La salud del pene va más allá de la capacidad para tener y mantener una erección, eyacular y reproducirse. Los problemas de salud de este órgano tan emblemático de la sexualidad también impactan en otras áreas de la vida y pueden ocasionar estrés, problemas para relacionarse o falta de autoestima.
Hoy, 26 de abril, es el Día Internacional del Pene. Se eligió este Día Mundial para celebrar la fertilidad y generar conciencia acerca de la práctica del sexo seguro. Además porque en Komaki, una ciudad de Japón, se festeja como una tradición desde el siglo XVII. Lo cierto es que a lo largo de la historia el tema del tamaño ha estado presente.
El tamaño del pene ha sido siempre tema de conversación en las sociedades modernas. Fue a partir de este órgano, según detalló el sexólogo Walter Ghedin a Infobae, que “se ha construido las bases del patriarcado, la dominación, la territorialidad corpórea y la espacial, el trabajo y sus jerarquías, las guerras, el poder, el orden, la obstinación, la fuerza motora, los fanatismos; en síntesis: la penetración humana al mundo circundante”.
Si bien el debate acerca del tamaño ha generado atención para muchas personas a lo largo de la historia, varía según las preferencias y expectativas individuales. Desde el punto de vista médico y funcional, un pene de cualquier tamaño puede cumplir con sus funciones reproductivas y sexuales.
En la intimidad de una relación sexual, lo que se pone en juego es la comunicación y la conexión física y emocional entre las personas. La habilidad para complacer a una pareja no se limita al tamaño del pene, sino que depende de la comprensión de las necesidades y deseos de ambos, así como de la disposición para explorar juntos.
El órgano reproductor masculino ha sido asociado a lo largo de la historia con símbolos de poder, virilidad y autoridad en diversas culturas. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha observado un cambio gradual en la percepción y la representación del pene en la sociedad.
Este cambio de percepción ocurre por múltiples factores, incluyendo la creciente igualdad de género, la expansión del feminismo y el cuestionamiento de los roles tradicionales de género. A medida que estos movimientos ganan fuerza, se ha generado un mayor énfasis en el respeto y la equidad en las relaciones sexuales y afectivas, y se ha comenzado a desafiar la asociación del pene con el poder y la autoridad.
Además, el crecimiento de la educación sexual y la información accesible sobre la salud sexual y reproductiva ha llevado a una mayor conciencia sobre la importancia del cuidado y la responsabilidad en las relaciones sexuales, así como a una mayor aceptación de la diversidad en las preferencias y experiencias sexuales.
Cuidados del órgano sexual
1. Mantener una adecuada higiene es fundamental para evitar infecciones y enfermedades. Lave el pene con agua tibia y jabón neutro al menos una vez al día, prestando especial atención al glande y al prepucio en caso de no estar circuncidado.
2. Protección en las relaciones sexuales: utilice preservativos en todas sus relaciones sexuales para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y mantener una buena salud sexual.
3. Autoexamen: realice autoexámenes periódicos para detectar posibles anomalías o cambios en el aspecto del pene, como lesiones, inflamaciones o bultos sospechosos. Ante cualquier duda, consulte a un médico.
Medidas sanitarias
- Vacunación contra el VPH: el virus del papiloma humano (VPH) es una de las principales causas del cáncer de pene. La vacunación contra el VPH es una medida efectiva para prevenir la infección y, por ende, el cáncer.
- Circuncisión: puede reducir el riesgo de infecciones, incluido el VPH, y disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer de pene.
Con el paso de los años, el órgano sexual masculino puede experimentar cambios como pérdida de elasticidad, disminución de la sensibilidad y dificultades para mantener una erección. Para mantener una vida sexual saludable durante la vejez, es fundamental llevar un estilo de vida activo, mantener una dieta equilibrada y controlar enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial.
El cáncer de pene es una enfermedad poco común, pero su detección temprana es crucial para un tratamiento efectivo. Algunos de los síntomas incluyen cambios en el color de la piel del pene, aparición de bultos o úlceras, y secreciones malolientes.
Prevención del cáncer de pene
1. Evitar el tabaco: fumar incrementa el riesgo de cáncer de pene. Dejar de fumar es una de las mejores maneras de disminuir este riesgo.
2. Practicar una buena higiene: mantener el área genital limpia y seca ayuda a prevenir infecciones y enfermedades, incluido el cáncer de pene.
3. Acudir al médico ante cualquier cambio: ante cualquier síntoma o cambio en el aspecto del pene, es fundamental consultar a un especialista lo antes posible para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
“A diferencia del clítoris, el pene comparte dos funciones: la sexual y la micción”, dice a Infobae el sexólogo Walter Ghedin. “Por lo tanto el pene no es un órgano exclusivo de placer como lo es el órgano femenino. La prioridad biológica dada a la penetración como pauta esencial procreativa, más las configuraciones sociales y culturales sobre la masculinidad (fuerza y potencia viril sobre otros machos más débiles), han hecho del mejor dotado un sujeto capaz de garantizar la especie”, agrega el sexólogo.
