Los casos de bronquiolitis en Argentina se encuentran en ascenso y ya superan en un 73,56% a los niveles prepandemia de 2019, que fue el año con el mayor número afectados. Esta información surge del último Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud.
Según los datos de este documento, hasta la semana 21 del año 2023 (28 de mayo) “se notificaron 50.594 casos de bronquiolitis, con una tasa de incidencia acumulada de 3467,9 casos cada 100.000 habitantes”.
“El número de notificaciones de bronquiolitis en menores de dos años entre las semanas 1 y 21 del año 2023 en establecimientos con regularidad mayor al 90% muestran un aumento progresivo desde la semana 11 (19 de marzo) que se acelera en las últimas semanas, alcanzando una meseta entre las semanas 20 (21 de mayo) y 21″, detallaron.
Sobre este punto, anteriormente, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Sandra Tirado, profundizó: “Estamos siguiendo la situación de bronquiolitis en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y sabemos que va a empezar en otras provincias. Epidemiológicamente tuvimos una situación distinta durante los años anteriores porque el COVID reemplazó a otros virus y ahora estamos con esta gran circulación”. Al mismo tiempo que reiteró “la importancia de continuar con la vacunación antigripal en los grupos priorizados”.
Por su parte, Analía Rearte, directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica, postuló: “Mientras circuló SARS-CoV-2, la aparición de otros virus respiratorios fue más baja, casi nula. A medida que dejó de circular de manera predominante SARS-CoV-2, empezaron a circular otros virus respiratorios. En el 2022 tuvimos circulación de muchos virus respiratorios de una manera bastante anárquica, y no dentro de la estacionalidad a la que estábamos acostumbrados, con dos picos de influenza en el año, con mucha circulación de sincicial, de metapneumovirus, de parainfluenza”.
“Este año lo que estamos viendo es que empezó a circular primeramente y en mayor medida virus sincicial respiratorio, principalmente en el AMBA, pero también en otras provincias de la región Centro. La característica que tiene es que se adelantó entre 3 y 4 semanas a la estacionalidad que tenía”, detalló la funcionaria y completó: “Lo que tenemos es una circulación adelantada”.
Justamente en lo que respecta al virus sincicial respiratorio (VRS), uno de los principales agentes asociados a casos de bronquiolitis, en el Boletín Epidemiológico informaron que en 2023 “se registra un inicio de la actividad estacional de VSR adelantada en comparación con la mayoría de los años previos pre-pandémicos, así como también en relación a los años 2021-2022″.
En la misma línea, el Boletín Epidemiológico emitido por la cartera sanitaria nacional indicó: “Las detecciones positivas para influenza entre las muestras analizadas registran un ascenso en las últimas 3 semanas epidemiológicas del año actual, siendo de 21,66% en la SE22 (4 de junio) en comparación con el 11,08% en SE20. Los casos de influenza registrados corresponden a influenza A, principalmente A (H1N1) con algunas detecciones positivas para influenza B sin linaje”.
“El porcentaje de resultados positivos entre las muestras estudiadas para VSR se encuentra en ascenso desde la SE12 (26 de marzo), siendo de 76,92% en SE22. El porcentaje de positividad para SARS-CoV-2 permanece inferior al 10% desde la SE04 (29 de enero), siendo de un 2,37% en SE22″, ampliaron desde el Ministerio de Salud.
E informaron: “En lo que va de 2023, el porcentaje de positividad osciló en niveles por debajo del 10% hasta la SE19 (14 de mayo), con un ascenso a partir de la SE20, siendo de 21,66% en SE22. Los casos de influenza registrados corresponden a influenza A, principalmente A (H1N1), con algunas detecciones positivas para influenza B sin linaje”.
En ese tono, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió un alerta epidemiológica por el aumento de casos de virus respiratorios a principios de junio y postulo: “En Argentina, la actividad de IRAG (Infecciones Respiratorios Agudas Grave) estuvo en los niveles basales y la actividad de la influenza aumentó ligeramente a principios de esta temporada durante la SE 17 (30 de abril)”.
Según la OPS, “la influenza A (subtipo indeterminado) se detectó con mayor frecuencia. La actividad del VRS se mantuvo en niveles más altos que en años anteriores”. Asimismo, desde el organismo puntualizaron: “La actividad del VRS ha presentado un aumento pronunciado y actualmente se encuentra en niveles medios de circulación en la pasada SE. La actividad del SARS-CoV-2 se ha mantenido en niveles bajos. Después de alcanzar niveles altos, la actividad de las IRAG medida por hospitalizaciones sigue siendo alta en algunos países, especialmente relacionada con el VRS entre los niños menores de 2 años”.
“La OPS/OMS reitera sus recomendaciones a los Estados Miembros con relación a la vigilancia, la prevención, la inmunización contra la influenza y la COVID-19, el manejo clínico de los pacientes, la adecuada organización de los servicios de salud, la implementación de medidas de control y prevención infecciones en los servicios sanitarios y la comunicación con el público sobre las medidas preventivas. Es esencial el abordaje de estas áreas teniendo en cuenta la temporada en curso en los países del hemisferio sur”, advirtieron desde la entidad.
Anteriormente, la doctora Leda Guzzi, integrante de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), le había dicho a Infobae: “Es importante contextualizar que durante la pandemia por COVID-19 hubo una caída muy pronunciada en la circulación de virus y bacterias respiratorias (entre ellos, el virus de la influenza, el virus sincicial respiratorio, el metapneumovirus y también el neumococo, que es una bacteria)”.
“Esto fue especialmente marcado durante el 2020 pero también en 2021 y es atribuible a las medidas aplicadas a gran escala para el control y mitigación de la pandemia, esto es los confinamientos, el uso de barbijo, la distancia social y la ventilación”, resaltó la experta.
En la misma línea fue Elizabeth Patricia Bogdanowicz (MN 66.915), miembro del Comité de Infectología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). “Los virus respiratorios tienen una estacionalidad en la que aumentan su circulación; es esperable que en el final del otoño y el invierno se documente la circulación de una serie de virus respiratorios”, dijo Bogdanowicz.
Y sumó: “Los chicos pueden enfermar varias veces durante una temporada invernal porque hay varios virus respiratorios que circulan en esta estación. También es cierto que habitualmente se calcula que antes del año, los niños suelen tener alrededor de cuatro o cinco episodios virales en la temporada invernal y después, hasta los seis años, en general se calculan diez infecciones virales por año”.
Cabe recordar que los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornuda o tose.
¿Cuándo sospechar que un bebé tiene bronquiolitis?
Si tiene uno o más de estos signos:
-Respiración muy rápida.
-Aletea la nariz.
-Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
-Se queja mientras respira.
-Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
-Está irritable o le cuesta dormirse.
-Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.
Cómo prevenir las infecciones respiratorias
-Mantener la lactancia.
-Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
-No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña.
-Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.
-Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón.
-Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel.
-Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
-Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
-Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones.
-No se debe colocar tapaboca en los niños menores de 2 años.
-En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.
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