Para prevenir enfermedades es clave realizarse chequeos médicos. Y éstos comienzan primero yendo al médico antes de la aparición de la enfermedad, cuando uno se siente bien. Un hábito que muchos no suelen cumplir y cuando emerge una patología, a veces ya es tarde.
Como dice la frase popular, prevenir es curar. Y en ese sentido, la medicina se ha especializado cada vez más en anticipar y detectar futuros problemas de salud al punto que se estima que el 90% de los chequeos oportunos pueden diagnosticar enfermedades que en la mayoría de casos son asintomáticas.
El doctor Daniel López Rosetti, médico cardiólogo y especialista en Medicina del Estrés, resaltó en Infobae la importancia de realizarse exámenes médicos de rutina como una herramienta eficaz de la medicina preventiva: “Esa consulta a tiempo puede implicar detectar de forma precoz una enfermedad, cuando su forma es leve —al identificar las primeras señales— y así hacer los ajustes de hábitos de vida necesarios o iniciar un tratamiento. Cuanto antes, mejor será para nuestra salud”, explicó en Infobae.
El especialista señaló que aunque parezca algo obvio, “los chequeos comienzan yendo al médico. El doctor es quien indicará qué tipos de estudio debe hacerse. Usted no va a concurrir a una cita médica para pedir una tomografía computada o un estudio renal específico. Siempre comienza con la entrevista con el médico”.
En cuanto a la salud cardiovascular, López Rosetti señaló que con la información valiosa que aportan los chequeos médicos, como el electrocardiograma por ejemplo, puede controlarse y manejarse diversas afecciones, como arritmias u otros trastornos coronarios. “Lo mismo sucede con los estudios del colon, la colonoscopía u una videoscopía por vía superior para ver el estómago, en esos casos se pueden detectar lesiones precursoras del cáncer varios años antes de que empiecen los síntomas”, sumó.
“Primero el médico le va a hacer una serie de preguntas, que lo van a orientar sobre qué estudios pedir. Después lo va a revisar, va a auscultar el corazón, la espalda y le va a tomar la presión arterial, entre otros aspectos, que son observaciones para orientarse en un diagnóstico y saber qué estudios le tiene que indicar. Y en tercer lugar, le va a pedir un análisis de laboratorio, estudios de sangre y de orina. Estos exámenes brindan una información riquísima”, detalló López Rosetti.
¿Con qué periodicidad hay que someterse a esos chequeos? ¿Y hasta qué punto son determinantes para librarse de padecer ciertos problemas de salud? Los médicos precisan que hacer estos chequeos con una frecuencia anual es lo ideal, ya que así se pueden analizar diversos factores como riesgos comunes de la edad, estilo de vida y antecedentes familiares. Además otros exámenes buscan directamente patologías cardiovasculares, respiratorias, hematológicas, gastrointestinales, entre otras.
El doctor Gabriel Lijteroff, director del Comité Científico de la Federación Argentina de Diabetes (FAD) y miembro de la Federación Internacional de Diabetes, región América del Sur y Caribe, explicó a Infobae que es sumamente importante la periodicidad de ciertos controles médicos, teniendo en cuenta distintos factores del paciente.
“Hay chequeos que deben realizarse con más periodicidad que otros. En mi especialidad, los exámenes preventivos sirven para detectar factores de riesgo coronarios, hipertensión arterial, diabetes y dislipemia, es decir los niveles excesivamente elevados de colesterol o grasas (lípidos) en la sangre, que aumenta las probabilidades de arterias obstruidas (aterosclerosis), infartos, derrames cerebrales y otras complicaciones del sistema circulatorio”, precisó Lijteroff. Esta última condición en los adultos, suele estar relacionada con la obesidad, una dieta poco saludable y la falta de ejercicio.
“También hay que realizarse estudios de hemoglobina glicocilada para observar los niveles de glucosa en sangre. Siempre es importante hacer un fondo de ojo por año, un electrocardiograma y análisis de laboratorio que incluyan todas las funciones del riñón. Y en las personas con trastornos de peso, es importante hacerse un estudio de tiroides. Si bien solo un 5% de las personas con obesidad tiene problemas de tiroides, es importante hacerse este estudio al menos una vez para descartar esa problemática”, remarcó el experto en medicina interna y diabetología.
El especialista en diabetes y enfermedades metabólicas agregó: “A partir de los 45 años pedimos estudios de próstata. Y en todas las personas hay que hacer screening y estudiar los niveles de glucosa en sangre. A mayor edad suele aparecer más casos de diabetes”.
El experto no consideró que sea algo saludable pedir en forma anual el estudio de radiografía de tórax. “Una persona puede tener un problema pulmonar y no salir en la radiografía. Salvo una necesidad completa, la placa de tórax no es necesaria. No hay que irradiar anualmente a las personas como rutina. En cambio, el electrocardiograma nos da mucha información y es un estudio inócuo”.
La importancia de los chequeos de rutina
Existe un gran número de estudios que se realizan con el objetivo de detectar patologías en sus primeros estadios. “Los chequeos médicos de rutina son importantes por varias cuestiones”, reafirmó a Infobae el doctor Alejandro Andersson (MN 65836), neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA) y enumeró esas razones:
1-Detección temprana de enfermedades: permiten identificar enfermedades en sus etapas iniciales, incluso antes de que aparezcan los síntomas. Muchas enfermedades, como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas, son más tratables cuando se diagnostican temprano.
2-Prevención de enfermedades: incluyen pruebas y evaluaciones que pueden ayudar a identificar factores de riesgo y tomar medidas preventivas antes de que se desarrolle una enfermedad: las pruebas de detección de colesterol alto pueden llevar a cambios en la dieta y el estilo de vida para prevenir enfermedades cardíacas, las pruebas de detección de cáncer, como las mamografías y las pruebas de Papanicolaou, pueden ayudar a identificar anomalías en etapas tempranas y permitir un tratamiento oportuno.
3-Mantenimiento de la salud general: además de centrarse en la detección de enfermedades, también evalúan el estado general de salud de una persona. Durante estos chequeos, los médicos pueden evaluar factores como la presión arterial, el índice de masa corporal, la función cardíaca, los niveles de glucosa en sangre, nivel de actividad física, etc.
4-Establecimiento de una relación médico-paciente: brindan la oportunidad de establecer y mantener una relación sólida con su médico con lo cual tenemos ante cualquier evento alguien de confianza y que nos conoce para recurrir.
“Podemos aplicar acá una frase que usamos a diario: siempre es mejor prevenir que curar. En efecto, la prevención es la mejor medida costo-efectiva en salud, refiriéndonos a costos no sólo monetarios, sino fundamentalmente a los costos en calidad y años de vida perdidos”, sostuvo a Infobae Ramiro Heredia médico clínico del departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas José de San Martín.
“Es fundamental que las personas tengan un control periódico de salud, siempre de la mano de su médico de cabecera, idealmente un médico clínico, generalista o de familia, que ajustado a las recomendaciones conocidas acerca del control que cada persona debe hacerse en relación a su sexo al nacer, edad, antecedentes familiares y enfermedades preexistentes, aporte una visión holística de la salud. No todos los individuos necesitan los mismos controles, y muchas veces va a ser sólo la consulta médica lo que le toque, y otras va a tener que realizarse, además, estudio complementario”, precisó el especialista del Hospital de Clínicas.
Y concluyó: “Gracias a décadas de estudios e investigaciones hoy podemos prevenir y tratar un gran número de enfermedades (y sus factores de riesgo), directamente relacionados con las principales causas de muerte, cómo lo son la enfermedad cardiovascular, el cáncer y las enfermedades infecciosas, entre otras”.
La doctora Alejandra Angrisani, cardióloga y deportóloga del Hospital Británico de Buenos Aires afirmó a Infobae que “el chequeo médico es una herramienta muy útil, para conocer el estado de salud actual, detectar en forma precoz enfermedades en estadio inicial, detectar factores de riesgo cardiovasculares y de esta manera tomar conducta para corregir y modificar hábitos en el estilo de vida. No solo es importante en personas sanas para la prevención sino además en aquellas personas con alguna patología poder optimizar su tratamiento”.
Sobre cuáles son los estudios más importantes que toda persona debe hacerse a partir de los 40 años, Angrisani explicó: “Lo primero y lo más importante es tener la consulta con un médico, éste será el encargado de evaluar, interrogar sobre sus antecedentes previos y familiares, y le hará una examinación física completa desde la de toma de presión, peso, altura, auscultación cardíaca entre otras”.