Este dato antropológico ha sido un estigma que aún persigue a los hombres y se cuela en el deseo de muchas mujeres. “Los sexólogos seguimos insistiendo e informando que estos determinantes no deben condicionar la vida sexual. Los animales copulan durante el período de celo, los seres humanos podemos regular los encuentros sexuales e incluimos la dimensión erótica: seducción, sensualidad, insinuaciones, juego, palabras, cuerpo dispuesto a tocar, a distintas poses; perfumes, luces, películas, juguetes, etc. La erótica nos aleja de la naturaleza procreativa para disponernos a un encuentro plenamente humano”, agrega el especialista.
En este contexto amplio el tamaño del pene no debería adquirir importancia. “Sin embargo, muchos hombres se acomplejan por su tamaño; viven tan preocupados que evitan los contactos sexuales y se someten a infinidad de tratamientos que no resuelven el problema dado que “el problema está en la cabeza”, no en el pene. Un hombre acomplejado por el tamaño no sabe qué hacer en la relación, pierde toda estrategia erótica. Sufre la presión de que debe complacer y no sabe cómo. No sabe qué hacer con las manos, con la lengua, con el cuerpo todo, se vuelve un incapaz sexual. Espera que el tamaño del pene le resuelva el problema”, agrega Ghedin.
Claves para cuidar el pene como órgano reproductivo y sexual
Ghedin dice que priori para cuidar a el órgano reproductor masculino, lo mejor que se puede hacer es no exigirle más de lo que puede dar. “La presión de tener que cumplir lo convierte en un órgano sobrestimado, valorado, causal de angustia cuando no responde cómo se espera”, dice. Y brinda los siguientes consejos:
- Desde el punto de vista anatómico hay enfermedades que pueden provocar dolor durante la penetración, como por ejemplo, la fimosis (dificultad en la retracción del prepucio), infecciones y curvaturas adquiridas (no de nacimiento), en estos casos se requiere de la consulta médica.
- La higiene del pene es fundamental.
- En hombres que no están circuncidados el prepucio suele tener entre sus pliegues bacterias, hongos, que son fuente de infección.
- Y por último, el uso del profiláctico sigue siendo la mejor barrera de protección para las ITS y como método anticonceptivo.
Como médicos sexólogos, reiteradas veces les han hecho a los especialistas la pregunta del millón: ¿el tamaño del pene importa?. “Mi respuesta es no”, dijo en una nota reciente con Infobae, Romina Camacho, sexóloga clínica, medica emergentóloga. “El tamaño del pene no es realmente importante a la hora de satisfacer sexualmente a la pareja, lo realmente importante es cómo se utilice antes y durante la penetración. La relación entre el tamaño del pene y el placer es principalmente mental y no fisiológica. Las mejores experiencias sexuales son aquellas que también son sensuales, las que dan protagonismo a estímulos sensoriales y a las fantasías como la mejor amiga del deseo. No nos olvidemos que el órgano sexual mas grande es la piel y el mas importante es el cerebro”, completó la sexóloga.
“Tema consultado si los hay”, sumó Ghedin. “Desde el punto de vista neuro anatómico, neurofisiológico y orgánico, no importa. ¿Por qué no importa?, porque la estimulación de la parte anterior de la vagina, en una relación obviamente heterosexual hablamos, es la que despierta más sensaciones placenteras y dispara la respuesta orgásmica. Por lo tanto no se necesita tener un pene de dimensiones grandes, para estimular esa zona que es la primera zona vaginal, que es la que contiene las ramificaciones internas del clítoris. Por lo tanto la fricción del pene, aunque sea pequeño en esa zona, estimula la respuestas orgásmica. Desde ese punto de vista neurofisiológico no importa el tamaño del pene”, agregó el sexólogo.
“El tamaño del pene no tiene que ver con el goce”, sumó recientemente a Infobae Florencia Salort, ginecóloga y sexóloga. “Cualquier persona con cualquier tamaño de pene tiene la posibilidad de gozar y producir goce a otra persona. En el caso de las personas con vulva, el 80 por ciento necesitan de una estimulación directa en el clítoris para llegar al orgasmo. Solo el 20 lo tienen con penetración, sin tocarse el clítoris de forma externa. Lo que se cree es que en el coito, por la manera de la posición que la grasa suprapúbica puede frotar el clítoris, o en la posición misma donde se puede producir el frote, o por una caricia, desde la vagina podrías llegar al orgasmo. Teniendo en cuenta este 80 por ciento que necesita una estimulación directa del clítoris, el tamaño no debería ser un problema”.
En conclusión, el Día Mundial del Pene brinda una excelente oportunidad para destacar la importancia del cuidado y la atención a la salud del órgano reproductor masculino. Al seguir una rutina de higiene adecuada, protegerse durante las relaciones sexuales y mantener un estilo de vida saludable, podemos contribuir a prevenir enfermedades y problemas relacionados con el envejecimiento. La prevención del cáncer de pene, aunque no es una enfermedad común, también es esencial. Con información y concientización, podemos tomar medidas para garantizar una vida sexual saludable y segura en todas las etapas de la vida.
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