El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que se manifiesta con daño renal agudo y alteraciones sanguíneas, como trombocitopenia y anemia. Aunque los niños menores de 5 años son los más afectados, también puede impactar a embarazadas, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
En el Día Nacional contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) que se celebra hoy 19 de agosto, los especialistas del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires destacaron que en los últimos tres años hubo un aumento de casos detectados en la Argentina, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina tiene una de las tasas de incidencia más altas del mundo de SUH”, destacan los especialistas en nutrición.
Las estadísticas recientes revelan una tendencia en ascenso. A pesar de que entre 2014 y 2021 los casos de SUH habían disminuido, en los últimos tres años se ha registrado un incremento del 13,33%. Estos números, reflejados en el último Boletín Epidemiológico, muestran un cambio de una tasa de 0.30 a 0.34 por cada 100.000 habitantes.
El SUH es la principal causa de insuficiencia renal en lactantes y niños pequeños, y la segunda en enfermedad renal crónica, de acuerdo al Comité Nacional de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Además, es responsable de aproximadamente el 20% de los trasplantes renales en niñas, niños y adolescentes.
En Argentina, el Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad endémica. Se transmite por ingestión de alimentos o aguas contaminadas, de persona a persona y por contacto con el medio ambiente, ya que la bacteria puede sobrevivir meses en el estiércol. El contacto directo con animales debe ser con precaución y hay que tener en cuenta circunstancias como las visitas a granjas, frecuentes en edad preescolar y escolar.
“La causa más común de SUH está asociada con infecciones intestinales causadas por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC)”, comenta Diego Ripeau, nefrólogo pediátrico del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas (MN 105368).
Los alimentos contaminados con STEC incluyen carne poco cocida, leche no pasteurizada, vegetales y frutas sin lavar adecuadamente. “Los niños pequeños, especialmente los menores de 5 años, son los más vulnerables al SUH. Otros factores de riesgo incluyen vivir en áreas rurales, contacto con animales de granja y no seguir buenas prácticas de higiene”, resalta el especialista.
“El síndrome urémico hemolítico generalmente se desarrolla por etapas. Primero, al llegar la bacteria al intestino, produce diarrea intensa, en la mayoría de los casos con sangre, vómitos, dolor abdominal y decaimiento. A los pocos días, es seguido por un cuadro de palidez, debilidad, sensación de fatiga, petequias (manchas rojas en la piel, como puntos), hematomas y disminución de la diuresis (que puede manifestarse por edemas e hipertensión arterial). En casos más graves el SUH puede generar convulsiones, daño neurológico e incluso la muerte por lo que estar atentos a los primeros síntomas resulta importantísimo”, advierte Ripeau.
Esta afección generalmente se desencadena por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria STEC. Esta bacteria produce toxinas que dañan los vasos sanguíneos en los riñones, lo que lleva a la formación de trombos y, en última instancia, al fallo renal.
“Si bien los casos y tasas de notificación de SUH en Argentina muestran una tendencia descendente en los últimos años, continúa siendo una enfermedad endémica y nuestro país tiene la mayor incidencia mundial. Es la segunda causa de insuficiencia renal crónica en niños y de trasplantes renales en edades pediátricas, pese a ser una enfermedad prevenible”, resalta el pediatra.
“En nuestro país la recomendación de no ofrecer carne picada a niños y niñas menores de 5 años, porque es uno de los productos de mayor riesgo, ya que durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción”, asegura Erika Noelia Skrypnik, licenciada en Nutrición (MP 5259), matriculada en el Colegio de Nutricionistas bonaerense.
Aunque no hay un tratamiento específico para el SUH, la prevención es la principal herramienta, por ello el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires recomienda:
1 - Evitar que los alimentos pierdan la cadena de frío, adquirir lácteos y carnes al final de la compra.
2 - Guardar las carnes en los estantes inferiores y evitar que sus jugos se derramen en otros alimentos.
3 - Separar los alimentos crudos y cocidos en recipientes diferentes para evitar la contaminación cruzada.
4 - Evitar descongelar las carnes bajo el chorro de agua caliente o en la mesada para prevenir la contaminación. Se sugiere descongelar en la heladera.
5 - Realizar un correcto lavado de manos, previo a la manipulación de alimentos.
6 - Lavar adecuadamente frutas y verduras; si no hay agua potable colocar dos gotas de lavandina por litro de agua y dejar reposar 20 minutos.
7 - Utilizar tablas y cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos y cocinar a temperatura mayor a 71 °C.
8 - Fomentar el lavado frecuente de las manos luego del cambio de pañales, uso de sanitarios y antes de preparar o ingerir alimentos.
Seguir leyendo: