Uno de cada cuatro padres no reveló datos COVID de sus hijos, según un estudio

La investigación de científicos estadounidenses y británicos reveló que quienes ocultaron información de salud lo hicieron por la imposibilidad de faltar al trabajo o por no adherir a las protocolos sanitarios

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El estudio muestra la reticencia de 1 de cada 4 padres a revelar que sus hijos tenían la enfermedad o la falta de adherencia a los protocolos sanitarios de prevención del COVID-19 (Getty)
El estudio muestra la reticencia de 1 de cada 4 padres a revelar que sus hijos tenían la enfermedad o la falta de adherencia a los protocolos sanitarios de prevención del COVID-19 (Getty)

Las personas no siempre son sinceras acerca de la información sobre su salud o no siguen las recomendaciones médicas que reciben, incluidas las medidas dispuestas por los gobiernos por la emergencia sanitaria de COVID-19, como informar los síntomas de la infección, cumplir la cuarentena o el aislamiento obligatorio.

Muchos padres reconocieron que engañaron a otras personas cuando sus hijos dieron positivo por COVID-19, según un informe de investigadores de la Universidad de Utah Health y Middlesex Community College, Connecticut, ambos en EEUU en colaboración con científicos de Reino Unido.

Según los números relevados por los investigadores, más del 25% de los padres encuestados admitieron ocultar que sabían o sospechaban que sus hijos tenían COVID a las personas con las que estuvieron en contacto. El estudio, que se publicó esta semana en JAMA Network Open ofrece pistas sobre cómo se propagó el SARS-CoV-2 en los Estados Unidos.

Entre las razones más comunes citadas por los participantes del estudio figuraron la imposibilidad de quedarse en casa y ausentarse del trabajo para cuidar a sus hijos enfermos, y querer tomar decisiones sobre el cuidado de la salud de su familia sin la opinión de la autoridades.

Entre aquellos que no fueron sinceros sobre cómo el coronavirus afectó a sus hijos, alrededor del 60% dijo que engañó a otras personas sobre el estado de vacunación de los menores (Getty)
Entre aquellos que no fueron sinceros sobre cómo el coronavirus afectó a sus hijos, alrededor del 60% dijo que engañó a otras personas sobre el estado de vacunación de los menores (Getty)

Además, según reveló el informe, algunos padres de niños más pequeños mintieron sobre la edad de sus hijos para poder vacunarlos.

El hallazgo plantea preocupaciones sobre la reticencia de los padres a revelar que sus hijos tenían la enfermedad o la falta de adherencia a los protocolos sanitarios de prevención del COVID-19, lo que podría haber contribuido a la trasmisión del coronavirus y exacerbado sus altas tasas de hospitalización y muerte, según Angela Fagerlin, autora principal del estudio y presidente del Departamento de Ciencias de la Salud de la Población en Universidad de Utah Health.

“La pandemia creó un tremendo estrés para todos nosotros, especialmente para los padres”, agregó Andrea Gurmankin Levy, coautora del estudio y profesora de Ciencias Sociales en Middlesex Community College. Además de Levy, Fagerlin y sus colegas, participaron también de la investigación científicos en Colorado, Iowa y Gran Bretaña.

“Como todos los demás, a los padres les preocupaba enfermarse de COVID-19 o perder su trabajo, pero los padres también tenían que hacer malabares con las responsabilidades laborales mientras sus hijos estaban en casa en cuarentena. Es muy posible que algunos padres tergiversaran el estado de COVID-19 de sus hijos o no se adhirieran a las reglas de prueba o aislamiento en un intento de aliviar parte de esta carga”, interpretó la investigadora.

El estudio ofrece pistas sobre cómo se propagó el SARS-CoV-2 en los Estados Unidos (Getty)
El estudio ofrece pistas sobre cómo se propagó el SARS-CoV-2 en los Estados Unidos (Getty)

Los investigadores analizaron las respuestas de 580 padres que tenían a su cargo hijos menores de 18 años que vivían con ellos durante el transcurso de la pandemia. La encuesta se realizó en diciembre de 2021.

Según los datos recopilados, alrededor del 26% de los tutores tergiversó el estado de COVID-19 de un niño a su cargo de alguna manera. Entre aquellos que no fueron sinceros sobre cómo el coronavirus afectó a sus hijos, los investigadores advirtieron que:

- Alrededor del 60% informó que engañaron a otras personas sobre el estado de vacunación de sus hijos cuando querían que los menores participaran en una actividad que requería vacunación.

- Más de la mitad de los padres indicó que ocultaron datos de salud porque querían la libertad de hacer lo que consideraban mejor para su familia.

- Casi el 43% de los padres manifestó que no les dijeron a los demás que sus hijos tenían COVID-19 porque no querían que faltaran a la escuela.

- Alrededor del 35% de los padres no reveló que su hijo tenía COVID-19 porque no contaba con la posibilidad de faltar al trabajo para cuidarlo.

Algunos padres no fueron sinceros sobre el estado de vacunación de sus hijos para permitirles participar en actividades con protocolos sanitarios (iStock)
Algunos padres no fueron sinceros sobre el estado de vacunación de sus hijos para permitirles participar en actividades con protocolos sanitarios (iStock)

“Parece que a muchos padres les preocupaba que sus hijos faltaran a la escuela, y como padre de tres niños en edad escolar, puedo entender eso. Sin embargo, al mismo tiempo, expusieron potencialmente a otros niños a una enfermedad grave. Por lo tanto, es complicado porque lo que podría pensar que es mejor para su hijo podría no ser lo mejor para otros niños en el salón de clases”, precisó una de las investigadoras.

Algunos padres engañaron a otros, pero lo hicieron de una manera que era poco probable que dañara a otros, según los investigadores. Por ejemplo, algunos les dijeron a los agentes de salud que su hijo era mayor de su edad para que pudieran vacunarlo.

“Los padres podrían haber pensado que mentir sobre la edad de sus hijos era algo bueno porque los ayudaría a mantenerse saludables y a salvo del virus y potencialmente proteger a quienes los rodean. Pero había una edad límite por una razón. La vacuna no se había probado en niños más pequeños y no estaba claro si sería segura o efectiva para ellos”, explicaron las investigadoras.

Los investigadores analizaron las respuestas de 580 padres que tenían a su cargo hijos menores de 18 años que vivían con ellos durante el transcurso de la pandemia (Getty)
Los investigadores analizaron las respuestas de 580 padres que tenían a su cargo hijos menores de 18 años que vivían con ellos durante el transcurso de la pandemia (Getty)

El equipo de investigación aclaró que entre los participantes del estudio alrededor del 70% fueron mujeres, lo que indica que el estudio no representa completamente la composición demográfica de los Estados Unidos, una consideración importante al interpretar los hallazgos, según Alistair Thorpe, coautor del estudio, exestudiante de posdoctorado en Universidad de Utah Health y actualmente científico investigador de posdoctorado en University College London.

Los investigadores también sospechan que algunos participantes pueden haber manipulado algunas de sus respuestas a la encuesta. “Mentir sobre mentir es ciertamente una posibilidad. En todo caso, el 26 % es probablemente el número mínimo de padres que tergiversaron el estado de COVID-19 de sus hijos durante la pandemia”, indicó Fagerlin.

Como conclusión, profesora de Ciencias Sociales en Middlesex, señaló: “Necesitamos hacer un mejor trabajo al proporcionar mecanismos de apoyo como licencia por enfermedad pagada por enfermedad familiar para que los padres no sientan que su única opción es participar en tergiversaciones o incumplimiento de las pautas de salud pública durante un futuro brote de enfermedades infecciosas de la magnitud del COVID-19″.

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