“De acuerdo a esa información se solicitará los estudios correspondientes para poder tener un diagnóstico certero. Siempre se pide un análisis de laboratorio de sangre y orina brindan una información muy útil para la detección temprana. Si el paciente tiene antecedentes familiares de cáncer se solicitarán mamografía, videocolonoscopia o endoscopia digestiva según corresponda. Si refiere antecedentes de enfermedades cardiovasculares, un electrocardiograma, la ergometría, que es el electrocardiograma de esfuerzo, y ecodopplerr cardíaco ayudan a detectar enfermedad coronaria. Los estudios que vamos a solicitar siempre dependen del interrogatorio y del examen físico que nosotros hagamos en el consultorio”, completó la especialista del Hospital Británico.
Otra mirada respecto a los chequeos
Si bien advierten la importancia de detectar precozmente un gran número de enfermedades mediante diversos estudios, algunos profesionales postulan que los chequeos realmente esenciales componen un grupo reducido y que los de mayor complejidad deberían destinarse, en general, para el seguimiento médico de patologías previamente detectadas, es decir las comúnmente conocidas como comorbilidades.
“El tema de los chequeos médicos debe ser abordado en una dimensión compleja. Hay evaluaciones que pueden ayudar a prevenir problemas de salud relevantes (papanicolau para el cáncer de cuello de útero, mamografías para el de mama, conocer los niveles de presión arterial y de colesterol para la prevención de enfermedades cardiovasculares), pero son muy pocas”, indicó a Infobae el doctor Carlos Tajer, cardiólogo, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital El Cruce y expresidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
“Son muy pocos los chequeos útiles, y muchos los innecesarios, costosos e incluso nocivos”, señaló el cardiólogo y agregó: “Estos elementos básicos sesgan a la población de acuerdo al sistema de cobertura y nivel socioeconómico, lo que hace que el desconocimiento de los niveles de presión y colesterol por ejemplo se concentren en sectores de más bajos recursos”.
Según el doctor Tajer, en Argentina la cultura de la prevención médica es asimétrica: “Está sobredimensionada en sectores muy sanos que se efectúan chequeos permanentes costosos e innecesarios, muchas veces perjudiciales porque detectan fenómenos falsos que llevan a mayores estudios, y subdimensionada en sectores populares donde los programas de prevención de aspectos básicos como la presión y el colesterol son poco efectivos”.
Por su parte, en una entrevista reciente con Infobae, las doctoras María Noble, médica clínica y secretaria de educación médica continua de la Sociedad Argentina de Medicina Interna General (SAMIG), y la doctora Karin Kopitowski, jefa del servicio de Medicina Familiar y comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires, consideraron que debe evaluarse los “costos y beneficios” de cada práctica médica y que es necesario analizar el caso de cada paciente según sus características.
La doctora Kopitowski planteó que los pacientes deben hacerse controles médicos pero en forma precisa y no someter al cuerpo a exámenes innecesarios: “En medicina tenemos el principio de ‘primero no dañar’ y que para buscar una enfermedad se deben cumplir ciertas cosas. Hay exámenes médicos que muchas veces se piden y no son necesarios, como un Papanicolao después de los 65 años. O que este estudio se haga anualmente, cuando lo correcto sería cada tres años. Tampoco son necesarias las ecografías transvaginales de rutina, ya que están desaconsejadas. En cambio sí, hay que hacer foco en prevenir situaciones como el tabaquismo o el uso de cinturón de seguridad, que previenen millones de muertes anuales”.
“Cuando hablamos del chequeo no debemos confundirlo con el seguimiento de enfermedades crónicas, es decir de un paciente hipertenso o diabético, por ejemplo, que necesita consultas y estudios vinculados a lo que tienen y medicarse”, agregó a su turno Noble.
Ambas profesionales de la salud postularon que, cuando se realizan estos chequeos médicos en personas sin síntomas aparentes, existe lo que se denomina sobrediagnóstico, es decir detectar el inicio de lo que podría ser una patología. Según indicó Noble, este sobrediagnóstico también puede estar influenciado por la presión de los pacientes. “El médico tiene que decir que no. Lo que pasa es que una vez que el médico entra a su consultorio, viene el paciente y le demanda ‘deme esto’. Y el médico, que está apurado, en vez de preguntarle, le resulta más fácil hacer una orden. Entonces, los médicos terminan prescribiendo no solo lo que se viene usando, sino lo que el paciente viene a pedirle”, indicó.
Seguir leyendo: