Comienzan los días otoñales más frescos y la humedad dice presente, disminuyen los mecanismos de defensas naturales de las vías respiratorias y los alérgicos se vuelven más vulnerables.
Este proceso se ve acentuado por la contaminación ambiental, el tabaquismo y las infecciones virales. En especial en esta época se incrementa las afecciones causadas por rinovirus, responsables de los resfríos y ya ante el invierno propiamente dicho, el sincicial respiratorio, responsable de la bronquiolitis, es decir que se disparan el desarrollo de enfermedades respiratorias, las cuales también se relacionan con los cambios bruscos de temperaturas.
El sistema inmunológico produce anticuerpos, que cuando identifican una sustancia extraña, por ejemplo los alérgenos, que son moléculas ajenas al organismo, estimulan al mismo manifestándose una reacción sobreexagerada de la mucosa de la nariz de tipo inflamatoria.
Estos alérgenos en el otoño son los aeroalérgenos intradomiciliarios:
- Los ácaros
- El polvo doméstico
- Los hongos y sus esporas
Al descender la temperatura, se cierran las ventanas, se reduce la ventilación, permanecemos más tiempo en el interior del hogar, y estamos frente a la “polución indoor” ya que pasamos casi el 90 % del tiempo en estos espacios. Además, recordemos que ante el frío se enciende la calefacción y todo este conjunto crea un ambiente, un “microclima” perfecto para la proliferación de los alérgenos, que están en las alfombras, colchones, sábanas, almohadas, cortinas, tuberías y peluches, activándose los efectos de la alergia.
La alergia tiene una base genética, lo que significa que se transmite de padres a hijos. Cuando un padre es alérgico los hijos tienen hasta un 40% de posibilidades de ser alérgicos, en el caso que ambos padres sean los alérgicos, las posibilidades aumentan hasta un 90 %, y se debe tener presente a la epigenética (el ambiente), pues puede provocar el encendido de los genes. Aparecen entonces las primeras manifestaciones clínicas:
- Congestión nasal (obstrucción nasal)
- Picor en nariz y ojos
- Crisis de estornudos
- Rinorrea anterior
Al aparecer estos síntomas, se producen alteraciones cognitivas, mal humor, irascibilidad, alteraciones del sueño, que repercuten en la actividad escolar, laboral y social de las personas afectadas.
Recomendaciones para prevenir y mitigar los efectos en las personas alérgicas:
- Lavar las sábanas por lo menos, una vez por semana con agua caliente
- No usar productos químicos en lugares cerrados (desodorantes, perfumes, sahumerios)
- Aspirar las alfombras con frecuencia.
- Optar, de ser posible, por pisos flotantes y limpiarlos con trapo húmedo
- Cambiar los filtros de calefacción y del aire acondicionado (en caso de ser frío-calor)
- Ventilar los ambientes entre 5 a 10 minutos por día.
- Dejar entrar el sol (disminuye la humedad y elimina los alérgenos)
- Usar extractor de cocina
- Evitar los peluches en el cuarto de los niños, y de tenerlos, lavarlos con agua caliente una vez a la semana
- No apilar ropa mojada
- No comer en la cama
Prevención y tratamiento: se aconseja siempre, no automedicarse, concurrir al especialista para prevenir los síntomas con tiempo y adoptar hábitos saludables.
Dra. Stella Maris Cuevas MN: 81701, Médica otorrinolaringóloga - Experta en olfato – Alergista , Expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA)
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