La emergencia global de salud pública por COVID-19 terminó, pero la pandemia continúa, repiten los expertos. Es que si bien -gracias a la vacunación y a la cantidad de personas que cursaron la infección- se fue robusteciendo la inmunidad de toda la población, el virus SARS-CoV-2 sigue circulando en Argentina y el mundo.
Según los datos del Ministerio de Salud de la Nación, de los 1.480 casos de COVID-19 reportados en el Boletín Epidemiológico Nacional en la semana epidemiológica 34 (del 21 al 27 de agosto), el último reporte informó 3.187 casos confirmados en la semana epidemiológica 37 (del 11 al 17 de septiembre), lo que marca un crecimiento de 120% en las últimas cuatro semanas.
La curva de personas hospitalizadas por COVID-19 replica ese incremento y está en ascenso desde principios de agosto. “En las semanas epidemiológicas (SE31-37), el promedio de casos continuó con tendencia ascendente, alcanzando 206 notificaciones por semana”, según indica el boletín.
En números, los casos confirmados de personas con la infección informados en la semana 34 fueron 1.480, mientras que en la semana 35 pasaron a 2.060, en la 36 los casos subieron a 3.239, para luego tener una leve baja y ubicarse en los 3.187 en la semana 37.
Así, los números oficiales marcan un aumento de infecciones -en el acumulado del último mes- de más del doble.Todo según cifras del Boletín Epidemiológico.
¿Los casos suben por las nuevas variantes de COVID?
Para el doctor en física, investigador del Conicet y secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham, Jorge Aliaga, “hubo una suba clara de casos, producto seguramente del ingreso de una nueva variante al país”.
Respecto a la baja de casos de esta semana, dijo a Infobae que “puede tener que ver con un retraso en la carga de datos”.
“No obstante, esta cifra seguro que aumentará a medida que se vayan cargando los casos; pero la tendencia (real) es a la disminución, y eso puede verse también en una baja de la tasa de positividad (confirmados sobre testeados)”, analizó Aliaga, quien realiza semanalmente un análisis de las cifras de COVID según los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.
Sobre las causas de esta tendencia a la baja, observó que “la experiencia hasta ahora indica que las subas no son por estacionalidad, como ocurre con otras enfermedades respiratorias en invierno sino por la circulación de nuevas variantes”. “Pasadas unas semanas, se alcanza una cantidad de contagios que hace que haya menos susceptibles y bajan los casos”, sostuvo, al tiempo que destacó que “a diferencia de otras subas, se registran hay pocos muertos debido al estado de vacunación de la población, pero siempre las personas mayores o aquellas con comorbilidades son las más susceptibles a complicaciones y muerte cuando los casos suben”.
Según las cifras oficiales, los fallecidos pasaron de ocho en la semana 34, para duplicarse a 16 en la 35. El número (16) se repitió en la semana 36, y subió a 22 en la última semana.
La importancia de sostener la vacunación
“Las hospitalizaciones aumentaron como consecuencia de la suba en la cantidad de casos. Son los pacientes más vulnerables que requieren internación. También puede haber una relación con que las personas no se han aplicado este año las dosis de vacunas de refuerzo, que son necesarias para proteger contra los cuadros graves”, había analizado en Infobae Leda Guzzi, de la comisión de comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología.
Ante la suba de casos, la epidemióloga del Ministerio de Salud, Analía Rearte subrayó que “es fundamental aumentar las coberturas de vacunación, tanto contra el COVID como contra la gripe, especialmente en poblaciones vulnerables”.
Según la funcionaria, “las dosis de refuerzo son necesarias para que esas poblaciones se mantengan protegidas contra el riesgo de sufrir cuadros graves y para prevenir las secuelas de la infección. También las vacunas ayudan a prevenir las secuelas de la infección, es decir, el COVID prolongado”.
¿Quiénes deben vacunarse contra el COVID?
Las últimas recomendaciones de la cartera sanitaria nacional y el Consejo Federal de Salud indican que todas las personas a partir de los seis meses de edad deben contar con al menos el esquema primario completo y un refuerzo aplicado en los últimos seis meses.
Para las personas sanas, consideradas de riesgo bajo, se aconseja una dosis de refuerzo anual.
Asimismo, se considera que las personas de 50 años o mayores, las personas gestantes y las que tienen inmunocompromiso a partir de los seis meses de vida están en riesgo alto de padecer COVID grave, por lo que deben aplicarse una dosis de refuerzo a los seis meses desde la última dosis aplicada y continuar con la misma periodicidad.