En el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Chagas que se celebra el 14 de abril para concientizar, vale recordar que se trata de una enfermedad que es endémica en 21 países de América, de los cuales Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y México son los países con mayor número de población afectada. En nuestro país hay 1,6 millones de infectados y 7 millones de personas en riesgo de contraer la enfermedad.
El Chagas es una enfermedad parasitaria causada por el microorganismo Trypanosoma cruzi. Se transmite al ser humano por insectos (conocidos como vinchucas, chinches o chirimachas), por transfusión sanguínea o trasplante de órganos, por consumir alimentos contaminados, y durante la gestación y el trabajo de parto. Actualmente, dentro y fuera de Latinoamérica, la principal transmisión es de madre a hijo.
Es importante visibilizar la enfermedad de Chagas porque se trata de una enfermedad desatendida que debe ser atendida. Además, es una patología silenciosa que tiene un período asintomático largo y eso brinda una ventana de oportunidad porque ése es el momento en que el paciente puede realizar el tratamiento y curarse.
Entonces, lo que debemos hacer es una búsqueda activa de los pacientes asintomáticos y eso requiere mucha visibilidad, se necesita divulgar y educar para que el posible afectado conozca sobre la enfermedad y también fortalecer la formación del médico de atención primaria, el primer punto de acceso a la salud para gran parte de la población. En ese sentido, podría haber enormes ventanas de oportunidad para arribar al diagnóstico, confirmarlo y así iniciar el tratamiento.
El análisis para detectar la enfermedad no es invasivo ni caro, está disponible. Ante la duda, lo es mejor es hacerse el análisis porque el hallazgo de un positivo significa darle la oportunidad a alguien de curarse.
Por otra parte, en cuanto a la mujer joven que tiene Chagas, creo que existe unanimidad en que una mujer que realizó el tratamiento ya no transmite. Nosotros preferimos la promoción del diagnóstico previo a un embarazo. Hacer un abordaje hacia esa mujer en edad fértil que aún no está programando su maternidad, ya que ese es el momento ideal para el tratamiento. Conocemos muchos casos de mujeres que han tenido un primer bebé y hasta más de uno positivo, y que una vez que se trataron tuvieron un bebé sin Chagas.
“Tenemos el gran desafío de detectar precozmente a la enfermedad de Chagas”, señaló el doctor Pedro Albajar Viñas, responsable del Programa de control de la Enfermedad de Chagas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los conversatorios organizados por Mundo Sano en el contexto del Día Mundial del Chagas. En esa extensa entrevista, también afirmó que “es posible controlar la transmisión materno-infantil del Chagas para 2030″.
Un ejemplo es el programa para la eliminación de la transmisión materno infantil que se llevó a cabo en Murcia, España, donde se hizo una búsqueda activa de los posibles pacientes asintomáticos entre la población latinoamericana. “Antes de que la Unidad de Medicina Tropical empezara a funcionar en 2007 en Murcia se habían diagnosticado solamente 6 casos de enfermedad de Chagas, tras la implementación del programa se identificaron 2.500″, contó el doctor Manuel Segovia Hernández, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Virgen de Arrixaca, Murcia en otra de las entrevistas de los conversatorios de Mundo Sano.
Una labor que vale la pena
Además, el 30% de las personas con la infección tienen probabilidad de desarrollar enfermedad cardíaca. Entonces, la tarea de la Fundación Mundo Sano, a través de promover el acceso al tratamiento para niñas y mujeres jóvenes, cobra un sentido humano fundamental. Cuando uno sabe que se negativizó un niño, un bebé o una mujer joven que tenía un 30% de probabilidad de desarrollar una patología muy severa, ya valió la pena todo el trabajo y cuando son muchas, es muy conmovedor.
No sólo debemos pensar el abordaje del Chagas en algunas geografías, sino que tenemos que buscar activamente a los posibles afectados. A veces nos cuesta en los países endémicos que los médicos piensen en la enfermedad de Chagas, a mí me sorprende y me maravilla cuando nos piden un tratamiento desde Suecia, desde Japón, desde tantos lugares.
Mucho tiempo se dijo que el Chagas no se curaba y eso una carga. Un paciente no se quiere enterar que padece una enfermedad que no tiene cura, pero si las personas saben que sí es curable, creo que va a buscar su diagnóstico y su tratamiento, que es razonablemente fácil y accesible.
Romper las inercias cuesta mucho, pero hemos hecho mucho por eso y hemos avanzado. Es necesario educar a todos los sectores: autoridades sanitarias, sociedades científicas para que informen a sus asociados, pacientes posibles, otros miembros del sistema de salud. Creo que son muy importante las parteras —como decimos en Argentina— o matronas, comadronas, enfermeros, agentes de salud, farmacéuticos, toda persona involucrada en el sistema de salud.
Soy optimista respecto al futuro de la enfermedad de Chagas, requiere un gran trabajo pero lo estamos haciendo. En estos 30 años de Fundación Mundo Sano, han pasado muchas cosas, y ni más ni menos que una pandemia, que tuvo una magnitud inimaginable.
En julio de 2019 habíamos hecho una muestra del Museo Smithsonian, en Washington, junto con la Universidad de Harvard, alertando sobre el riesgo de posibles pandemias, no puedo decir que en el 2020 nos sorprendió la irrupción del COVID-19, pero la magnitud sí. El confinamiento y el nivel de paralización del mundo marcó un antes y un después para lo que trabajamos en salud. Pero nos dejó lecciones y experiencias que nos marcaron a todos.
Hoy el mundo sabe que la salud es un bien público indispensable, que la salud es estratégica, que por salud se puede paralizar la actividad económica global, puede haber daños laborales, productivos, de todo tipo. Entonces, el mundo cambió y eso nos da una oportunidad.
La salud pública implica pensar en la salud para todos y eso es el primer nivel de atención, que a veces ni siquiera es un centro de atención sanitario, es una farmacia. Si no hay ningún sistema de salud, no se resuelve nada. En Mundo Sano estamos muy abocados a la implementación, a cómo llevamos la innovación al acceso a la salud.
Muchos se preguntan si la enfermedad de Chagas debe ser atendida solamente por especialistas infectólogos o qué otras especialidades de la medicina se deben convocar a comprometerse con su atención. La enfermedad de Chagas la puede atender el médico de familia o el pediatra, o el primer nivel de atención. No requiere de una atención compleja, sobre todo, si estamos hablando de la prevención.
Para concluir, es importante que el paciente, aunque haya sido efectivo su tratamiento para el parásito, sepa que debe controlarse, porque a veces no sabemos si aunque llegamos a tiempo, la persona no había iniciado algún proceso de desarrollo de la enfermedad.
* La doctora Silvia Gold es presidenta de la Fundación Mundo Sano, que desde hace 30 años trabaja para cambiar la realidad de las personas afectadas por las enfermedades desatendidas, entre ellas la enfermedad de Chagas.
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