Demoras en las guardias y salas de espera llenas con niños pequeños que muestran complicaciones respiratorias, la imagen se repite en gran cantidad de hospitales del sistema público y privado de salud. Es que la temporada de bronquiolitis se adelantó y los casos aumentaron fuerte en mayo, cuando el pico habitual sucede en junio.
En la Ciudad de Buenos Aires se registra un 25% más de casos bronquiolitis en comparación a mayo de 2022, según informaron a Infobae desde el Ministerio de Salud porteño. “Esto representa un 30% más de casos que el promedio histórico de los últimos cinco años, sin contar los años en los que transcurrió la pandemia de COVID-19, ya que no se registraron casos de bronquiolitis”, precisaron desde la cartera sanitaria que dirige Fernán Quirós.
El virus sincicial respiratorio (VSR) provoca infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio, es el responsable de los casos de bronquiolitis en niños e infecciones respiratorias que pueden ser graves en adultos mayores, como la neumonía. Estas complicaciones pueden ocurrir cuando el virus se extiende al aparato respiratorio inferior.
“Hace una semana que las infecciones respiratorias representan entre el 50 y 70% de las internaciones”, señaló a Infobae Darío Barsotti, director médico adjunto del Hospital Juan P. Garrahan.
“Estamos viendo un adelantamiento del aumento de las infecciones respiratorias. Estos cuadros después de la pandemia se están dando de manera distinta a lo habitual. Nosotros esperábamos que el pico llegara en la semana epidemiológica 24 (mediados de junio) y este año estamos un 25% por encima ya en la semana 20 (del 14 al 20 de mayo). Algo que también se dio en el hemisferio norte, con un comportamiento viral similar a lo que sucedía previo a la pandemia”, completó Barsotti.
Esta situación se repite en otros hospitales y centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires y en el resto de las provincias. En diálogo con Infobae, la doctora Angela Gentile, infectóloga pediátrica y jefa del departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez explicó que “era esperable un aumento del virus sincicial respiratorio, ya que en el 2020 y 2021 hubo cambios en la circulación del virus. En 2020 no circuló, y en 2021 mostró una forma atípica con un brote a fin de año en niños en edad escolar o adolescentes, en 2022 comenzó a circular pero en menor magnitud y lo hizo junto a otro virus, el metaneumovirus”.
La enfermedad VSR es tan frecuente que la mayoría de los niños ya se han infectado cuando tienen alrededor de los dos años de edad, aunque también puede infectar a los adultos. Sin embargo, por la pandemia de COVID-19, muchos niños nunca se contagiaron y esta es la primera vez que entran en contacto con el virus.
Después de casi tres temporadas de comportamiento inusual del VSR, se produjo un “cúmulo de niños susceptibles” a la infección. “En terapia tenemos una ocupación del 80 a 85%, también se ve aumento de las consultas y hospitalización, a quienes se suele internar es a los más chicos (menores de seis meses) —con o sin comorbilidades— ya que por la inmadurez de su sistema inmune, necesitan oxígeno”, detalló la especialista en infectología.
Gentile precisó que es habitual que el virus sincicial respiratorio afecte a todos los chicos, ya sean sanos o con sistemas inmunitarios comprometidos, y que luego de la pausa de la pandemia, el VSR “retomó su canal habitual de circulación” y por eso ahora se observa este pico de casos.
Se adelantó el pico de casos
Desde el Ministerio de Salud de la Nación indicaron el aumento de las consultas por cuadros respiratorios empezó a observarse a principios de marzo. “Esta tendencia se ha consolidado en la actual semana 20 del calendario epidemiológico (del 14 al 20 de mayo) con una mayor circulación del virus sincitial respiratorio y un aumento de las internaciones por bronquiolitis, cuando habitualmente este pico estacional se produce en la semana 24 (a mediados de junio)”, señalaron en un comunicado difundido ayer.
La mayor incidencia de las infecciones respiratorias se explica también por el desplazamiento que han sufrido en los años anteriores a raíz del SARSCoV-2, el virus que causa el COVID-19.
