Cómo contribuir al bienestar del cerebro desde la alimentación: 3 recomendaciones de la neurociencia

En exclusiva para Infobae, Ineco brindó una serie de acciones para prevenir el sobrepeso y la obesidad, que pueden afectar al órgano central que comanda nuestro cuerpo. Cómo lograr un peso saludable

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La dieta MIND incluye el consumo de gran variedad de frutas y verduras, pescado, granos enteros, grasas saludables como aceite de oliva y frutos secos (Getty Images)
La dieta MIND incluye el consumo de gran variedad de frutas y verduras, pescado, granos enteros, grasas saludables como aceite de oliva y frutos secos (Getty Images)

Es importante concientizar acerca de que el sobrepeso y la obesidad no tienen que ver con lo estético, sino que son factores de riesgo que pueden llevar a presentar alteraciones cardíacas, diabetes y hasta también puede afectar al cerebro. Investigaciones recientes dan cuenta del rol que cumple la grasa abdominal y cómo esta puede acelerar el envejecimiento normal del cerebro.

“A medida que envejecemos, los olvidos pueden ocurrir con mayor frecuencia y realizar varias tareas a la vez puede resultar más complejo. En ese sentido, el exceso de peso y la grasa que se almacena en el abdomen pareciera ser un acelerador y actúa como un factor de riesgo frente a alteraciones cerebrales”, mencionó la licenciada Sol Vilaró (MN 5647) , directora del departamento de Nutrición de INECO.

El exceso de grasa en el cuerpo de personas con sobrepeso y obesidad se almacena en el tejido celular subcutáneo y en el tejido adiposo visceral, generando citoquinas proinflamatorias, que desencadenan un estado de inflamación sistémica crónica y resistencia a la insulina. Tanto la inflamación como la resistencia a la insulina, son factores de riesgo para presentar deterioro cognitivo, Alzheimer y otros tipos de demencia.

Asimismo, las personas con obesidad tienen mayor probabilidad de tener diabetes de Tipo 2, hipertensión y colesterol alto. En línea con esto, la profesional de INECO agregó: “Esta constelación de factores de riesgo cardiovascular, que acompañan a la obesidad, sabemos que pueden tener un efecto perjudicial para el cerebro. La obesidad es un problema de salud crónico, por lo tanto, las estrategias implementadas para su tratamiento tienen que poder sostenerse en el tiempo”.

A continuación, la licenciada Vilaró compartió una serie de consejos para contribuir al bienestar del cerebro desde la alimentación, para quienes precisan alcanzar un peso saludable dado que presentan sobrepeso u obesidad:

EJERCICIOS INECO 6/10
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Dado que los nutrientes por separado no han demostrado eficacia para tratar enfermedades, se ha planteado la posibilidad de utilizar una combinación de nutrientes indispensables en lugar de cada componente por separado como factor protector para la salud cerebral ya que, en la vida real, todos comemos una combinación de alimentos y nutrientes y no cada uno por separado. Esta combinación de nutrientes podría incorporarse gracias a cambios en la dieta y en el estilo de vida.

En ese sentido, MIND incluye el consumo de gran variedad de frutas y verduras, pescado, granos enteros (cereales y legumbres), grasas saludables como aceite de oliva y frutos secos. Propone limitar el consumo de carnes rojas a tres o cuatro veces por semana y dejar para eventualidades las comidas con excesos de grasas malas y azúcar.

Dicho patrón alimentario, tendría un efecto neuroprotector, probablemente a través de su efecto antiinflamatorio, y a causa de la disminución que produce del estrés oxidativo a nivel de las neuronas. Seguir estilos de vida como este ayudaría a evitar o retrasar la aparición de enfermedades cardiovasculares y demencia.

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La pérdida de peso no necesita ser dramática para tener un gran impacto. Si se tiene sobrepeso, perder entre el 5 y el 10% del peso corporal total, puede mejorar la presión arterial, las alteraciones metabólicas y la inflamación, que se han vinculado a la salud cerebral.

Como ya se mencionó anteriormente, tanto la actividad física como también llevar adelante un plan de alimentación equilibrado son cuestiones claves y necesarias para poder bajar de peso, pero existen además otras herramientas, como los medicamentos para bajar de peso que pueden ayudar a algunas personas.

Por ejemplo, existe un análogo del GLP-1, una hormona que el organismo libera después de comer y actúa sobre los receptores del cerebro que controlan el apetito y la saciedad, lo cual genera menos hambre y más saciedad con la consecuente pérdida de peso. Siempre se debe recordar que la indicación de este medicamento tiene que estar bajo supervisión de un médico especialista y debe incluir un plan de alimentación saludable, equilibrado y ejercicio físico.

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