Uso de éxtasis y psilocibina en estrés postraumático: los riesgos de su administración sin control profesional

Aunque aseguran que puede ser un nuevo abordaje en el tratamiento psiquiátrico de ciertos trastornos mentales, aún resta una mayor investigación para conocer los efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo de la utilización de estas sustancias

"Las investigaciones y pruebas clínicas parecen muy auspiciosas, y podrían significar un cambio del abordaje de ciertos cuadros psiquiátricos, pero a la vez las adicciones a estas mismas sustancias, siguen arruinando vidas y matando personas", afirmó el psiquiatra De Rosa (Getty)

Los medios internacionales se hicieron eco de la implementación, por primera vez en el mundo, del uso de la psilocibina y el MMDA (éxtasis) como medicamento aprobado y autorizado para ser usado bajo prescripción por profesionales, en Australia.

La normativa, emitida por el gobierno de ese país, había sido divulgada en febrero de este año y fijaba la fecha del 1 de julio de 2023 para el uso de la MDMA, específicamente para cuadros de estrés postraumático, y de la psilocibina en aquellos casos de depresión resistente a otro tipo de tratamiento.

A su vez, la nueva norma establecía que los mismos deben ser administrados solo por profesionales autorizados y en un ámbito específico de control. Al día siguiente, el mismo organismo emitió un comunicado explicando las razones y los sustentos científicos en cuanto a los trabajos realizados que justificaban esta decisión. En concreto han pasado de un listado, el de sustancias prohibidas, a un nivel inferior que las hace sustancias a ser controladas para su uso de manera estricta.

"Esta idea de “drogas” a ser perseguidas y “fármacos” a ser alzados en un pedestal, nos ha traído numerosos inconvenientes", manifestó De Rosa (Getty)

Lo que convierte, entre otras cosas, a la noticia en muy interesante es que viene a confirmar un cambio de paradigma respecto a las sustancias psicoactivas y el lugar que de la mano de la ciencia, estas están teniendo en nuestra cultura. Hace ya varios años que Antonio Escohotado en su “Historia universal de las drogas”, nos hablaba sobre el rol de las drogas psicoactivas en las diferentes épocas y culturas.

La idea de drogas buenas versus drogas malas es algo que excede el pensamiento lógico, ya que instalamos en un producto o un objeto, una valoración moral, cosa que no posee por su propia naturaleza, en lugar de aplicarla al uso y al usuario de la misma. Y en el caso particular de las “drogas”, a quienes destruyen vidas con su comercialización descontrolada, sin normas ni otro sustento que el rédito económico.

Esta idea de “drogas” a ser perseguidas y “fármacos” a ser alzados en un pedestal, nos ha traído numerosos inconvenientes y a la vez ha privado de estudiar de manera científica, seria, regulada y estructurada, la real posibilidad de una serie de principios psicoactivos de los cuales, desde esa lectura partisana, solo se contabilizaban sus efectos negativos.

"La idea de las dosis “mínimas” lleva al engaño de que se trate de algo que no requiera un seguimiento y control cuidadoso", advirtió De Rosa

Qué es la psilocibina

La psilocibina (4-fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina) es un compuesto encontrado en cierto tipo de hongos (en especial de la familia Psilocibe) y que tuvo en su auge de la cultura hippie de los años 70. Se trata, al igual que el LSD, de un agonista de los receptores serotoninérgicos y en base a esto, sus propiedades y efectos.

De esas famosas experiencias con hongos alucinógenos se ha escrito mucho, pero no tanto de muchos casos trágicos, en particular en nuestra región, en México, Perú y otros países. Sin embargo, una serie de investigadores habían seguido estudiando sus características y funciones de manera paralela a ese movimiento cultural.

En este paralelo es interesante ver las figuras de Timothy Leary y de Albert Hoffman. Este último sintetizó químicamente el principio activo a partir de los hongos y siguió con la investigación formal, y Leary junto a Richard Alpert, posteriormente conocido como Ram Dass, organizaron un centro de estudios en Universidad de Harvard.

