Tony Bennett, un ícono de la música de Estados Unidos y el mundo, murió hoy a los 96 años. Con su voz inconfundible edificó una carrera por más de 70 años y se convirtió en un emblema de la canción estadounidense, aclamado por varias generaciones. El artista había sido diagnosticado con Alzheimer hace 7 años, la enfermedad neurodegenerativa que es la forma más común de demencia.
En el mundo más de 55 millones de personas viven con Alzheimer y otras demencias. Y debido al envejecimiento natural de la población, esa cifra podría triplicarse para 2050, y llegar a más 150 millones.
En febrero de 2021, su esposa Susan Benedetto contó que a Bennett le habían diagnosticado Alzheimer en 2016, cuando tenía 90 años. Por un largo tiempo siguió trabajando y no dejó sus sesiones de grabación. Su esposa incluso reveló a AARP Magazine que Tony ya mostraba signos claros de la enfermedad cuando él y Lady Gaga comenzaron a grabar un disco de duetos en los estudios Electric Lady de Nueva York en 2018, dos años después del diagnóstico.
Sin embargo, la esposa de Bennett quien se convirtió en su principal cuidadora en todos estos años, declaró en aquel reportaje que “Tony no siempre está seguro de dónde está o de lo que sucede a su alrededor” y que “objetos cotidianos tan familiares como un tenedor o un juego de llaves de la casa pueden ser completamente misteriosos para él”. Si bien al principio su familia había decidido no contarle al artista el origen de sus problemas de salud, con el tiempo le confesaron cuál era la causa de su deterioro cognitivo.
“La vida es un regalo, incluso con Alzheimer”, declaró Bennett al agradecer el reportaje en el que su familia contó cómo sobrellevaba su día a día. Desde ese momento, el músico aprovechó su popularidad y reconocimiento mundial para, en varias oportunidades, concientizar sobre la patología neurodegenerativa.
No ocultar la enfermedad y enfrentarla, fue una de las claves para la calidad de vida que Bennett pudo mantener en los últimos años: “Él está haciendo tantas cosas, que muchas personas sin demencia no pueden hacer. Realmente es el símbolo de esperanza para alguien con un trastorno cognitivo”, dijo en 2021 a la revista AARP su neurólogo Gayatri Devi, quien diagnosticó a Bennett en 2016.
“Junio es el mes de concientización sobre el cerebro y el Alzheimer. Susan y yo nos vestimos de violeta con @alzassociation para crear conciencia sobre una enfermedad que está afectando a nuestra familia y a muchos de los suyos”, escribió Tonny Bennett en sus redes sociales el año pasado.
Finalmente, en agosto de 2021 Bennett se retiró de los escenarios. “No habrá más conciertos. Ha sido una decisión difícil, porque es un cantante capaz. Pero es orden de los médicos y su salud es lo más importante”, explicó a la revista Variety su hijo Danny Bennett, quien también es su representante. “No se trata de cantar es, más bien, el viaje. Se cansa, dar conciertos es demasiado para él. No queremos que se caiga en el escenario, por ejemplo, algo tan simple como eso”, añadió su hijo.
Bennett había anunciado una gira de despedida que no pudo terminar, por lo que sus últimos shows fueron los que dio a principios de agosto de 2021 -cinco años después de su diagnóstico de Alzheimer- en el emblemático Radio City Music Hall de Nueva York junto a Lady Gaga .
Las señales de la enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer, la causa más común de demencia, afecta principalmente a personas mayores de 60 años y provoca una disminución progresiva de la memoria, el pensamiento y las habilidades de razonamiento que impactan en la vida cotidiana de los pacientes.
Entre las señales de la enfermedad, la Asociación de Alzheimer destaca que, en sus etapas iniciales, uno de los signos más frecuentes es el olvido de información aprendida recientemente. También se observa la tendencia a repetir preguntas y una creciente dependencia de ayudas para la memoria, como notas recordatorias o dispositivos electrónicos, así como de los miembros de la familia para tareas que antes manejaban solos.
Las personas que padecen Alzheimer pueden perder la noción del tiempo, las estaciones del año y las fechas. En ocasiones, les resulta difícil comprender situaciones que no están ocurriendo de inmediato o pueden olvidar dónde se encuentran o cómo llegaron a ese lugar. Otra manifestación común es poner objetos en lugares inusuales y perder cosas sin poder rastrear su ubicación nuevamente.
Qué es la resiliencia cognitiva que puede modificar el pronóstico del Alzheimer
Esta semana, Infobae adelantó en exclusiva el trabajo del neurólogo y decano de la carrera de medicina de la UBA, Luis Ignacio Brusco, quien junto a un equipo de científicos revolucionó el Congreso Mundial de Alzheimer que se celebró esta semana en Amsterdam, Países Bajos.
Los resultados del estudio “P4-267: Cognitive resilience: APOE-e4 and mixed dementia” publicado en The Journal of Alzheimer´s Association -que el doctor Brusco anticipó a Infobae- plantean dos aspectos cruciales: el papel de los biomarcadores genéticos (Apo-E) en el riesgo de padecer Alzheimer y cómo esto se vincula a la resiliencia cognitiva, un concepto que cambia el panorama de la prevención de una enfermedad para la que aún no existe un tratamiento eficaz ni cura.
La identificación de estos genes específicos brinda a los científicos la posibilidad de calcular un indicador de la susceptibilidad de una persona para desarrollar la enfermedad neurodegenerativa.
Una vez establecido este umbral o “score” genético, surge un nuevo término que representa un cambio en el enfoque del tratamiento del Alzheimer: la resiliencia cognitiva de cada individuo. Este biomarcador podría, en un futuro, ser la herramienta clave para retrasar, posponer o incluso inhibir la aparición de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas.
En ese sentido, Brusco destacó a Infobae la importancia de investigar el control de factores de riesgo, especialmente los cardiovasculares y metabólicos, así como la detección temprana de biomarcadores como Apo-E, como se menciona en los estudios junto a sus colegas. Estos biomarcadores están asociados con síndromes demenciales como la Enfermedad de Alzheimer (EA), la Demencia Vascular (DV) y la Esclerosis Múltiple (EM), y juegan un papel fundamental en la prevención y ralentización del progreso de estas enfermedades.
Seguir leyendo: