Si de cuidar la salud en la adultez se trata, los hombres no pueden dejar de estar atentos ante el cáncer de próstata. La próstata es una glándula pequeña con forma de nuez que produce el líquido seminal que nutre y transporta el esperma. El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer de forma descontrolada.
La OPS reveló ciertos datos clave acerca del impacto que tiene esta enfermedad en el continente. Según la entidad, en la región, los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres son: de próstata (8,6%), pulmón (11,7%), colorrectal (10,2%) y vejiga (5,9%).
“En todo el mundo, se calcula que a unas 1.414.259 personas se les diagnosticó cáncer de próstata en 2020, con lo cual es el cuarto cáncer más comúnmente diagnosticado en el mundo”, advierte la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO). En 2023, se calcula que en los Estados Unidos se diagnosticará a unos 288,300 hombres con cáncer de próstata, según ASCO.
La Asociación Española de Urología (AEU) ha apelado a la importancia de someterse a las revisiones periódicas. “No podemos curar lo que no vemos”, es el lema que los urólogos han elegido para su campaña por el Día Mundial del Cáncer de Próstata este 11 de junio, con la que pretenden concienciar a la sociedad sobre el cuidado de la salud masculina y lo esencial del diagnóstico precoz para el manejo temprano de esta enfermedad.
“Según datos del Ministerio de Salud argentino, es el tipo de cáncer más común en hombres en el Argentina, y el tercero en mortalidad después del cáncer de pulmón y el colorrectal. Se estima que cada año se diagnostican en Argentina alrededor de 14.000 nuevos casos, lo que representa aproximadamente el 20% de todos los casos de cáncer en hombres. Además, se calcula que alrededor de 3.700 hombres mueren a causa de esta enfermedad al año”, señalaron desde el Hospital de Clínicas de la UBA.
“El cáncer de próstata es un tumor que se desarrolla en la glándula que está ubicada debajo de la vejiga y rodea al segmento inicial de la uretra. En sus etapas tempranas suele ser asintomático, lo que hace que la detección precoz sea especialmente importante”, explica Norberto Bernardo, jefe de la División Urología del Hospital de Clínicas de la UBA.
A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer los siguientes síntomas:
1- Problemas urinarios. Dificultad para comenzar o detener el flujo de orina, necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche, sensación de no poder vaciar completamente la vejiga, flujo de orina débil o interrumpido.
2- Sangre en la orina o en el semen. Presencia de sangre en la orina (hematuria) o en el semen (hemospermia). Estos síntomas suelen ser los más alarmantes y la principal causa de que los hombres acudan a una consulta médica.
3- Dolor en la región pélvica o en la parte baja de la espalda. Se trata de malestar o dolor persistente en la zona de la próstata, pelvis o espalda baja. El dolor puede ser constante o intermitente.
4- Disfunción eréctil. Dificultad para lograr o mantener una erección.
Detección temprana del cáncer de próstata
“Se puede realizar la detección temprana a través de exámenes de rutina, como el antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (ERD), que es fundamental para un diagnóstico precoz del cáncer de próstata, incluso en ausencia de síntoma. Una vez detectado a través de la biopsia se procede a realizar la estadificación para determinar si el tumor está localizado o diseminado. Para ello se utiliza el centellograma óseo y la tomografía computada de abdomen y pelvis”, comenta Bernardo, quien es además director del Centro Argentino de Urología.
“Es indispensable en todos los pacientes la realización de análisis de sangre (PSA) y del examen físico para tocar la próstata (tacto rectal)”, suma Maximiliano López Silva, médico urólogo del servicio de urología del Hospital de Clínicas.
Factores de riesgo del cáncer de próstata
Los principales factores de riesgo están asociados a la edad, ya que la enfermedad es más común en hombres mayores de 50 años, y el riesgo aumenta significativamente después de los 65 años.
Otros factores de incidencia incluyen una dieta alta en grasas saturadas, obesidad y falta de actividad física regular. Los antecedentes familiares de la enfermedad también juegan un papel importante, ya que los hombres con parientes cercanos que han tenido cáncer tienen un mayor riesgo de desarrollarla. En este caso, deben iniciar los chequeos a los 40.
“La edad en sí es un factor de riesgo porque es muy raro en menores de 50 años. Y el antecedente de algún familiar de primer grado que haya tenido cáncer de próstata. Los hombres de raza negra tienen más posibilidades de desarrollarlo”, remarca López Silva.
