La principal causa de muerte en el mundo son las enfermedades del corazón. No obstante, se puede salvar la vida de una persona que padece un ataque cardíaco si se procede con rapidez, antes de que llegue el servicio médico de emergencia, lo que incrementa las probabilidades de supervivencia en un 70%. Para esto es fundamental la normativa sobre los dispositivos desfibriladores y la capacitación de todas las personas en reanimación cardio pulmonar (RCP).
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Los infartos de miocardio cobran más de 17 millones de vidas al año en todo el mundo y se estima que la cifra ascenderá a 23 millones para el año 2030, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero la nueva ley de Argentina número 27.159, cuyo objetivo es que cada espacio público disponga de desfibriladores externos automáticos (DEA), y la cantidad de personas que están aprendiendo técnicas de RCP han logrado que las personas que sufren un accidente cardiológico, tengan un 70% de chances de sobrevivir incluso antes de que una ambulancia y un médico lleguen a asistirlos.
“Luego de un accidente, aunque no se conozca exactamente la causa, si se percibe que la persona está inconsciente y no respira espontáneamente, hay que iniciar rápidamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar”, explicó el doctor Patricio Rattagan, médico cardiólogo.
“La reanimación cardiopulmonar es lo que se debe realizar para mantener el riego y oxigenación de los diferentes órganos y tejidos. Si logramos poner en marcha de nuevo el corazón, la persona que ha sufrido el paro cardíaco puede seguir con vida. Las posibilidades de supervivencia y la reducción de las lesiones cerebrales siempre son mayores cuando se realiza una reanimación adecuada, aunque ésta se ejecute por parte de alguien que no es personal de salud”, explicó el cardiólogo.
Para eso, dice el doctor Rattagan, es importante estar alertas y poder distinguir cuáles son los signos que presenta una persona que se encuentra en paro cardiorespiratorio. La persona se encuentra en un estado inconsciente, es decir, no responde a ningún tipo de llamado, no respira y no tiene pulso. En ese contexto, también los desfibriladores son una herramienta muy importante dado que la desfibrilación precoz aumenta de manera considerable la sobrevida.
La ley 27.159, sancionada hace siete años, pero reglamentada recién el año pasado, habla de mejorar la supervivencia de la muerte súbita, poniendo énfasis en el acceso público a la desfibrilación y la RCP, y determina los espacios públicos o privados con acceso público en los cuales debe haber desfibrilador automático externo (DEA) en cantidad y localización adecuadas.
Estas dos herramientas, tener un equipo de DEA y saber hacer RCP, son fundamentales para salvar muchas vidas. Las siguientes son una serie de preguntas y respuestas para conocer de qué forma actuar y cómo usar un desfibrilador.
Daniel López Rosetti sufrió en primera persona el no haber contado con alguien que supiera hacer RCP. Su padre falleció un viernes, había sufrido un evento cardiovascular en España y nadie pudo ayudarlo en ese momento. El médico tramitó el pasaporte de urgencia y llegó el lunes a Sevilla. Su madre, apuntó, estaba “como debía estar: llorando”. Hasta entonces su especialidad médica era clínica y cardiología.
“Dos cosas emergieron de ese hotel y ese día: a mi papá no le hicieron RCP (reanimación cardiopulmonar), desde ahí trabajo para educar sobre RCP. La otra es que después tuve tuberculosis por inmunosupresión por estrés”, señaló el prestigioso médico.
En noviembre de 2012 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26835 que incluye el aprendizaje de técnicas de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en los colegios secundarios. Ocho meses antes, la ley era una idea que López Rosetti dejaba en un sobre de papel madera en la Mesa de entradas del Congreso. Luego siguió en detalle desde los balcones, las sesiones, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, que trataron la norma.
El día que se sancionó dio la noticia en el informativo de Telefe. Y cerró así: “Papi: cumplí”. “Solo con tus manos salvas una vida” era el eslogan con el que trabajó durante meses y llegó, junto a la Cruz Roja Argentina, la Sociedad Argentina de Cardiología, entre otras organizaciones, a instalar una carpa frente al Congreso en el que se le hizo RCP sin parar a un muñeco durante un día.
Qué es un desfibrilador y cómo se usa
“Es un dispositivo electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular. Emite la señal de alerta para la aplicación de una descarga eléctrica que restablezca el ritmo cardíaco normal”, explicó Tomás Piqueras, del Centro de Servicios Hospitalarios.
