

”El coágulo de sangre tiene que ser eliminado o disuelto muy rápidamente si vamos a prevenir un AVC o revertirlo, porque las células cerebrales mueren muy rápidamente”, explicó Fink. “Y sentimos que lleva demasiado tiempo llevar a los pacientes al hospital”.La idea era crear estas ambulancias especializadas en la ciudad de Nueva York, para llevar el tratamiento directamente al paciente.

Aunque la Unidad móvil de tratamiento de AVC de NewYork-Presbyterian, iniciada en colaboración con Weill Cornell Medicine, Columbia University Irving Medical Center y el Departamento de Bomberos de Nueva York, comenzó en 2016, no fue la primera. Houston fue la primera en los Estados Unidos y las unidades de Nueva York se basaron en un programa similar que opera en Alemania.”Construimos estas ambulancias especiales que tienen un escáner CT en la ambulancia”, explicó Fink.

Eso se usa para escanear el cerebro del paciente.”Tenemos una enfermera en la ambulancia y tenemos a un experto en accidentes cerebrovasculares en constante contacto a través de un enlace de telemedicina, audio y video. Entonces, cuando alguien llama al servicio de emergencias médicas (EMS) y dice: ‘Creo que estoy teniendo un AVC’, enviamos la ambulancia a la casa de la persona, los evaluamos, hacemos un diagnóstico y los tratamos de inmediato”, dijo Fink.

Se les administra lo que se llama activador tisular del plasminógeno (tPA), que disuelve rápidamente el coágulo que bloquea el flujo sanguíneo al cerebro.”Haciendo eso, como ha mostrado este artículo, esta investigación ha demostrado, si lo hacemos, hay una probabilidad mucho mayor de que el paciente se recupere de inmediato y no quede con ningún tipo de impedimento permanente”, dijo Fink.

El estudio fue un esfuerzo cooperativo realizado en varias grandes ciudades de EE. UU. que ahora tienen estas unidades, utilizando datos de 2015 a 2020.Los investigadores evaluaron a más de 1,000 pacientes. Entre los incluidos en el estudio, 644 recibieron tPA mientras estaban en la unidad móvil de accidentes cerebrovasculares y 365 recibieron atención regular del EMS.

Los pacientes recibieron el tratamiento con tPA una mediana de 87 minutos después del inicio de los síntomas del AVC. Alrededor del 25% de aquellos que recibieron el medicamento y tuvieron un accidente cerebrovascular sospechado se recuperaron dentro de las 24 horas. Mientras tanto, 1 de cada 6 evitó un accidente cerebrovascular por completo sin rastro de lesión cerebral en una resonancia magnética.

Debido a que el tratamiento se administró alrededor de 37 minutos más rápido que en un entorno hospitalario tradicional, muchas más personas recibieron el tratamiento en la crucial primera hora.Aproximadamente el 18% de estos pacientes evitó un AVC en comparación con el 11% de aquellos que recibieron servicios hospitalarios tradicionales. Alrededor del 31% de los pacientes de la unidad móvil tuvieron síntomas que se resolvieron dentro de las 24 horas en comparación con el 21% de aquellos con la atención típica.Aproximadamente 20 ciudades en los Estados Unidos tienen estos programas, dijo Fink.

Los hallazgos se publicaron recientemente en línea en la revista Annals of Neurology.El Dr. Larry Goldstein, presidente del Departamento de Neurología de la Universidad de Kentucky, señaló la importancia de una respuesta rápida a un accidente cerebrovascular. ”Aunque las pautas nacionales basadas en la evidencia respaldan el uso de medicamentos para disolver coágulos hasta 4.5 horas después del inicio de los síntomas, cuanto más tiempo esté presente la oclusión (bloqueo), menos probable será que el paciente obtenga el máximo beneficio del tratamiento”, dijo Goldstein. “El tiempo ahorrado es cerebro salvado”.

Las personas pueden familiarizarse con la nemotécnia RÁPIDO (por su acrónimo en español) para identificar los síntomas, sugirió Goldstein.“R” se refiere a presentar rostro caído, “A” por alteración del equilibrio, “P” por pérdida de fuerza en un brazo o pierna, “I” por algún impedimento visual, mientras que la “D” es por dificultad para hablar y la “O” para obtener ayuda cuanto antes. Si bien el estudio mostró que más pacientes tratados a través de unidades móviles de accidentes cerebrovasculares recibieron medicamentos para disolver coágulos y tuvieron mejores resultados, el estudio tuvo limitaciones, señaló Goldstein.

Eso incluyó que no fue aleatorizado y los sitios participantes eran en su mayoría urbanos.”Las unidades móviles de AVC pueden no ser factibles fuera de las áreas metropolitanas”, señaló Goldstein.Los autores esperan que esta investigación impulse a Medicare a asignar un código de facturación a los servicios de unidades móviles de accidentes cerebrovasculares para pagar los servicios.

”El principal obstáculo para llevar a cabo estos programas, como se pueden imaginar, es el costo”, dijo Fink.En este momento, en Nueva York, se paga con filantropía, dijo Fink.Un próximo artículo de estos mismos investigadores mostrará que el costo total de la atención es menor utilizando unidades móviles de AVC que con el tratamiento tradicional.

”Estamos en el proceso de tratar de hacer que las compañías de seguros, incluido Medicare, cubran el costo de esto, lo cual hacen si el paciente viene al departamento de emergencias”, dijo Fink. “Hacemos lo mismo en la ambulancia que hacen en el departamento de emergencias, pero las compañías de seguros no pagan por ello.

”Lo que hemos visto es que literalmente los pacientes, para cuando realmente volvemos al hospital con el paciente, el déficit neurológico se ha despejado por completo y muchos de los pacientes vuelven completamente a la normalidad”, dijo Fink. “Para cuando llegamos al hospital, así de rápido funciona si puedes tratarlos muy, muy rápidamente. Es tan dramático”.

Lo que los pacientes necesitan saber es que si creen que podrían estar teniendo un accidente cerebrovascular, deben llamar al 911 de inmediato y decirle al despachador que creen que están teniendo un accidente cerebrovascular, dijo Fink.Para los responsables de la formulación de políticas, el mensaje es que un programa como este ahorra una cantidad tremenda de dinero.

”Creo que las personas de nuestra comunidad deben saber que tenemos grandes tratamientos para prevenir los AVC y para tratarlos. El campo ha cambiado drásticamente en los últimos 25 años. Realmente podemos hacer mucho para ayudar, pero no podemos ayudar si la gente no hace esas llamadas”, dijo Fink.

Más informaciónLa American Stroke Association tiene más información sobre los accidentes cerebrovasculares.

FUENTES: Matthew Fink, MD, presidente del departamento de neurología, Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian, ciudad de Nueva York; Larry Goldstein, MD, profesor y presidente, Departamento de Neurología, decano asociado, investigación clínica, Facultad de Medicina, y codirector, Instituto de Neurociencias de Kentucky, Universidad de Kentucky, Lexington; Annals of Neurology, 6 de octubre de 2023.