Según los resultados de un estudio realizado en más de 100.000 personas y publicado en “Nature Medicine”, la información sobre el movimiento de una persona y su calidad del sueño podrían predecir el riesgo de padecer Parkinson, antes de que se manifieste la enfermedad.
Para hacer el estudio, Cynthia Sandor, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), y su equipo utilizaron información sobre 103.000 personas del Biobanco del Reino Unido, una base de datos de medio millón de personas de entre 40 y 69 años que está a disposición de la comunidad científica. Los datos se obtuvieron gracias al uso de acelerómetros de muñeca, o dispositivos de seguimiento de movimiento, en las personas estudiadas, para identificar la enfermedad de forma precoz.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la enfermedad de Parkinson es una afección degenerativa del cerebro asociada a síntomas motores y a otras complicaciones, como el deterioro cognitivo y las alteraciones sensoriales”. Se trata de la patología más común de los trastornos de movimiento y la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, luego del Alzheimer.
Dado que no es posible realizar un diagnóstico presintomático de la enfermedad, la detección temprana del Parkinson resulta esencial para iniciar el tratamiento y preservar la calidad de vida del paciente.
Los resultados de la investigación
En el estudio se asociaron patrones distintivos relacionados con la aceleración del movimiento y la calidad del sueño con la aparición futura y/o con el diagnóstico existente de la enfermedad de Parkinson
Los científicos descubrieron que la aceleración promedio durante el día se redujo varios años antes del diagnóstico de Parkinson, y que los problemas de interrupción del sueño eran más frecuentes en las personas que terminaron siendo diagnosticadas de esa enfermedad que en los que padecieron otros problemas neurodegenerativos y de movimiento.
Los investigadores encontraron que los modelos de aprendizaje automático entrenados con los datos de los dispositivos de seguimiento de movimiento eran mejores para distinguir la enfermedad de Parkinson, diagnosticada clínicamente y mediante los marcadores más utilizados, como los relacionados con el estilo de vida, la genética, la bioquímica sanguínea y los síntomas informados por el paciente.
“El acelerómetro (N.del R: cualquier instrumento destinado a medir aceleraciones) es una herramienta de detección potencialmente importante y de bajo costo para determinar las personas en riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson e identificar a los participantes para ensayos clínicos de tratamientos neuroprotectores”, afirmaron los autores del estudio, aunque insistieron en que sería necesario repetir la investigación con otras cohortes de personas para contrastar y confirmar sus resultados.
Qué es la enfermedad de Parkinson
Descripta por primera vez en 1817 por el médico inglés James Parkinson, se trata de una enfermedad del sistema nervioso que afecta a las estructuras del cerebro encargadas del control y la coordinación del movimiento y la postura.
El doctor Juan Blas Couto, médico neurólogo de INECO, especialista en la atención de clínica de pacientes con trastornos del movimiento puro y Parkinsonismos atípicos asociados a demencias, en una nota reciente explicó a Infobae: “Algunos de los síntomas y signos principales que pueden manifestar la enfermedad son: lentitud de movimientos y dificultad para iniciarlos, temblor de reposo, rigidez muscular, inestabilidad postural, entre otros. Incluso, puede advertirse la presencia de esta patología cuando se evidencia una disminución del tamaño de la escritura, trastornos del sueño y aumento de la saliva. De todos modos, el desarrollo y la evolución del Parkinson varía según cada paciente”.
Desde CITES INECO, centro que brinda una atención orientada a conseguir una mayor autonomía, independencia funcional y un mejor desarrollo para aquellas personas que padezcan una patología neurológica, para el tratamiento de Parkinson a cada paciente se realiza una evaluación inicial y los profesionales crean una terapia que se ajuste a sus necesidades.
En ese sentido, la institución realiza un tratamiento de neurorrehabilitación, que se compone del trabajo conjunto de diferentes disciplinas, tales como la Neuropsiquiatría, Kinesiología, Terapia Ocupacional, Neuropsicología y la Terapia Basada en las Artes (Musicoterapia, Arteterapia, entre otras). El objetivo es conservar lo máximo posible las funciones cognitivas del paciente y mejorar los aspectos vinculados con el movimiento.
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