Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el cáncer es la segunda causa principal de muerte en las Américas. Además, se prevé que para el 2030, el número de personas recién diagnosticadas con enfermedades oncológicas aumentará 32% y ascenderá a más de 5 millones de habitantes por año en la región, debido a que la población está envejeciendo, los estilos de vida están cambiando y a la exposición a factores de riesgo”.
Para el organismo sanitario, “la carga del cáncer se puede reducir mediante la implementación de estrategias basadas en la evidencia para su prevención, tamizaje, detección temprana, tratamiento y también para mejorar el acceso a los cuidados paliativos”.
Justamente en lo que respecta a tratamientos, hay estimaciones internacionales que muestran que, aproximadamente, el 20% de la inversión en salud que se destina a las personas con afecciones oncológicas deriva en intervenciones con resultados ineficaces.
Por lo tanto, resulta fundamental establecer un marco que determine qué prácticas terapéuticas realmente pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y a reducir la mortalidad prematura asociada a esta enfermedad. De este modo, se podrían minimizar las intervenciones que no son eficaces y reorientar el abordaje hacia aquellas que sí tienen un impacto positivo.
“Aproximadamente el 20% del gasto sanitario en cáncer se desperdicia actualmente en intervenciones ineficaces o ineficientes. Todas estas ineficiencias pueden conducir a costos evitables importantes para los sistemas sanitarios, para los pacientes y para la sociedad en su conjunto, así como también a malos resultados sanitarios en términos de mortalidad prematura y reducción de la calidad de vida”, advirtió Eduardo Pisani, CEO de All.Can, en un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Cancer Policy.
All.Can es una iniciativa global cuyo objetivo es mejorar la eficiencia en el cuidado del cáncer centrándose en las personas. Recientemente, la organización anunció el lanzamiento de una colaboración con el Centro Médico Académico de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) con el objetivo de desarrollar una Guía de Implementación de Métricas de Eficiencia.
Esta guía permitirá que los distintos actores involucrados en la atención del cáncer (médicos, instituciones y gobiernos, entre otros) lleven adelante acciones que mejoren los resultados de los tratamientos, evitando la implementación de terapéuticas ineficaces. Cabe aclarar que habrá médicos e investigadores nucleados en All.Can Argentina que participarán de esta iniciativa.
Según las últimas estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan) de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), en el país se registraron 130.878 casos nuevos de cáncer en el año 2020, mientras que en el mismo período fallecieron 61.740 personas por esa causa.
“La atención del cáncer es responsable del 5% al 7% de los costos sanitarios en Europa, habiendo alcanzado aproximadamente 103.000 millones de euros al año en 2018, que asciende a 199.000 millones si también se tienen en cuenta los costes incurridos fuera del sistema sanitario -escribió Pisani en la revista Journal of Cancer Policy-. Sin embargo, se espera que los costos del cáncer aumenten más rápido que otras áreas relacionadas de la atención médica, impulsados no solo por factores como el envejecimiento de la población y el aumento de la incidencia”.
Pisani destacó que la falta de investigaciones clínicas, de servicios de salud adecuados y de estudios integrados de economía de la salud también se cuentan detrás de las causas que motorizan el aumento en la inversión de la atención del cáncer. De ahí que el desarrollo de guías que definan la forma más eficiente de brindar y mejorar los tratamientos basados en la evidencia no solo mejorará la calidad de vida de los pacientes y su sobrevida, sino que también reducirá las erogaciones que estas intervenciones reportan actualmente al sistema de salud.
“Dado que los presupuestos de atención médica no son ilimitados, reducir las ineficiencias permitirá reasignar recursos para responder a las crecientes necesidades de los pacientes y brindar una mejor atención. Hay muchas maneras de mejorar la eficiencia en la atención del cáncer”, señaló el experto.
Anteriormente, una encuesta internacional realizada por All.Can identificó cuatro áreas prioritarias para la mejora de la eficiencia de la atención del cáncer desde la perspectiva del paciente: garantizar un diagnóstico rápido, preciso y adecuado; mejorar el intercambio de información, el apoyo y la toma de decisiones compartidas; hacer realidad la atención integrada multiprofesional para todos los pacientes; y abordar las implicaciones financieras del cáncer.
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