(HealthDay News) - La leche materna proporciona muchos beneficios para los bebés y sus madres, y un nuevo estudio resalta otro más: la leche de la madre provee proteínas que son importantes para la salud intestinal del recién nacido.
“Aquí demostramos que la concentración de ciertas proteínas en la leche materna humana predice la abundancia de microorganismos específicos en el intestino de los infantes, que son conocidos por ser importantes (y) necesarios para la salud,” dijo el co-autor Dr. Ignatius Man-Yau Szeto del Instituto de Nutrición Maternal e Infantil Yili en Beijing, China.
Los resultados fueron publicados el 13 de septiembre en la revista Frontiers in Microbiology.
“Estos hallazgos sugieren que las proteínas maternas juegan un papel en el desarrollo inmunológico y metabólico temprano de los bebés”, dijo Szeto en un comunicado de prensa de la revista.
La función de potenciación inmunológica de las proteínas de la leche materna podría ser de doble vía, dijeron los investigadores. Pueden estimular el sistema inmunológico directamente, pero también indirectamente, regulando la abundancia de microorganismos en el microbioma del intestino, que a su vez afectan la inmunidad.
Los investigadores analizaron la composición proteica de la leche materna de 23 madres chinas, utilizando cromatografía líquida de alta resolución acoplada a la espectrometría de masas.
También observaron la diversidad y abundancia de microbios intestinales beneficiosos en las heces de sus infantes.
“Nos centramos en nueve proteínas de la leche, incluyendo osteopontina, lactoalbúmina y Kappa caseína, porque recientemente se descubrió que benefician el desarrollo temprano de los infantes. Su función y mecanismos aún no han sido completamente descubiertos, así que queríamos examinar su potencial papel en la regulación del microbioma de los infantes”, dijo la co-autora Dra. Ai Zhao de la Universidad de Tsinghua.
Los investigadores encontraron que la concentración de proteínas en la leche materna era del 1.6% a los 42 días después del parto y del 1.2% a los tres meses después del parto.
Las proteínas más abundantes eran caseína, α-lactoalbúmina y lactoferrina. La concentración de la mayoría de las proteínas estudiadas disminuyó de los 42 días a los tres meses después del parto, con la excepción de la inmunoglobulina A, que es un anticuerpo importante para la función inmune de las membranas mucosas.
El microbioma intestinal de los bebés estaba compuesto principalmente por los géneros bacterianos Bifidobacterium, Escherichia, Streptococcus y Enterobacter.
El equipo de investigación encontró las asociaciones más fuertes entre las concentraciones de proteínas de la leche materna y dos bacterias beneficiosas que eran relativamente raras dentro del microbioma intestinal de los bebés. Estas eran Clostridium butyricum y Parabacteroides distasonis. Ambas se usan como probióticos para humanos y animales domésticos.
Las variaciones en la concentración de ciertas proteínas explicaron las diferencias en ciertas bacterias que pueden regular el intestino, combatir la enfermedad inflamatoria intestinal y contrarrestar la diabetes y el cáncer de colon.
“Los resultados de este estudio sugieren que proteínas específicas en la leche materna pueden influir en la abundancia de ciertos microbios intestinales en los infantes, desempeñando un papel importante en el desarrollo inmunológico y metabólico temprano”, concluyeron los autores. Sin embargo, es necesario más investigación. “Nuestros hallazgos se basan en correlaciones, que no son suficientes para establecer un efecto causal directo”, dijo Szeto.
Más información. El Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de EE.UU. tiene más información sobre el microbioma.
FUENTE: Frontiers in Microbiology, comunicado de prensa, 12 de septiembre de 2023.
*Por Cara Murez. Health Day Reporters. Healthday Spanish