“Es muy importante promover la accesibilidad de toda la población a la resucitación cardiopulmonar y a la desfibrilación con estos equipos en espacios públicos y privados y concientizarlos sobre la importancia de los lugares cardio asistidos para incentivar la cadena de supervivencia”, agregó Piqueras.
Sin dudas, para que estas instancias se den, es necesario que las personas tengan acceso a la información sobre primeros auxilios, maniobras de resucitación cardiopulmonar básica y desfibrilación automática externa. Todos pueden aprender qué hacer en caso de una muerte súbita y no es necesario ser médico, médica o tener una ocupación relacionada con la salud para poder ayudar a los demás.
“El proceso para usar un desfibrilador consiste en colocar unos parches en el pecho del paciente, normalmente se indica la posición en ilustraciones incorporadas en el propio desfibrilador, y esperar a que el aparato nos indique si hay que realizar o no una descarga. En caso afirmativo, es importante no tocar al paciente y confirmar la descarga en el botón correspondiente. A continuación, reanudar el masaje cardíaco hasta que llegue la ambulancia” explicó Tomás Piqueras.
Cómo se hace RCP
Si bien esta práctica y técnica es mejor aprenderla en forma presencial, con los profesionales adecuados, el doctor Patricio Rattagan, dio algunas pautas que pueden ayudar en ese momento por el que la mayoría de las personas temen actuar y que, al mismo tiempo, puede ser fundamental.
“En el ámbito extra hospitalario primero hay que comprobar que la escena sea segura para tomar contacto con la víctima. y, posteriormente , evaluar su estado de consciencia. Lo mejor es arrodillarse a la altura de los hombros de la persona afectada y sacudirlos con cuidado preguntándole en voz alta si se encuentra bien”, dijo.
Es muy importante: “la búsqueda del pulso carotídeo para comprobar la existencia o no de pulso no debe demorar el inicio de las compresiones. Por lo tanto, si la persona no responde, no respira o lo hace con dificultad, hay que quedarse con ella pero pedir ayuda. Que alguien llame al sistema de emergencias y, si se dispone, de un DEA, solicitar que lo acerquen al lugar. Inmediatamente se deben iniciar las maniobras de reanimación”, explicó el cardiólogo.
En ese mismo momento, hay que ponerla en posición de reanimación. Boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una superficie rígida y con el tórax al descubierto.
Luego, colocar una mano sobre la frente y con la otra tirar del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua obstruya el paso del aire a los pulmones.
“Se deben iniciar las compresiones torácicas a razón de 100 a 120 compresiones torácicas por minuto en el centro del pecho. El objetivo es realizar compresiones de calidad, permitiendo una correcta expansión del tórax, minimizando las interrupciones de las mismas. En caso de ser más de una persona en la escena es conveniente relevarse cada dos minutos para mantener una compresión eficaz”, detalló Rattagan.
“Respecto a la respiración boca a boca en adultos, cabe resaltar que en los últimos tiempos se puso mucho énfasis en los beneficios de una buena compresión torácica. Con lo cual si a la persona que se encuentra realizando la reanimación le genera incomodidad la respiración boca a boca, puede seguir realizando las compresiones de calidad y estará ayudando de igual manera a salvar esa vida”, afirmó el médico.
En el caso de los bebés y niños, en los que en la mayoría de los casos el RCP se produce por falta de oxigenación sanguínea, las ventilaciones/compresiones recobran más importancia y se sugiere la secuencia 30 compresiones y 2 ventilaciones por minuto. No debe interrumpirse esto hasta que la persona inicie una respiración espontánea o una vez llegado y conectado el DEA al paciente para poder seguir sus indicaciones.
Los mejores hábitos para cuidar el corazón durante toda la vida
Las malas estadísticas mencionadas más arriba tienen una contracara en hábitos saludables que ayudan a que las personas de todas las edades no tengan problemas cardíacos.
Los expertos recomiendan los chequeos anuales, incluso desde jóvenes, para comprobar que el corazón está funcionando bien.
Además de seguir las recomendaciones básicas para cuidar el corazón: alimentación evitando las dietas cargadas de grasa y sodio; realizar ejercicio físico, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol; tener un buen descanso y evitar el estrés lo más posible.
Esto puede ser muy desafiante en la vida cotidiana, pero algunas herramientas permiten equilibrarlo, como el yoga, la meditación, la psicoterapia. También la cercanía con las personas queridas.
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