“En Argentina, como a nivel global, la circulación de influenza y de otros virus se interrumpió con la llegada de la pandemia por COVID-19, especialmente durante los años 2020 y 2021. Luego de este período, el virus de la gripe volvió a circular con un comportamiento inusual, por lo que resulta importante que las personas que presenten algún factor de riesgo se vacunen oportunamente, idealmente antes del comienzo del invierno”, indicaron desde la cartera sanitaria que dirige Carla Vizzotti.
Las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) son enfermedades que afectan a los oídos, nariz y garganta hasta los pulmones. Son ocasionadas en su mayoría por virus, aunque también pueden ser bacterias o parásitos, que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar. También puede ser por contacto con superficies contaminadas como son manijas de las puertas, barandas del transporte público, mesas o escritorio, entre otros. Generalmente no requieren de antibióticos para su tratamiento y no suelen durar más de 15 días.
Ante la consulta de Infobae, desde el Ministerio de Salud bonaerense indicaron que “se registra una mayor circulación y está adelantada la temporada de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas en todas las jurisdicciones. En la provincia de Buenos Aires, hay camas libres aún, no se registra una situación crítica”. Pero de todos modos, informaron que esta semana el titular de la cartera sanitaria bonaerense, Nicolás Kreplak, y su equipo mantendrán “reuniones con los secretarios de Salud de los 135 distritos divididos en AMBA y no AMBA”.
Los síntomas más comunes de las enfermedades respiratorias son: dificultad para respirar, agitación, fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, conjuntivitis, dolor de garganta, de cabeza y muscular.
Los expertos coinciden en la importancia de tomar medidas preventivas como la ventilación de los espacios cerrados y el lavado de manos; no concurrir a los lugares de trabajo o escuela si presentan síntomas; y consultar al equipo de salud ante la aparición de los primeros síntomas, especialmente, en personas recién nacidas y niñeces de mayor riesgo.
Cuidados para prevenir las enfermedades respiratorias:
“Hay que estar atentos a los cuadros respiratorios que habitualmente se manifiestan con resfrío, moco, catarro. En los chicos pequeños, menores de cuatro años y, sobretodo, en los más menores de dos años, cuando muestran dificultad respiratoria o dificultad para alimentarse o tomar líquidos”, indicó el director médico adjunto del Hospital Garrahan.
Por su parte, el Ministerio de Salud de la Nación enumeró una serie de medidas que ayudan a prevenir la circulación de los virus que causan estas enfermedades:
- Lavarse las manos periódicamente, especialmente después de tocar manijas, dinero, objetos de oficina, juguetes de otros niños/as, etc.
- Usar alcohol en gel cuando no haya agua y jabón para lavarse las manos.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo.
- Limpiarse la nariz con pañuelos descartables.
- Evitar el contacto con personas que tengan enfermedades infecto-contagiosas.
- Evitar el humo de cigarrillos y braseros cerca de los niños y niñas.
- Ventilar siempre los ambientes.
- Mantener los esquemas de vacunación al día.
¿Cuáles son las señales para detectar si un niño tiene una infección respiratoria?
- Respiración rápida, con silbidos o ronquidos.
- Se le hunde el pecho al respirar.
- Tiene más de 38° de fiebre de manera persistente y/o mocos.
- Pérdida del apetito.
- No puede beber o amamantarse.
- Está decaído/a y se ve enfermo/a.
Si el niño tiene una infección respiratoria se debe acudir inmediatamente al centro de salud más cercano. No automedicarlo, porque el consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico. Además, debe mantener reposo en la casa mientras continúen los síntomas.
Vacunación antigripal
El 17 de marzo se inició la campaña de vacunación antigripal en la Argentina con el fin de disminuir las complicaciones graves, hospitalizaciones y muertes relacionadas a esta enfermedad.
La campaña está orientada a los grupos priorizados: personal de salud, personas gestantes (en cualquier momento del embarazo), personas puérperas (antes del egreso de la maternidad), niñas y niños de 6 a 24 meses de edad, personas de 2 a 64 años con factores de riesgo, población general a partir de los 65 años.
La vacuna antigripal, disponible de forma gratuita en todos los vacunatorios y hospitales públicos del país, se puede coadministrar junto con las otras vacunas del Calendario Nacional y con la vacuna contra la COVID-19. Cuando se concurra, se sugiere llevar el carnet para que pueda ser chequeado y se completen los esquemas de todas las vacunas en caso de corresponder.
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