Es probable que hayamos oído hablar sobre la depresión posparto. Sin embargo, muchas mujeres también experimentan este trastorno durante el embarazo.
El embarazo puede ser un momento de alegría, pero también de estrés. “Las investigaciones sugieren que alrededor del 7 % de las mujeres embarazadas experimentan depresión durante la gestación”, advirtieron los expertos de Mayo Clinic. Al tiempo que aclararon que “las tasas podrían ser más altas en los países de ingresos bajos y medios”.
Lo cierto es que la depresión es un trastorno del estado de ánimo que provoca un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés; y ocurre con el doble de frecuencia en las mujeres que en los hombres. Siendo que la aparición inicial de esta enfermedad alcanza su punto máximo durante los años reproductivos de la mujer.
Qué eventos interfieren con su diagnóstico
Uno de los inconvenientes que enfrentan los expertos, al igual que las gestantes, es que algunos síntomas, incluidos los cambios en el sueño, el nivel de energía, el apetito y la libido, son similares a los del embarazo. Como resultado, “sería posible atribuir estos síntomas a este periodo en lugar del trastorno”, destacaron.
Además, según señalaron desde Mayo Clinic, “las mujeres también pueden ser reacias a hablar con su médico sobre los cambios de humor durante la gestación, debido al estigma asociado con la depresión”. Incluso, alertaron, “también hay una tendencia a centrarse más en la salud física de la embarazada que en la salud mental”.
¿Cuáles son los factores de riesgo relacionados con la depresión durante el embarazo?
Según enumeraron, algunos de los factores de riesgo para la aparición de este trastorno son:
- Ansiedad
- Estrés
- Antecedentes de depresión
- Apoyo social deficiente
- Embarazo no buscado
- Violencia íntima de pareja
Cuáles son las señales de alerta de la depresión durante el embarazo
“Los signos y síntomas son los mismos que los que se presentan en la depresión en la población general”, indicaron los expertos de Mayo Clinic. Sin embargo, otras pistas que podrían indicar este trastorno durante el embarazo, entre las que se encuentran:
- Ansiedad excesiva acerca del bebé
- Baja autoestima, como sensación de no estar en condiciones para asumir la maternidad
- Incapacidad de sentir placer con las actividades que generalmente son divertidas
- Respuesta deficiente al consuelo
- Cumplimiento deficiente del cuidado prenatal
- Fumar, beber alcohol o usar drogas ilícitas
- Poco aumento de peso debido a una dieta deficiente o inadecuada
- Pensamientos suicidas
“Algunas investigaciones sugieren que los episodios depresivos ocurren con mayor frecuencia durante el primer y tercer trimestre”, alertaron los expertos.
La importancia del tratamiento
En palabras de los expertos de Mayo Clinic, “si se tiene depresión y no se recibe tratamiento, es posible no obtener la asistencia prenatal óptima, no incorporar los alimentos saludables que el bebé necesita o no tener energía para cuidarse”. Incluso, según resaltaron, las gestantes se encuentran más expuestas “a un mayor riesgo de sufrir depresión posparto y de que les cueste establecer lazos afectivos con el bebé”.
En ese tono, los especialistas advirtieron que el abordaje de esta problemática depende de “la gravedad de la depresión”. “Las opciones de tratamiento podrían incluir psicoterapia, o antidepresivos y psicoterapia”, enumeraron.
En tanto, el American College of Obstetricians and Gynecologists (Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología) recomienda que” los médicos evalúen la presencia de depresión y ansiedad utilizando una herramienta estandarizada al menos una vez durante el embarazo”.
“En la evaluación, el médico probablemente hará preguntas de un cuestionario de evaluación estandarizado, que son interrogantes sobre el estado de ánimo y la ansiedad”, detallaron desde Mayo Clinic. Al tiempo que indicaron que “las respuestas se califican, y el puntaje total se puede usar para identificar si la embarazada tiene depresión”.
Asimismo, los especialistas destacaron que “alternativamente, el médico podría preguntar si, en el último mes, se ha estado molesta por sentirse triste, deprimida o desesperanzada o si se tiene poco interés en hacer las cosas”.
“Hay pruebas limitadas de que la evaluación para identificar y tratar la depresión durante el embarazo mejora los resultados. Esto podría deberse a variaciones en el acceso a los recursos y al tratamiento adecuado una vez que se diagnostica la depresión. La revisión para la depresión durante el embarazo puede proporcionar cierta autoconsciencia sobre el riesgo de depresión y ansiedad”, agregaron.
Y concluyeron: “Si se cree que se podría tener depresión durante el embarazo, no esperar a realizarse una evaluación. Hablar con el médico y trabajar con él para determinar los próximos pasos”.
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