Tratamiento del cáncer de próstata
“El tratamiento consiste en la extracción de la próstata y las vesículas seminales que puede realizarse por vía abierta, laparoscópica o robótica. La radioterapia puede ser convencional o hipofraccionada y además puede realizarse terapia focal con braquiterapia que consiste en implante de semillas radioactivas. Cuando el tumor es de bajo nivel de agresividad puede vigilarse anualmente”, dice Bernardo.
Varios estudios han demostrado que la Resonancia Magnética (RMN) tiene un valor predictivo negativo mayor al 90%, su información descarta la existencia de tumores significativos y así evita biopsias innecesarias. “Adicionalmente, en pacientes considerados para realizar vigilancia activa, la resonancia identifica lesiones más agresivas que, potencialmente, requieren ser tratados en vez de vigilados”, suma Bernardo.
“La RMN antes de una biopsia en un paciente con sospecha de cáncer ha reducido la detección de cánceres de bajo nivel de agresividad en un 50% y ha incrementado la de pacientes con mayor grado de agresividad que requieran un tratamiento activo y, además, mejora la determinación del grado cuando se compara con el estudio de la próstata extraída en la cirugía”, agrega Bernardo.
Uno de los principales problemas que dificultan la lucha contra esta enfermedad está relacionado a la falta de conciencia y educación sobre el cáncer de próstata en la población masculina. “Muchos hombres no reconocen los síntomas iniciales o no realizan exámenes de detección, lo que retrasa el diagnóstico y limita las opciones de tratamiento una vez detectada la misma”, agrega el urólogo.
“Con respecto a cirugía, la aparición de la cirugía robótica ha logrado mejorar algunos resultados en lo referente a más rápida recuperación de la actividad normal. Igualmente siguen vigentes la cirugía abierta y la laparoscopia. Cada cual adaptada a la patología del paciente. La radioterapia actual, cada vez genera menos secuelas con igual o mayor eficacia. Los tratamientos de terapia hormonal han avanzado mucho prolongando la vida de los casos avanzados”, suma López Silva.
Tomar conciencia. De eso se trata también para López Silva. “Una de las estrategias que yo utilizo para que los hombres entiendan el por qué de realizarse los estudios es usar la analogía con el cancer de cuello uterino (pap y colposcopia). Todas las mujeres deben controlarse desde el inicio de la actividad sexual a lo largo de su vida aunque no tengan ningún sintoma, todos los años. A los hombres nos toca algo similar, pero a partir de los 45/50 años”, explica el médico.
Desde el Grupo Español de Oncología Genitourinaria (Sogug), su presidenta y oncóloga médica, Aránzazu González del Alba, ha insistido en que la visita al urólogo a partir de estas edades cobra aún más importancia porque este cáncer no tiene unos síntomas específicos que puedan diferenciarse de otra patología prostática benigna.
Secuenciación de los tratamientos con evidencia científica contra los distintos tipos de cáncer
Entre las ideas que lograron más potencia en #ASCO 2023, donde Infobae estuvo presente, figura la progresiva cronicidad de algunos tipos de cáncer, como el de próstata, mama, colon, y algunos hematológicos, entre otros. La lista se va a extender. Una de las claves para que esto ocurra será la secuenciación de los tratamientos con evidencia científica contra los distintos tipos de cancer. Es decir, combinar y acaballar los viejos y estandarizados tratamientos, con los nuevos e innovadores para multiplicar las opciones de sobrevida y calidad de vida de los paciente.
En la Argentina la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el medicamento Darolutamida para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a las hormonas (también denominado mHSPC, por sus siglas en inglés). Es decir, cuando el cáncer se diseminó más allá de la próstata hacia el cuerpo y responde a la terapia hormonal.
Darolutamida en combinación con quimioterapia es un nuevo estándar de tratamiento para pacientes con cáncer de próstata hormono sensible metastásico. Cuenta con un bajo índice de efectos adversos y reduce el riesgo de muerte más de un 30%.
Este medicamento, que representa una innovación de última generación en su tipo, inhibe de manera eficiente el desarrollo de las células cancerígenas y reduce el riesgo de muerte en más de un 30%. Darolutamida es la droga que, por su estructura química, inhibe el crecimiento de las células del cáncer, e impide que las células cancerígenas crezcan y se multipliquen.
Este abordaje con la droga darolutamida se basa en una triple terapia, esto es, que los hombres con cáncer de próstata metastásico (que se diseminó a otras partes del cuerpo) reciban tratamiento conjunto con un antiandrógeno vía oral y dos terapias más (quimioterapia + terapia de deprivación androgénica), logrando reducir la mortalidad más de un 30% respecto del esquema doble con quimioterapia y deprivación androgénica.
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