En la actualidad, cuando alguien nombra al Aedes aegypti pocos desconocen qué es y qué responsabilidad tiene en la transmisión de enfermedades. Ahora, tras la reciente noticia de tres casos de Chikungunya en la provincia de Buenos Aires, sin antecedentes de viajes, y un aumento significativo en los casos de Dengue, la pregunta sobre el rol de estos mosquitos y las chances de una posible coinfección crecen. Pero, ¿es posible? ¿Cuáles son las probabilidades de que una persona o un mosquito se infecten, al mismo tiempo, con más de un virus?
Este viernes, el Ministerio de Salud de la Nación informó que, hasta la semana epidemiológica 7 de 2023 (del 12 al 18 de febrero), se notificaron en la Argentina 673 casos positivos de dengue, de los cuales 587 no registran antecedentes de viaje. Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en 6 jurisdicciones: Santa Fe (en 7 localidades), Salta (en 3 localidades), Tucumán (en 2 localidades), Jujuy, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Al tomar los datos del informe anterior, que fue divulgado en el Boletín Epidemiológico y señaló que a la semana epidemiológica 6 de 2023 se registraron 324 casos con pruebas positivas para dengue de los cuales 275 no registran antecedentes de viaje, el aumento en la última semana fue del 107,72%, de los cuales 87,22% son autóctonos. Esto significa que los casos autóctonos crecieron un 113%.
En tanto, al evaluar la cantidad de afectados por el virus Chikungunya, hasta el momento, según el reporte de este viernes, se contabilizan 3 casos sin antecedentes de viaje en dos localidades de la provincia de Buenos Aires (2 del partido de Almirante Brown y uno del partido de Quilmes). Por este motivo, la cartera sanitaria bonaerense emitió un alerta epidemiológico. Pero eso no es todo, ya que se detectaron otros 132 casos importados o en investigación en otras 7 jurisdicciones, es decir que son 135 en total. En este caso, de una semana a la siguiente, se registró un incremento del 73% para el total, aunque no para los autóctonos.
“Esos casos de Chikungunya aún se están evaluando epidemiológicamente”, indicó a Infobae Juan Manuel Castelli, titular de Subsecretaría de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud. En ese sentido, resaltó que su presencia en territorio bonaerense y la falta de nuevos casos podría estar relacionada con el brote de esta enfermedad en Paraguay. Es que, según afirmó el director de Vigilancia de la Salud del vecino país, Guillermo Sequera, en las últimas tres semanas epidemiológicas fueron confirmados 12.189 nuevos casos, con lo cual se acumulan hasta la fecha 24.163 casos positivos.
“Puede ocurrir que algunas personas que viajan, cuando vuelven de zonas con brote, tienen un enfermedad de forma muy leve y no consultan. Pero igualmente están infectadas, entonces cuando la pica un mosquito los transmite. Hasta ahora, lo que se determinó es que no tenían antecedentes de viaje y se está realizando el estudio epidemiológico para ver si hubo antecedentes de otras personas que hayan viajado”, agregó el funcionario de la cartera sanitaria nacional.
Por otro lado, al analizar el avance del Dengue, Castelli señaló que “hay que esperar los próximos meses para ver como transcurre, porque hay una cuestión cíclica. En más, para la evaluación de esta temporada se comienzan a realizar los informes en julio y agosto, y enseguida comienza el siguiente año epidemiológico de la enfermedad”.
Mientras que al profundizar sobre la situación del Chikungunya, el funcionario explicó que, ante la situación en Paraguay, se realizó un alerta para todas las regiones. “En los lugares donde hay casos sospechosos o confirmados, la mayoría son importados, de personas que viajaron a regiones en donde hay brote. En esos lugares, al igual que pasa con el Dengue, se realizan intervenciones a nivel provincial del foco, se hace bien focal, con aislamiento de personas para disminuir el riesgo, un control en los domicilios, porque sabemos que el Aedes aegypti es domiciliario y peridomiciliario y no tiene un amplio desplazamiento. Básicamente, es un control en la casa y en las nueve manzanas que la rodean”.
¿Puede haber una coinfección de Dengue y Chikungunya?
En la Argentina se registraron tres picos de contagios de dengue, los cuales se sucedieron, aproximadamente, cada 4 años. Es por eso que los expertos ponen la lupa en lo que pueda ocurrir en 2023/2024. Según datos del Ministerio de Salud argentino, en 2009 se notificaron 26.923; en 2016 fueron 41.207 y el pico histórico se registró en 2020 (plena época de pandemia por COVID) con 58.435. Incluso, cuando se evalúa la situación del Chikungunya, las cifras parecen mantenerse estables en relación con años anteriores. Es por eso que los expertos advierten que las chances de una coinfección con ambos virus, que circulan en números bajos, son realmente exiguas, aunque no imposibles.
