Esta semana, según pronosticó el Servicio Meteorológico Nacional, hay alta probabilidad de que las temperaturas máximas superen los 35 grados en muchas ciudades del territorio de la Argentina, desde el Norte hasta la Patagonia (por ejemplo, en Neuquén).
En ese contexto, las personas deberían tomar precauciones porque la exposición prolongada a altas temperaturas y la humedad o el esfuerzo físico intenso con altas temperaturas pueden causar diferentes trastornos en la salud.
En esas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura. Se puede padecer los trastornos del agotamiento por calor y el golpe de calor.
Estas son las respuestas y recomendaciones basadas en pruebas científicas del Ministerio de Salud de la Nación y el Servicio Meteorológico.
1-¿Cómo estar al tanto del nivel de alerta meteorológico?
En primer lugar se debe considerar el sistema de alerta temprano del Servicio Meteorológico Nacional. Este organismo público de la Argentina identifica con 4 colores la situación del tiempo y su potencial efecto en la salud. Con el color verde, no se esperan fenómenos meteorológicos que impliquen riesgos.
Pero con el color amarillo se informa que las temperaturas extremas pueden ser peligrosas, especialmente para las personas mayores de 65 años, los niños y las personas con enfermedades crónicas.
Con el color naranja, el alerta pasa a indicar que las temperaturas extremas pueden ser muy peligrosas para la salud humana, especialmente para los grupos vulnerables. Con el alerta rojo, significa que las temperaturas extremas pueden afectar a todas las personas, incluidas a las que no tienen patologías diagnosticadas y se consideran sanas.
2- ¿Hay recomendaciones basadas en la ciencia?
Hay que tener en cuenta que no existe aún un tratamiento farmacológico para el golpe de calor. Para prevenirse contra el impacto de las altas temperaturas, se debería consumir más agua segura sin esperar a tener sed. De esta manera, la persona puede tener una hidratación adecuada, según el Ministerio de Salud de la Nación.
Se deben evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes. También es recomendable incorporar frutas y verduras a la alimentación y evitar las comidas abundantes y así como realizar actividad física intensa. Es preferible permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
3- ¿Qué precauciones se deben tener en cuenta en la vía pública?
Para el cuidado de la salud en la vía pública, se sugiere evitar la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura (de 10 a 16 horas), en especial bebés y niños pequeñas. Además, es importante utilizar protección solar y mantenerse hidratado.
Los adultos deben usar ropa holgada, de colores claros, sombreros y anteojos para protección del sol. Con respecto a los niños es conveniente ofrecerles continuamente líquidos. Se les debe dar preferentemente agua o jugos naturales, sin esperar a que los pidan.
Los niños también deben ser vestidos con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros, bañarlos y/o mojarles el cuerpo con frecuencia. Hay que evitar que se expongan al sol, especialmente de 10 a 16 horas.
En todo momento es recomendable colocarles gorro y protector solar y mantenerlos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado (ya sea en una casa o en lugares públicos). En el caso de lactantes es recomendable darles el pecho de manera más frecuente, según la cartera de Salud.
4- ¿Cuáles son los síntomas para prestar atención?
Se recomienda prestar atención a signos como: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura corporal mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de sofocación, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
5- ¿En qué se diferencian el agotamiento por calor del golpe de calor?
El agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave. En ese cuadro, se puede detectar sudoración excesiva, piel pálida y fresca, sensación de calor sofocante, sed intensa y sequedad en la boca, calambres musculares, agotamiento, cansancio o debilidad.
También se pueden producir dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños), mareos o desmayo.
En cambio, el golpe de calor es una situación aún más grave: la temperatura del cuerpo puede ser de 39 grados o más, la piel se vuelve roja caliente y seca (se agota la transpiración), y la respiración y frecuencia cardíaca se aceleran.
También la persona tiene dolor palpitante de cabeza, alteración del estado mental y del comportamiento como vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento, y convulsiones.
Ante los síntomas de agotamiento o de golpe de calor, se requiere pedir asistencia médica. Mientras tanto, hay que intentar refrescar a la persona afectada, darle agua segura y mojarle la ropa.
En casos de niños, se recomienda no administrarles medicamentos antifebriles. Ni tampoco friccionar la piel con alcohol (porque causa intoxicación).
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