Según los últimos datos emitidos por el Ministerio de Salud argentino, en las últimas 4 semanas se registró un incremento del 120% en los casos positivos de COVID. Ante esta situación, los expertos advierten la importancia de administrar las dosis de refuerzo e, incluso, avanzar en la vacunación a los grupos etarios más vulnerables para mantener la inmunidad. Siendo que, de acuerdo a estimaciones de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), 33 millones de argentinos se encuentran en condiciones de acceder a un nuevo refuerzo, tras haber transcurrido más de 6 meses desde su última dosis.
“Es importante mantener los esquemas de vacunación y la actualización de las vacunas para la prevención de esta enfermedad; también es importante destacar que el grupo poblacional pediátrico, en especial entre los 6 meses a 5 años, es el menos vacunado”, señaló la doctora Miriam Rozenek, médica infectóloga y geriatra (M.N. 75773), Secretaria de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Ante esta situación, los expertos recomiendan “seguir los esquemas de refuerzo en la vacunación, sobre todo en los grupos de mayor riesgo”, según señalaron en un comunicado desde Pfizer. Una acción que se muestra en consonancia con lo expresado por el Ministerio de Salud.
Es que la cartera sanitaria había aconsejado que “toda la población reciba una dosis de refuerzo a los 6 meses (mínimo 4 meses) desde la última dosis aplicada (independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente), continuando con sucesivas dosis de refuerzo con indicación según grado de exposición laboral a la infección por SARS-CoV-2 y riesgo de enfermar gravemente”.
Según los datos proporcionados por el Ministerio de Salud de la Nación, de los 1.480 casos de COVID-19 reportados en el Boletín Epidemiológico Nacional en la semana epidemiológica 34 (del 21 al 27 de agosto), se registró un salto a 3.187 casos en la semana epidemiológica 37 (del 11 al 17 de septiembre), cifra que se traduce en un incremento del 120%. En tanto, en lo que se refiere a la curva de personas hospitalizadas por COVID-19, el ascenso se registró desde principios de agosto, alcanzando las “206 notificaciones por semana”.
Ante la suba de casos, la epidemióloga del Ministerio de Salud, Analía Rearte subrayó que “es fundamental aumentar las coberturas de vacunación, tanto contra el COVID como contra la gripe, especialmente en poblaciones vulnerables”. Es por eso que “las dosis de refuerzo son necesarias para que esas poblaciones se mantengan protegidas contra el riesgo de sufrir cuadros graves y para prevenir las secuelas de la infección. También las vacunas ayudan a prevenir las secuelas de la infección, es decir, el COVID prolongado”.
Es por eso que la recomendación se centra en las personas mayores de 50 años, en las gestantes y/o en las personas inmunosuprimidas, así como aquellos mayores de 6 meses con afecciones de base como enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diabetes, entre otras. En ellos se incrementa el riesgo de padecer un cuadro grave de COVID-19.
“Muchas personas han descuidado sus refuerzos de la vacuna contra el COVID-19, cosa que no deberíamos hacer. Si bien la emergencia sanitaria ha sido declarada como finalizada, está claro que la pandemia sigue y que el virus está instalado en todo el mundo y sigue contagiando”, afirmó Rozenek.
En este sentido, los expertos advirtieron que “si bien debido a las elevadas coberturas iniciales de vacunación contra el COVID-19 hoy la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 no suele conllevar los riesgos que presentaba en las etapas iniciales de la pandemia, se advierte una importante disminución en la administración de los refuerzos de la vacunación, lo que representa un riesgo, especialmente en los mayores de 50 años o con enfermedades que comprometen su inmunidad y en las gestantes, que engloban el grupo denominado ‘de alto riesgo’ de enfermedad grave”.
Asimismo, desde el Ministerio de Salud de la Nación emitieron una recomendación para que toda la población reciba una dosis de refuerzo a los 6 meses (mínimo 4 meses) desde la última dosis aplicada (independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente); además de un refuerzo cada 6 meses en las personas con ‘riesgo alto’; dosis de refuerzo a los 6 meses y con un esquema de inmunización anual para los de ‘riesgo intermedio’; y solo una dosis de refuerzo cada año a los que pertenecen al segmento de ‘bajo riesgo de enfermedad grave’
Al tiempo que aclararon que “se considera de riesgo intermedio a las personas entre 6 meses y 49 años con comorbilidades no inmunosupresoras, como enfermedades crónicas y obesidad, y al personal de salud y personal estratégico. Como enfermedades crónicas se incluyen las respiratorias, cardiovasculares y diabetes, entre otras. Mientras que son personas de bajo riesgo de enfermedad grave aquéllas entre 6 meses y 49 años sin enfermedad de base o comorbilidad”.
“Para mantener la inmunidad, sobre todo proteger a quienes más riesgo tienen de presentar enfermedad grave y complicaciones (mayores de 50 años, las personas gestantes y los inmunosuprimidos, como los pacientes oncológicos, trasplantados, que viven con VIH o que tienen enfermedades autoinmunes) es importante mantener altas coberturas de vacunación, con los refuerzos recomendados al día”, agregó Rozenek.
En palabras de la experta, la pandemia no terminó sino que sigue en evolución y “el virus continúa presentando modificaciones (mutaciones) como la más reciente EG.5. Por eso, es tan importante mantener los esquemas de vacunación y la actualización de las vacunas para la prevención de esta enfermedad; también es importante destacar que el grupo poblacional pediátrico, en especial entre los 6 meses a 5 años, es el menos vacunado”.
De acuerdo con estimaciones de la SAVE, 33 millones de argentinos ya recibieron su esquema primario de inmunización para la prevención de la COVID-19 y se encuentran en condiciones de acceder a un nuevo refuerzo porque transcurrieron más de 6 meses desde su última dosis.
“Solamente con las buenas coberturas de vacunación contra la COVID-19 de la gran mayoría de la población podemos aspirar a controlar la enfermedad, sin las complicaciones que se presentaron antes de poder contar con la disponibilidad de la vacunación. Como con todas las vacunas, la efectividad de una vacuna puede ser muy buena, pero si no llega a los brazos de la población y queda en la heladera, no sirve”, concluyó la doctora Rozenek.