"De esas famosas experiencias con hongos alucinógenos se ha escrito mucho, pero no tanto de muchos casos trágicos, en particular en nuestra región, en México, Perú y otros países", dijo De Rosa

En esos años también hubo experiencias en el campo de las psicoterapias asistidas por diversas drogas alucinógenas. Si bien ya en los años 60 las experiencias en psiquiatría clínica por parte del laboratorio Sandoz (hoy Novartis) mostraban señales auspiciosas, el fenómeno cultural del LSD, el cultivo de hongos de manera particular y los resultados de ese descontrol, arrastraron con los estudios sobre la psilocibina con ellos.

Qué es el MDMA

En cuanto a la MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) más conocida como “éxtasis”, que no debe confundirse aunque sea similar como derivado anfetaminosimil, desde hace años que existen evidencias clínicas de su uso positivo en los cuadros de trauma psíquico, en particular sobre la memoria traumática.

En ambos casos los estudios son prometedores, pero dentro de los mismos países donde se propugna su uso y, en particular en Australia, la comunidad médica sugiere y solicita más tiempo de estudios de los efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo.

"A veces noticias de este tipo tienen que ser debidamente comentadas y aclaradas ya que bajo ningún aspecto ha cambiado nada respecto a los peligros con la ketamina, éxtasis, alucinógenos etc", dijo De Rosa

Las engañosas “microdosis”

En estos días también leemos en las noticias y en redes sociales cómo magnates de la industria, como Elon Musk o Sergey Brin (cofundador de Google), sugieren el uso de “microdosis” de ketamina, LSD o éxtasis. La idea de las dosis “mínimas” lleva al engaño de que se trata de algo que no requiere un seguimiento y un control cuidadoso.

Esto lleva a algunas reflexiones respecto a estas noticias. De manera equívoca y, por qué no peligrosa, que un país como Australia, de importancia en diversas áreas como la científica, apruebe el uso de estas drogas puede significar en una lectura superficial o inclusive tendenciosa, una validación del uso de estas sustancias que son cuestionadas en varios otros países.

Por otro lado, es evidente que las autoridades de la FDA (Food and Drug Administration) quien regula la salida al mercado de diversos productos de uso médico, todavía no ha dado su aprobación. Aunque estudios clínicos de Fase II y III se encuentran en curso, es factible, sin embargo, que el año que viene esto sea autorizado.

Habrá que ver en ese momento la postura de otros países y especialmente cuáles serán los límites y condiciones impuestas. Este es otro factor: no es un tratamiento para “las enfermedades mentales”, de manera general e inespecífica, como desde ciertos espacios se busca imponer, sino que está muy claro el marco de indicación, utilización y quienes serán los autorizados a desarrollar esos tratamientos.

"En cuanto al éxtasis, ya hace años que existen evidencias clínicas de su uso positivo en los cuadros de trauma psíquico en particular sobre la memoria traumática", dijo De Rosa

Es allí donde la idea de la automedicación propuesta por Elon Musk nos hace retroceder en el avance del conocimiento. Ya que no solo se trata de estos principios psicoactivos, sino incluso de medicamentos ya autorizados y probados hace décadas. Las condiciones también son relativas a una indicación, un marco y que quienes lo administren sean profesionales capacitados en su uso.

La sola idea de que se investigue un principio psicoactivo y se encuentre una buena respuesta, no significa que los peligros de su uso corriente como sustancia y, aún peor, abuso no sean peligrosas e inclusive mortales. A veces, noticias de este tipo tienen que ser debidamente comentadas y aclaradas, ya que bajo ningún aspecto ha cambiado nada respecto a los peligros con la ketamina, éxtasis, y alucinógenos, entre otros. Una simple aspirina puede ocasionar enfermedades graves, a medida que más sustancias actúan directamente en nuestras conexiones neuronales.

Las investigaciones, los primeros ensayos y las pruebas clínicas parecen muy auspiciosas, y podrían, en algunos casos, significar un cambio completo del abordaje de ciertos cuadros psiquiátricos. Pero a la vez, las adicciones a estas mismas sustancias, siguen arruinando vidas e inclusive matando personas.

No nos dejemos engañar, no nos autoengañemos.

* El doctor Enrique De Rosa Alabaster se especializa en temas de salud mental. Es médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista

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