Si bien ya no rige la declaración de emergencia sanitaria global, el coronavirus aún sigue circulando y causando la muerte en poblaciones vulnerables. De hecho, en el último mes 3.700 personas perdieron la vida en el mundo por el SARS-CoV-2, el virus que causa la infección del COVID-19.
Las fórmulas actuales de las vacunas brindan protección contra la enfermedad grave y la hospitalización, sin embargo, el virus sigue evolucionando y emergen diferentes sublinajes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que ahora está vigilando principalmente a dos sublinajes de Ómicron que resultan de interés. Son los sublinajes XBB.1.5 y XBB.1.16.
En muchos países se siguen aplicando las vacunas bivalentes como refuerzos, que dan alta protección contra la cepa original del virus (conocida como la ancestral de Wuhan, China) junto con los linajes de Ómicron BA.4 y BA.5. Sin embargo, a partir de los cambios por la evolución del virus, los expertos en virología e infectología, junto a los grandes referentes de la industria farmacéutica, empezaron a evaluar si las vacunas debían ser actualizadas para la próxima temporada de vacunación.
En Estados Unidos ya se decidió el cambio. Un grupo de asesores independientes de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de ese país votó recientemente a favor de recomendar que se actualicen las vacunas para la temporada de vacunación 2023-2024 que se iniciará en el otoño boreal (la primavera en el hemisferio sur). Y las farmacéuticas han presentado a fin de junio la evidencia científica y solicitaron la aprobación de la agencia reguladora de EEUU.
En ese marco, se espera que en septiembre, una vez que se efectivice la autorización de la FDA y la recomendación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), los fabricantes de vacunas Pfizer, Moderna y Novavax (las tres empresas que suministran las dosis para COVID en EEUU) presenten las nuevas dosis de vacunas contra la subvariante XBB.1.5 para la población estadounidense.
Vacunas actualizadas a nivel global
“Las recomendaciones más recientes del Grupo Técnico Asesor en Vacunas contra COVID-19 de la OMS es la utilización de vacuna con linajes descendientes de XBB.1 como XBB.1.5 y que las futuras formulaciones de vacunas contra la COVID-19 deberían dejar de incluir al virus ancestral (cepa de Wuhan)”, dijo a Infobae el ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología y jefe de infectología del CEMIC, Pablo Bonvehí.
A nivel global “estos cambios pueden tomar un tiempo para que se generen pero creo que esa será la tendencia en las nuevas vacunas contra COVID-19″, afirmó el experto.
En los Estados Unidos, el doctor Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, afirmó: “Nos preocupa que podamos tener otra oleada de COVID-19, que el virus siga evolucionando, que la inmunidad de la población haya disminuido aún más y que nos adentremos en la época invernal”.
Aunque hubo una limitada adherencia de las personas en ese país a vacunarse. Sólo el 17% de la población estadounidense -unos 56 millones de personas- recibieron las vacunas bivalentes desde su aprobación el pasado septiembre, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En Europa, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitieron un comunicado a principios de junio sobre las dosis actualizadas contra el COVID-19
“De acuerdo con el resultado de las reuniones recientes de los reguladores internacionales y la OMS, el Grupo de trabajo de emergencia de la EMA recomienda actualizar las vacunas para atacar las cepas XBB (un sublinaje de Ómicron), que se han vuelto dominantes en Europa y otras partes del mundo”, recomendaron los expertos europeos.
Para finalizar, el comunicado apuntó que “la EMA y el ECDC también señalan que las vacunas dirigidas solo a una cepa, como XBB.1.5, son una opción razonable para brindar protección contra las cepas emergentes y dominantes actuales”.
El avance de la subvariante XBB.1 en Argentina
Consultado por Infobae, el infectólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Hugo Pizzi, señaló que “esta nueva subvariante XBB.1 ya tiene varios meses, pero ahora los expertos se están preocupando por su propagación en América. La misma ha estado circulando desde hace más de 6 o quizás 8 meses en India, Australia, Singapur y tres países asiáticos más. Siempre fue una amenaza, el concepto general es que el virus quiere persistir y Ómicron nos ha dado muestras de que está haciendo cambios para poder seguir existiendo, produciendo varios linajes y sublinajes”.
