Día Mundial Sin Tabaco: cuáles son los cinco métodos más efectivos para dejar de fumar

En el Día Mundial Sin Tabaco, una jornada promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los organismos sanitarios buscan concientizar sobre los peligros que supone el consumo de cigarrillos para la salud y el bienestar de las personas. La Asamblea Mundial de la OMS propuso esta efeméride en el año 1987 “para llamar la atención hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales”, según destacaron.

En tanto, los especialistas de la OMS advirtieron que el consumo de tabaco “es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria” ya que, según sus estimaciones, esta adicción afecta a unas 1.300 millones de personas en todo el mundo y causa más de 8 millones de decesos.

En ese marco, la cartera sanitaria argentina envió al Congreso el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del tabaco, suscripto por Argentina en 2003, el cual ya cuenta con la adhesión de 182 países y tiene como objetivo lograr una respuesta eficaz a la globalización de la epidemia del tabaquismo, a la vez que reafirma el derecho de todas las personas a lograr el máximo nivel de salud posible.

Vale recordar que el Ministerio de Salud limitó la importación, distribución, comercialización y publicidad de los “Productos de Tabaco Calentado” (PTC), con el objetivo de restringir el consumo de este tipo de productos, principalmente en juventudes y adolescencias, por considerarse perjudiciales para la salud; ya que en nuestro país 225.000 personas enferman cada año por causa del tabaco y otras 45.000 mueren producto de esta problemática.

Lo cierto es que con el objetivo de dejar de fumar, las personas recurren a diversos métodos que, claro está, deben ser avalados por profesionales de la salud en lo relacionado a su efectividad. Es que abandonar este hábito nocivo no requiere únicamente de la voluntad, sino también de un contexto propicio para llegar al objetivo de manera progresiva y eficaz.

“En estos años, el Ministerio de Salud puso en marcha algunas medidas muy importantes, como la prohibición de la mención de los saborizantes y de otros ingredientes que sean atractivos para los jóvenes. De modo que ahora está prohibido que en los paquetes de cigarrillos o en la publicidad permitida se haga mención a dichos saborizantes”, afirmó a Infobae Mario Virgolini, coordinador del Programa Nacional de Control de Tabaco (PNCT).

En ese tono, el funcionario nacional destacó la resolución que prohíbe los PTC y aclaró que “son una alternativa a los cigarrillos convencionales que ha desarrollado la industria tabacalera para que la gente, en lugar de dejar de fumar, reemplace un producto con el otro o continúe con los dos productos en simultáneo”, una acción que estimula, además, “el consumo entre los más jóvenes, ya que estos productos conjuntamente con los cigarrillos electrónicos están pensados para incluir distintos sabores y de esa manera atraer al grupo de los más jóvenes junto con los diseños atractivos que tienen especialmente para ese grupo etario”.

Ante esta realidad, no quedan dudas que es esencial dejar de fumar, ya que los beneficios para el organismo son casi inmediatos: se recupera el olfato y el gusto, aumenta la capacidad respiratoria, se reduce el cansancio, es más fácil conciliar el sueño y mejora la circulación. Incluso, decaen los riesgos de desarrollar enfermedades severas.

El informe titulado “Guía de Práctica Clínica Nacional de Tratamiento de la Adicción al Tabaco”, realizado por la cartera sanitaria argentina, cuenta con el aporte de 25 expertos de 13 sociedades médicas, quienes revisaron evidencia científica para recopilar los métodos y tratamientos más efectivos para dejar el tabaco. En este compendio, consideran que una persona tiene “alta dependencia” si fuma más de 20 cigarrillos por día o cuando siente la necesidad de fumar dentro de los primeros 30 minutos de la jornada.

“El consumo de tabaco es la primera causa evitable de muerte, que produce 8 millones de defunciones anuales en el mundo, lo que representó 100 millones de muertes durante el siglo XX y se estima que llegará a 1.000 millones en el siglo actual, a menos que se tomen medidas muy severas”, repasaron desde el área de salud en la guía.

El objetivo de estos productos es, esencialmente, aportar nicotina en forma de goma de mascar o chicles. De acuerdo a lo citado en la guía del Ministerio de Salud, diversos estudios científicos han demostrado que usar la terapia de reemplazo de nicotina puede casi duplicar las probabilidades de dejar de fumar.

