El dengue, la infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti, tiene un comportamiento estacionario y lo habitual es que en el hemisferio sur la mayoría de los casos ocurran entre diciembre y mayo, ya que en ese momento transcurren los meses más cálidos y lluviosos.
A medida que avanzan los días frescos del otoño y se reducen las precipitaciones, el insecto vector disminuye la intensidad de sus actividades, como reproducirse y comer. En el sentido inverso, durante las jornadas calurosas y húmedas, el mosquito vector está más activo y puede picar más para alimentarse.
En medio del brote histórico de dengue que atraviesa el país con más de 56.324 casos notificados por el Ministerio de Salud de la Nación —cifra que asciende a 67.000 si se consideran los partes actualizados por las provincias—, a partir de mañana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostica un aumento de temperatura en todo el país.
“Se vienen unos días cálidos en gran parte del norte y centro de la Argentina”, precisó Cindy Fernández, meteoróloga y comunicadora del SMN. En este sentido, señaló que serán jornadas cálidas pero no se esperan olas de calor y que el fenómeno “dura muy poco, son tres o cuatro días que aumentan las temperaturas paulatinamente hasta el domingo”.
Cuatro días de veranito en todo el país
El aumento de las marcas térmicas se debe al ingreso de un frente de aire cálido desplazado por el viento norte, que se verá potenciado porque se esperan días con poca nubosidad. En ese marco, se prevén máximas cercanas a los 30 grados en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco. En Formosa, Santiago del Estero y Corrientes los picos de calor pueden alcanzar los 33 a 35 grados.
En provincia de Buenos Aires la situación será similar y durante el fin de semana las máximas alcanzarán los 28 a 30 grados en algunas localidades del conurbano. En la Ciudad de Buenos Aires, las máximas a partir del viernes podrían superar los 28 grados.
“El mosquito Aedes aegypti depende mucho de la temperatura. El frío acorta la vida del mosquito y disminuye la chance de que pueda contagiar y que se pueda cubrir todo el ciclo de tomar la infección de una persona y transmitirla a otra. Ni bien pica a una persona con el virus, requiere entre 7 y 14 días, en un proceso que se llama incubación extrínseca, y recién ahí puede picar e infectar a otro individuo”, explicó a Infobae Favio Crudo, médico infectólogo y epidemiólogo de la Fundación Mundo Sano y de la Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional (ADESAR)
El dengue es una infección vírica que se transmite al ser humano exclusivamente por ciertos tipos de mosquitos, que son el vector de la enfermedad. Décadas atrás, el dengue estaba circunscripto a climas tropicales y subtropicales. Sin embargo, esa situación cambió radicalmente frente al calentamiento global y sus efectos en la naturaleza.
Así, los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor o períodos extensos de altas temperatura y humedad, alteran la dinámica de reproducción del mosquito Aedes. “El periodo de mayor actividad del mosquito ocurre entre diciembre y mayo, estos son los seis meses de mayor actividad por las condiciones de temperatura”, precisó a Infobae el biólogo Manuel Espinosa, responsable del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano, la organización que hace 30 años trabaja para cambiar la realidad de las personas afectadas por las enfermedades desatendidas.
El biólogo agregó que si el frío típico del invierno tarda en llegar, en junio puede mantenerse la transmisión, “como ocurrió en la epidemia de 2020, cuando hasta mediados de junio hubo casos”. Por eso, el pico de casos siempre suele darse entre marzo y abril, momentos del mayor población del mosquito Aedes.
Según el último informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para este otoño se espera una mayor probabilidad de “temperaturas superiores a lo normal en gran parte del centro y norte de Argentina”. En el NOA (Noroeste Argentino) y el centro y norte de Patagonia, éstas pueden ser normales o superiores a lo normales.
Los expertos del SMN advirtieron que debido a esta situación pueden desarrollarse, especialmente en la primera parte del otoño, eventos tardíos de olas de calor. Además, en las provincias del NOA, en cambio, hay una mayor probabilidad de registrar lluvias por encima de lo normal.
El otoño llega después del verano más cálido registrado en la Argentina, según indicaron en el SMN, ya que la temporada estival 2022-2023 relegó al segundo lugar al tórrido verano de 1988-1989.
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