El brote de dengue en Argentina registra hasta el momento 42 muertes y si bien las últimas cifras del Ministerio de Salud de la Nación notificaron 41.257 casos, según el relevamiento de Infobae con las autoridades sanitarias provinciales, la cifra actual de afectados ya supera los 54.000. Esto implica que el 2023 es un año récord de fallecimientos por este motivo en la historia del país, ya que se superaron las 26 víctimas fatales de 2020. En tanto, el número de afectados, según los últimos datos, posiciona a esta temporada como una de las tres más elevadas respecto a los contagios.
El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) difundido por el Ministerio de Salud informó los casos y los decesos notificados entre el 1 de agosto de 2022 y el pasado domingo 9 de abril. Sin embargo, las cifras quedaron desactualizadas, ya que en los últimos días las carteras de Salud provinciales reportaron nuevos datos de esta enfermedad viral que transmite el mosquito Aedes aegypti.
En ese marco, la incógnita y la preocupación actuales tienen que ver con el desarrollo de este brote de dengue. ¿Cuándo podría terminar? ¿Qué factores inciden para que bajen los casos y los fallecimientos? Infobae conversó con dos expertos para responder estas y otras preguntas fundamentales de la situación epidemiológica actual.
En primer lugar, Favio Crudo, médico infectólogo y epidemiólogo de la Fundación Mundo Sano y de la Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional (ADESAR), postuló: “Al brote de dengue actual le quedan entre dos y cuatro semanas y, luego, se va a agotar. ¿Por qué? Porque llegaron las temperaturas bajas. Por lo tanto, en el mes de mayo va a terminar, sin dudas”.
“El mosquito Aedes aegypti -analizó Crudo- depende mucho de la temperatura. El frío acorta la vida del mosquito y disminuye la chance de que pueda contagiar y que se pueda cubrir todo el ciclo de tomar la infección de una persona y transmitirla a otra. Ni bien pica a una persona con el virus, requiere entre 7 y 14 días, en un proceso que se llama incubación extrínseca, y recién ahí puede picar e infectar a otro individuo”.
Junto a un grupo de expertos, el infectólogo lleva adelante un seguimiento semanal de la actividad del mosquito Aedes aegypti en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco. Allí, según contó, “hasta el mes de enero no se detectó prácticamente nada. Después de las primeras lluvias, comenzaron a eclosionar los huevos y subieron los casos. Ahora, este sistema está mostrando una tendencia a la baja: desde la semana pasada se observa que la cantidad de huevos está disminuyendo de forma drástica”.
A su turno, el virólogo de la Universidad Nacional de Quilmes, Mario Lozano, aportó: “Cuando lleguemos a los fríos más invernales en Argentina, y eso generalmente sucede en el mes de mayo, el brote actual de dengue va a terminar, porque los mosquitos no se siguen reproduciendo. Al no tener mosquitos, no va a haber transmisión”.
En segundo término, Lozano profundizó que los países o las regiones del mundo “donde hay climas templados, como ocurre en Argentina o Uruguay, hay ciclos de brotes de dengue que afectan durante los veranos, con las temperaturas más altas, porque en esa época hay mosquitos”.
Por qué ocurrió el brote de dengue en Argentina
Por la cantidad de casos y de fallecimientos por el virus del dengue, la situación epidemiológica preocupó a los especialistas. ¿Cuáles fueron los motivos que impulsaron estas condiciones de transmisión? Así lo explicó Lozano: “Este verano fue particularmente caluroso en el país, y esto mantuvo activo el ciclo vital de los mosquitos. Por ende, si tenemos mosquitos, existe la capacidad de transmisión de dengue, y eso lleva a que la enfermedad se sostenga”.
“El brote actual de dengue -agregó el virólogo- es uno de los más importantes que hubo en la historia de nuestro país, y tiene características particulares que lo diferencian de otros brotes. Es que se ha detectado en estos días que el genotipo del virus dengue que está circulando mayoritariamente no es el serotipo 1, sino el serotipo 2. Dentro del serotipo 2, hay algunas variantes que están asociadas con un cuadro clínico más grave, y esto sucede cuando se produce una reinfección. Aquellos pacientes que ya tuvieron dengue en épocas anteriores, si ahora se infectan con el serotipo 2 tienen más chances de tener una infección grave”.
Para Crudo, “generalmente, los brotes de dengue en Argentina muestran mayor actividad entre los meses de marzo y abril, ya que es un país de clima templado, por lo que se considera como un modelo epidémico. Es decir que tenemos casos en forma de brotes solo en meses cálidos y lluviosos. En cambio, en otros países, el virus es endémico y hay casos todo el año”.
Bajo estos preceptos, Crudo analizó: “Brasil, Bolivia y Perú tuvieron muchos casos de dengue, y desde ahí llegaron a Argentina muchos turistas por viajes de fin de año o vacaciones. El virus viaja con las personas, no con el mosquito, y acá recibimos personas infectadas con el virus en la sangre de estos países endémicos y, si en nuestro país estamos en época de mosquitos, comienza el brote. La proliferación del mosquito en sí, de todos modos, obedece a factores como la urbanización creciente y no planificada, y a cualquier recipiente que tenga agua y pueda ser un criadero. La lluvia también incidió en el brote, porque los casos aumentaron después de algunas precipitaciones entre enero y febrero que llegaron después de un verano muy seco”.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud nacional, los casos de dengue que se registraron entre el 1 de agosto y el 9 de abril se encuentran 48,4% por encima de los notificados en 2020 y 27% por encima de los de 2016, los dos últimos brotes. A su vez, según pudo relevar Infobae, los 39 fallecimientos de la temporada actual ocurrieron en nueve jurisdicciones: provincia de Buenos Aires 1, Ciudad de Buenos Aires 2, Jujuy 6, Salta 10, Santa Fe 7, Santiago del Estero 1, Tucumán 9, Entre Ríos 1 y Córdoba 2.
Actualmente, el DENV-2 es el serotipo predominante, pero con una dispersión que alcanza al menos a 10 jurisdicciones de las 15 afectadas hasta el momento. En todas las muestras estudiadas de DENV-2 se detectó el Genotipo II-Cosmopolita, informaron desde la cartera sanitaria, y explicaron en diálogo con Infobae que esta variante no circulaba en Argentina, sino en Brasil y en Perú. “Se está investigando aún su impacto clínico y epidemiológico”, agregaron desde la cartera que lidera Carla Vizzotti.
Semanas atrás, Infobae pudo saber que hay una vacuna contra el dengue que se encuentra en una etapa de evaluación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Desde el Ministerio de Salud y desde la ANMAT señalaron a este medio que el proceso “está muy avanzado”, aunque aún no hay una fecha definida para que se concrete. Se trata de la vacuna Qdenga, una fórmula tetravalente -elaborada por la farmacéutica japonesa Takeda- que está compuesta por los cuatro serotipos del virus que causa la enfermedad.
Con una eficacia general del 80,2%, Qdenga consta de dos dosis que deben ser inoculadas con un intervalo de tres meses, y está recomendada para un público extenso: desde los 4 hasta de 60 años.
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