“No creo que sea necesario dejar de usar la vacunas bivalentes actuales. Al contrario, creo que ha disminuido tanto el índice de vacunación, que lo ideal sería que realmente sigamos vacunando y utilizando esas vacunas. Pero debido a la modificación del virus en su sentido de existencia o persistencia, la vacuna contra el COVID va a ser modificada”, agregó Pizzi.
En Argentina, según informó el Instituto ANLIS/Malbrán a través del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, entre las semanas del 9 de abril al 26 de junio pasado se observó que XBB se detecta en 163 de un total de 168 muestras analizadas, BQ.1 en 3 muestras, y BA.4 en 1 muestra. Aún no se han difundido los resultados de análisis de julio pasado.
Frente a este retraso en la divulgación de la secuenciación, si bien se considera que la subvariante está presente en el país desde abril y fue ganando terreno entre las nuevas infecciones, no hay datos oficiales actualizados del avance de XBB.1.5.
En diálogo con Infobae, Mariana Viegas, coordinadora del Proyecto País de vigilancia genómica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, “la última tanda de secuenciación que hicimos hace dos meses eran varias XBB.1.5. Estamos nuevamente realizando secuenciación y este fin de esta semana estarían los resultados”.
“Desde inicio de la pandemia sabemos que el SARS-CoV-2 es un virus que sufre muchas modificaciones, con variantes y subvariantes que aparecen rápidamente. Es destacable que la evolución de la industria farmacéutica hizo que -con las nuevas plataformas de las vacunas como la de ARN mensajero- sea posible muy rápidamente y de forma accesible lograr la modificación de la estructura de la vacuna y dirigirla hacia las nuevas variantes”, dijo a Infobae Ricardo Teijeiro, médico infectólogo del Hospital Pirovano.
“Estas variantes son las que están circulando con predominio en todo el mundo y si bien pueden tener una gran circulación, afortunadamente no presentan una amenaza tan importante que pueda alterar la salud pública, pero de todas maneras es bienvenido que la industria está modificando las características de las vacunas para brindar mayor protección”, agregó Teijeiro.
Desde la perspectiva del virólogo Humberto Debat, del Conicet, INTA y Proyecto País, “los desarrollos vacunales con versión ancestral o derivada del virus siguen manteniendo altísimos niveles de efectividad frente a casos severos hospitalizaciones y fallecimientos”.
Si bien es interesante intentar actualizar en base a la dinámica de virus circulantes -consideró el científico- “ante la impredecibilidad de la trayectoria evolutiva del virus, los desarrollos implementados en base a variantes de mayor prevalencia pueden ser anacrónicos al arribar a su etapa de comercialización y distribución. Es una apuesta difícil, y en esa tensión el equipo de asesores evolución de la OMS va tomando decisiones claves que pueden incentivar o no la actualización de los desarrollos”, dijo.
Quiénes deben vacunarse contra el COVID-19
Según la última actualización realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en marzo de este año, se recomienda que las personas que se encuentran en grupos de alto riesgo para desarrollar formas graves de la enfermedad, como personas de 50 años o más, personas con inmunocompromiso y personas gestantes, reciban una dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19.
Para recibir la inmunización, deben haber pasado al menos 6 meses desde su última dosis, independientemente de la cantidad de refuerzos que hayan recibido previamente, y deben respetar un intervalo mínimo de al menos 4 meses desde su última dosis.
Asimismo, se incluyen en el grupo de riesgo medio los menores de 50 años con comorbilidades (enfermedades crónicas y/o obesidad) y las personas con mayor riesgo de exposición (personal de salud) y función estratégica. Este grupo debe recibir una dosis de refuerzo después de 6 meses de la última dosis aplicada, seguida de un refuerzo anual.
Por otro lado, las personas consideradas de bajo riesgo de complicaciones, como aquellos menores de 50 años sin comorbilidades, también deben recibir la vacunación de refuerzo contra la COVID-19, y se recomienda que se apliquen una dosis anual.
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