El yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que se originó en la India. La palabra “yoga” proviene del sánscrito y significa unidad y simboliza la unión del cuerpo y la mente.
En la actualidad, se practican varias formas de yoga y su éxito y el número de seguidores es cada vez mayor en todo el mundo. En la pandemia fue una de las actividades físicas que más se realizaban, a través de youtube y aplicaciones, ya que permitía mantenerse en movimiento aunque estuviéramos en casa.
En reconocimiento de su popularidad universal, el 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas (ONU) proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, para concientizar a la población sobre los beneficios de practicar esta disciplina.
“El yoga es un don inestimable de nuestra antigua tradición. Representa la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción. Ese enfoque holístico es valioso para nuestra salud y nuestro bienestar. El yoga no se trata solo de ejercicios, sino de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza”, dijo el primer ministro de la India, Narendra Modi cuando propuso crear el día internacional en la ONU.
Esta disciplina tiene la cualidad de que luego de trabajar el cuerpo con sus posturas el resultado es la serenidad. Tiene el poder de conectar cuerpo, mente y respiración, ayuda a trabajar las articulaciones, a ganar más flexibilidad y a relajar el cuerpo, lo que permite tener un sueño más reparador y descansar mejor.
El poder de aquietar la mente
Pero, ¿cómo es exactamente que un trabajo corporal logra calmar la mente? María Florencia Vidal, (MN 127.187), médica del Servicio de Psiquiatría de Fleni, explicó a Infobae: “La práctica de yoga es una actividad con amplia experiencia y resultados en investigación que dan cuenta de los beneficios en la salud física y mental y como ayuda para reducir el estrés. Si bien es una práctica individual tiene implicaciones sociales dado que las personas que la realizan habitualmente se conectan de manera diferente, de forma más tranquila y generan relaciones más positivas con sus pares”.
En cuanto a la salud física, el yoga puede mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio y en términos de salud mental, tiene numerosos beneficios.
El doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires, describió a Infobae: “Al practicar yoga, se fomenta la relajación y se reduce el estrés, lo que puede aliviar la ansiedad y favorecer el estado de ánimo. También puede mejorar la depresión, trastornos alimentarios y otros problemas de salud mental. Brinda efectos positivos en la calidad del sueño mejorando el insomnio, la hipertensión arterial y el dolor crónico”.
Por qué el yoga hace sentirse bien
El yoga puede favorecer la liberación de endorfinas –nuestra morfina endógena- y de muchos otros neurotransmisores que generan sensaciones de bienestar en el cuerpo. Las endorfinas son neurotransmisores conocidos como las “hormonas de la felicidad” debido a su capacidad para generar sensaciones de placer.
“La práctica regular de yoga puede aumentar la liberación de endorfinas en el cerebro, lo que conduce a una sensación de euforia, reducción del dolor y mejora del estado de ánimo”, expresó Anderson.
Además de las endorfinas, el yoga también puede influir en la liberación de otros neurotransmisores y sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina y la dopamina.
La serotonina está asociada con la regulación del estado de ánimo, el sueño y la ansiedad, mientras que la dopamina está relacionada con el placer, la motivación y la recompensa.
Además, manifestó que la práctica de yoga puede favorecer también la liberación de endocannabinoides, incluyendo la anandamida. “Los endocannabinoides son sustancias químicas producidas naturalmente por el cuerpo –nuestra marihuana endógena- que se conectan con los receptores cannabinoides en el sistema nervioso central y periférico. La anandamida, en particular, es un endocannabinoide conocido como “molécula de la felicidad” debido a su papel en la regulación del estado de ánimo, la sensación de bienestar y la reducción del estrés. Se ha demostrado que el ejercicio físico en general, incluyendo la práctica de yoga, puede aumentar los niveles de anandamida en el cerebro, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo y generar sensaciones de calma y relajación. Es la responsable del placer por la actividad física”, sumó el médico.
Incluso, el hecho de sentirse con el cuerpo más tonificado y estilizado puede mejorar la autoestima. Es por eso que sentirse más ágil y fuerte físicamente puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y el optimismo.
A su vez Vidal aseguró: “Cuando estamos bien física y mentalmente nos sentimos más seguros, lo cual favorece nuestra autoestima, somos más creativos y mejora las relaciones interpersonales”.
La experta aconsejó buscar actividades que contemplen la flexibilidad, el estiramiento, la respiración y meditación. “Realizar el ejercicio de manera consciente y periódicamente. Tratar de meditar o realizar respiraciones conscientes antes de irse a dormir. Estas acciones pueden ayudar de manera complementaria a mejorar la salud mental” dijo la médica, pero advirtió que si se sienten síntomas de ansiedad, tristeza o irritabilidad que persisten, lo mejor es consultar a un especialista en salud mental.
10 razones más para practicar yoga
1 Aumenta la flexibilidad. Es el primer beneficio visible del yoga. A poco de ejercitarse, se nota un aumento de la flexibilidad y las posturas que parecían imposibles comienzan a ser más sencillas. Con los días de práctica los dolores y las molestias empiezan a desaparecer y el cuerpo se siente más ágil y flexible.
2. Músculos más fuertes. La práctica de yoga se traduce en un fortalecimiento general del cuerpo, especialmente de la parte superior. Las repeticiones del Saludo al Sol, una asana tradicional, favorecen la fuerza, flexibilidad y coordinación.
3. Disminuye la hipertensión. Un estudio publicado en el Canadian Journal of Cardiology demostró que agregar yoga a un régimen regular de entrenamiento físico apoya la salud y el bienestar cardiovascular y es más efectivo que los ejercicios de estiramiento. La incorporación del yoga redujo la presión arterial sistólica y la frecuencia cardíaca en reposo y mejoró el riesgo cardiovascular en un plazo de 10 años.
4. Mejora la salud cardíaca. Una investigación, publicada a finales de 2022 del Quebec Heart and Lung Institute, demostró que sumar 15 minutos de esta disciplina a un régimen regular de entrenamiento físico mejora el bienestar cardiovascular. El estudio, publicado en la revista Canadian Journal of Cardiology, reveló que esta disciplina puede reducir la la frecuencia cardíaca en reposo y mejorar el riesgo cardiovascular a 10 años.
5. Bueno en la menopausia. Una investigación, publicada en National Library of Medicine destacó los efectos positivos del yoga en la calidad de vida de las mujeres posmenopáusicas.
6. Ayuda al control de la diabetes. Un trabajo afirmó que el ejercicio puede reducir el azúcar en sangre de los diabéticos. “Las prácticas de mente y cuerpo están fuertemente asociadas con la mejora en el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2″, señalaron los científicos en el estudio.
7. Fortalece los huesos. El yoga aumenta la densidad ósea en las vértebras, ya que reduce los niveles de la hormona del estrés –el cortisol- y esto favorece la fijación de calcio.
8. Optimiza la respiración. La pranayama, la respiración profunda en la que se basa el yoga, ayuda a limpiar y nutrir el cuerpo.
9. Mejora la calidad del sueño. El yoga posee efecto somnífero a través de su acción sobre el sistema endocrino, especialmente sobre la producción de melatonina, la hormona nocturna del sueño. Es sabido que un sueño de calidad previene contra la obesidad, la hipertensión, la depresión y una amplia variedad de enfermedades debidas a la inflamación o la oxidación.
10. Combate el estreñimiento. El yoga, como cualquier otro ejercicio físico, puede aliviar la constipación y así disminuir el riesgo de cáncer de colon porque el movimiento corporal facilita la eliminación más rápida de los productos de desecho a través de los intestinos.
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