El chicle de nicotina es de venta libre, viene en dosis de 2 miligramos y se puede utilizar durante 8 o 12 semanas. Antes de consumirlo, los especialistas sugieren revisar la salud dental y verificar si existen contraindicaciones.

En el caso del parche de nicotina, se recomienda su uso durante 8 a 12 semanas desde la fecha para dejar de fumar, es decir, el “Día D” (cuando se abandona el cigarrillo), ya que aumenta la tasa de cesación. Es de venta libre. Puede aplicarse en el brazo, el abdomen o en la pierna

“Existe un balance positivo de implementar los parches de nicotina porque aumentan la cesación, mejoran el craving (NdeR: antojo), son un recurso bastante accesible y de baja complejidad en su uso. (...) La dosis estándar y más efectiva en los estudios es de 21 mg/día”, sugirieron en la guía del Ministerio de Salud.

En personas que fuman y tienen una alta dependencia al cigarrillo, el uso del spray nasal de nicotina -que se vende con receta médica- en tratamientos de 12 semanas es efectivo para aumentar la tasa de cesación.

Según advirtieron, el spray se debe usar con precaución por el riesgo de desarrollar dependencia. “Este dispositivo puede presentar intolerancia, como por ejemplo irritación nasal, algo que muchas veces lleva a su abandono, así como también riesgo de dependencia lo que incide en la aceptación de quienes lo utilizan. Por lo tanto, sería una alternativa válida como rescate más que como monoterapia, a considerar en personas con muy alta dependencia”, explicaron en el informe.

También llamados grageas, son caramelos similares a los chicles pero con la diferencia de que se disuelven en la boca. “Son efectivos y tolerables, bastante accesibles y una buena alternativa en personas con dificultades para la masticación. Además, podrían ser percibidos como opciones ‘menos’ farmacológicas generando mayor aceptación”, destacaron.

Y recomendaron la dosis de 1 miligramo, que es de venta libre, para utilizar como tratamiento durante 8 o 12 semanas desde el “Día D”. “Dejar que se disuelva en la boca (no tragar ni masticar). Evitar bebidas ácidas (café, jugos cítricos) y alimentos desde los 15 minutos previos y durante su uso”, ampliaron.

En la guía confeccionada por el Ministerio de Salud se mencionan dos fármacos que son eficaces en adultos que fuman más de 10 cigarrillos por día. Uno de ellos es el antidepresivo bupropión, que se debe usar en dosis de 150 o 300 miligramos por día durante 8 o 12 semanas. En este caso, el proceso debe iniciar una semana antes del “Día D”. “Es un fármaco con buena tolerancia y efectividad, buen manejo del craving y control del aumento de peso”, profundizaron los expertos.

En tanto, otro fármaco sugerido es la vareniclina, que se consume en dosis de 1 a 2 miligramos por día durante 12 semanas de tratamiento. “Existe un balance positivo sobre la utilización de la vareniclina por su efectividad y seguridad”, sostuvieron.

Finalmente, desde la cartera sanitaria pidieron “no implementar de modo sistemático medicación en personas que fuman pocos cigarrillos, aunque es importante dejarlo a consideración del o la profesional tratante y de la persona fumadora”.

En ese tono, anteriormente, el doctor Guillermo Espinosa, coordinador del Grupo Antitabaquismo del Hospital Italiano (GRANTAHI), le dijo a Infobae: “Se puede dejar de fumar, individualmente o con ayuda. No suele ser fácil, pero sí es algo que muchos pacientes logran. Salir de una adicción de muchos años genera una gran alegría y satisfacción. Hoy existen profesionales que pueden orientar y acompañar en el proceso de dejar de fumar”.

Por su parte, los expertos de Mayo Clinic analizaron las diversas estrategias disponibles para dejar de fumar y concluyeron: “Las terapias de reemplazo de la nicotina de acción corta, como los chicles de nicotina, las pastillas, los atomizadores nasales y los inhaladores, pueden ayudarte a resistir los antojos fuertes. Por lo general, estas terapias se pueden usar de forma segura junto con parches de nicotina de acción prolongada o un medicamento sin nicotina para dejar de fumar”.

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