Los casos de personas con el diagnóstico de COVID han aumentado desde la segunda mitad de julio pasado y siguieron creciendo durante agosto en la Argentina.
Como el coronavirus aún sigue circulando, hoy es clave prestarle atención a los síntomas y a las diferentes herramientas para la prevención de la infección. Algunos grupos de personas, que corren más riesgo de sufrir cuadros graves, tienen que ir a hacerse el testeo para determinar el diagnóstico.
Los síntomas pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Incluyen fiebre o escalofríos, tos, dificultad para respirar (sentir que le falta el aire), fatiga, dolores musculares y corporales, dolor de cabeza, pérdida reciente del olfato o el gusto, dolor de garganta, congestión o moqueo, náuseas o vómitos, y diarrea
Las personas que pueden acceder a los testeos en hospitales públicos en Argentina son las que se consideran en grupos priorizados: mayores de 50 años, personas gestantes, personas con comorbilidades, como diabetes, obesidad grados 2-3, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica, enfermedad respiratoria crónica, y enfermedad hepática crónica.
También están dentro de los grupos priorizados las personas que viven con VIH, personas con discapacidad intelectual, portadores de enfermedades oncológicas u oncohematológicas, pacientes en pre o post-trasplante, portadores de enfermedades autoinmunes o en tratamiento inmunosupresor-inmunomodulador o biológico,personas con tuberculosis.
Además, deben testearse los trabajadores esenciales (trabajadores o residentes de instituciones de larga estadía, de servicios de salud o personal de seguridad) y los convivientes con personas de riesgo.
En CABA, los grupos priorizados deben ir a algunas de las 19 unidades febriles. Dos de ellas -una en el Hospital Gutiérrez y la otra en el Hospital Pedro de Elizalde- son exclusivamente para testeos en niños que estén dentro de los grupos priorizados.
El Ministerio de Salud porteño recomendó que una persona no pertenece a los grupos priorizados y tiene síntomas de COVID se debería aislar 5 días y luego hacer otros 5 días de cuidados. Ante cualquier duda, aconsejó consultar con el médico de cabecera.
En tanto, en provincia de Buenos Aires, los testeos para COVID se hacen en los hospitales públicos de cada municipio para los grupos priorizados, como mayores de 50 años, personas con comorbilidades, personal de salud y todas las personas internadas por causas respiratorias.
Si una persona identifica que tiene síntomas compatibles con COVID pero no está dentro de los grupos habilitados para testearse, “lo que tiene que hacer es quedarse en su casa, sin contacto con otras personas hasta que ya no perciba síntomas”, dijo a Infobae Leticia Ceriani, subsecretaría de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización del Ministerio de Salud bonaerense.
En Córdoba, los testeos son también para los grupos priorizados. El Ministerio de Salud provincial aclaró que si una persona no cumple los criterios, pero presenta síntomas, debe acudir al centro de salud más cercano. En función de la valoración clínica y el diagnóstico diferencial que realice el/la profesional, se determinará la necesidad o no de realizar el testeo para este u otros virus.
Los casos de COVID habían empezado a aumentar en julio pasado. Si se tiene en cuenta la fecha de inicio de los síntomas, el promedio semanal diario de casos confirmados fue de 134 durante la primera semana de agosto. En cambio, fueron 388 casos como promedio semanal diario durante la primera semana de septiembre, según el análisis de Jorge Aliaga de la Universidad Nacional de Hurlingham, provincia de Buenos Aires, en base a los datos aportados por el Ministerio de Salud de la Nación.
Es una suba que implica un aumento del 190% en un mes. Por supuesto, que los valores no son tan altos como los que había durante las olas de 2021 y 2022.
También el COVID sigue causando muertes. En julio pasado murieron 32 personas por el COVID en el país. En agosto 35 y solo en la primera semana de septiembre ya fueron 12, según el análisis de Aliaga. Desde 2020 hasta ahora hubo 130.641 muertes notificadas por el COVID en Argentina.
Uno de los motivos del aumento de casos de COVID sería el ingreso al país de un sublinaje del coronavirus que es más transmisible. Se llama popularmente Eris. Su nombre para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es EG.5. Otra de las razones por las cuales crecen los casos es porque muchas personas ya no tienen la protección de las vacunas porque no fueron a aplicarse los refuerzos.
Todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben contar con al menos el esquema primario completo y un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses. El intervalo mínimo entre refuerzos y entre el esquema primario y la dosis de refuerzo es de 4 meses.
La aplicación de las dosis de refuerzos se estratifica según el grado de riesgo de tener enfermedad grave. Se considera que tienen riesgo alto de COVID-19 grave, todas las personas de 50 años o mayores y personas gestantes, pacientes con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida. En esos casos, se deben aplicar una dosis de refuerzo a los seis meses desde la última dosis aplicada y continuar con la misma periodicidad.
En tanto, tienen riesgo intermedio las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas, obesidad), personal de salud y personal estratégico. Deben recibir dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar con periodicidad anual.
Las personas entre 6 meses y 49 años inclusive sin comorbilidades se consideran en riesgo bajo. Deben aplicarse una dosis de refuerzo a los 12 meses desde la última dosis aplicada y continuar con periodicidad anual.
Además de las vacunas, se debería tener en cuenta que el coronavirus se transmite principalmente por el aire. Si una persona está infectada (con o sin síntomas) puede transmitir el virus al exhalar, toser, estornudar, hablar, gritar o cantar. Por esto, es importante reducir el uso de los espacios cerrados o usar la ventilación cruzada y permanente.
“La ventilación es clave para evitar brotes o eventos de supercontagio en lugares cerrados donde muchas personas comparten el aire”, subrayó a Infobae la científica Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, que depende del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y una de las organizadoras de la campaña Ventilar del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina.