La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó, mediante la disposición 1470/2023 emitida este martes 7 de marzo, la comercialización de la especialidad medicinal denominada mifepristona. Con esta medida queda habilitada la distribución y venta en farmacias y su uso en los tres subsistemas de salud —público, obras sociales y prepagas— de ese medicamento, incluido en uno de los tratamientos indicados para la interrupción voluntaria del embarazo.
El Ministerio de Salud de la Nación informó que la disposición de la ANMAT “completa el paquete regulatorio básico necesario para asegurar la disponibilidad de los mejores estándares de atención y clínicos en todos los efectores de salud del país para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción voluntaria y legal del embarazo”.
La mifepristona es una medicación que se usa combinada con el misoprostol para generar la expulsión del saco gestacional en uno de los esquemas recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La aprobación para su comercialización se enmarca en el cumplimiento de la Ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE).
La OMS consideró, desde 2005, a la mifepristona y al misoprostol como drogas esenciales para proveer servicios de salud de calidad y ratificó su eficacia y seguridad en el reciente documento llamado “Directrices sobre la atención para el aborto” publicado en 2022.
Siguiendo los lineamientos de la OMS, en Argentina los sistemas de salud pueden administrar medicamentos a las personas que deseen interrumpir un embarazo temprano, ya que se trata de métodos seguros. Para esto existen dos tratamientos: uno combina dos medicamentos diferentes (mifepristona y misoprostol), y el otro se realiza con misoprostol solo.
El uso combinado de la droga ahora autorizada para su comercialización y el misoprostol, según el Ministerio de Salud, permite un “menor tiempo de sangrado, menos dolor y menos efectos secundarios que el tratamiento con misoprostol solo. La mifepristona y el misoprostol pueden usarse en el domicilio hasta las 12 semanas de gestación, con la información y las indicaciones brindadas por el equipo de salud. Después de las 12 semanas de gestación las dosis varían”, indicó.
La mifepristona es un medicamento que bloquea el efecto de la progesterona, una hormona necesaria para la continuidad del embarazo. Además, favorece el efecto del misoprostol sobre el útero. En tanto, el misoprostol es un medicamento que produce contracciones en el útero. Esas contracciones provocan la expulsión del contenido uterino: el saco gestacional y tejido que lo rodea de una forma similar al de la menstruación.
La mifepristona, el compuesto sintético esteroideo que bloquea la actividad de la progesterona, se prescribe uno o dos días antes del misoprostol.
Con la nueva disposición de la ANMAT un laboratorio privado quedó autorizado para la producción y venta de la píldora que hasta ahora solo se administraba en los efectores públicos de salud. El Ministerio de Salud de la Nación inició “en 2022 la distribución del tratamiento combinado de mifepristona y misoprostol, a través del programa REMEDIAR, a los programas provinciales de salud sexual y reproductiva y centros de salud y hospitales públicos que garantizan IVE/ILE en todo el país”, recordó esa cartera.
Indicó también que el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), perteneciente al Estado de Santa Fe, se encuentra en proceso de desarrollo de la producción pública de mifepristona. Asimismo, el año pasado, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires firmó un convenio con la Universidad Nacional de La Plata para su producción, precisó.
En octubre de 2018, la ANMAT había autorizado, a través de la disposición 946/2018, la venta en farmacias, bajo receta archivada, de la droga misoprostol, así por primera vez se pudo adquirir para la interrupción del embarazo en los casos que contempla la ley.
Según datos de la cartera sanitaria, las estadísticas muestran que entre los años 2020 y el 2021 se logró un descenso del 40% de la mortalidad materna por embarazo terminado en aborto. Las muertes maternas ligadas al “aborto médico, otro aborto, aborto no especificado e intento fallido de aborto” cayeron de 13 en 2020 a 9 en 2021. Si se consideran todas las defunciones por aborto, se observa que la disminución fue de 23 en 2020 a 15 en 2021.
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