“Yo, más o menos, redondeo en 100 mil en 2020, 60 mil en 2016 y 30 mil en 2009. Porque se calcula que, aproximadamente, siguiendo los parámetros, por cada caso sintomático, son tres asintomáticos”, indicó a Infobae Tomás Orduna (MN 61528), ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del Comité Científico de la Fundación Mundo Sano.
En palabras del experto, hasta el momento, finalizando el mes de febrero, “estamos bastante bien, en relación con los números anteriores. Si pensamos que en el brote de 2016 comenzamos la epidemia a finales de octubre en la región de Puerto Iguazú, en Misiones, y que en 2020 venía desde diciembre, son números relativamente buenos. Pero no hay que bajar los brazos, porque puede haber momentos traicioneros e, incluso, para marzo y abril pueden aparecen situaciones de tensión. Por eso, sin relajarnos, esta situación actual daría cierta posibilidad de que sea una temporada con números no tan duros”.
“Siempre hay posibilidad de una coinfección de cualquier enfermedad, ahora es muy bajo el porcentaje. Imaginate que el mismo paciente tiene que estar en contacto con un mosquito que haya picado a un paciente positivo para Chikungunya, que lo pique, y que después, a la vez, lo pique uno que haya picado a otra persona con Dengue. No es posible, pero la probabilidad es realmente muy baja y tiene que ser donde haya una circulación de enfermedad muy alta, no esporádica como acá”, indicó a Infobae Ricardo Teijeiro (MN 58065), infectólogo del Hospital Pirovano.
Asimismo, esto que ocurre en los humanos (entre posibles y probables), también puede tener lugar en los mismos Aedes aegypti. Según Adrián Díaz, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIByT, CONICET-UNC) y Profesor Adjunto en el Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella” de la Universidad Nacional de Córdoba, “un mismo mosquito puede infectarse y transmitir más de un virus”, pero no es tan sencillo que ocurra.
“Biológicamente, físicamente y fisiológicamente no hay ningún impedimento. Se han hecho estudios en laboratorio, en donde infectan mosquitos Aedes aegypti con Dengue serotipo 2, virus Zika y virus Chikungunya; y ven que el mismo mosquito puede transmitir los tres virus en escenarios de coinfección. Aunque lo que vieron es un pequeño efecto negativo en las tasas de infección, diseminación y transmisión cuando el mosquito está coinfectado. Pero no es algo que impida la transmisión conjunta. Pero, al igual que ocurre con los humanos, el fenómeno de que un mosquito esté coinfectado en la naturaleza es muy raro. Entonces, la probabilidad es muy baja”, afirmó el experto.
En ese tono, el experto indicó que “la problemática, particularmente para el continente americano, es que antes del 2000, aproximadamente, el único flavivirus que era de importancia era el Dengue. Luego, con la emergencia del 2006 del Chikungunya y del 2014 del Zika, ambos virus ingresaron al continente americano y como poseen el mismo nicho ecológico, es decir los mismos requisitos para transmitir y mantenerse, que son los humano y ser transmitidos por, principalmente, una especie de mosquito urbano, se presenta como una nueva problemática”.
“Tanto el Dengue y como el Zika son flavivirus, pertenecen al mismo género. Entonces generan una respuesta inmune que puede ser cruzada. Es decir que puede proteger uno del otro. En Brasil, por ejemplo, se ha visto que las infecciones previas con Dengue protegían a la gente de infecciones nuevas por Zika, pero en Argentina no se ha visto porque la circulación del Zika fue muy limitada y restringida. Hoy, el único flavivirus de importancia para la Argentina es el dengue. En el caso del Chikungunya, el virus es diferente porque pertenece al género alfavirus. Es decir que, a diferencia de lo que pasa con el Dengue y el Zika, no se genera una respuesta inmune cruzada”, explicó Díaz.
¿Qué podría pasar con una coinfección entre Dengue y Chikungunya?
En más de una oportunidad se advirtió sobre las consecuencias de segundas infecciones de Dengue cuando se trata de un serotipo distinto. Para explicarlo de manera más precisa, existen cuatro serotipos distintos, aunque estrechamente emparentados: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV‑4. Y pese a que cuando una persona se infecta con uno mantiene la inmunidad contra ese mismo, cuando se produce un contagio por otro serotipo los riesgos para la salud se elevan.
“En el Dengue, el problema de que te infectes con uno y después con otro es básicamente inmunológico en el paciente; por eso se hace más grave y se puede convertir en hemorrágico. La primera infección sensibiliza al paciente y, cuando se infecta con otro, sus anticuerpos van a hiperreaccionar. Pero esto no ocurre con una coinfección. Lo que puede pasar es que el paciente tenga la sintomatología de las dos enfermedades. Aunque, de nuevo, es muy poco probable que ocurra”, recalcó Teijeiro.
En ese tono, Díaz advirtió que existen pocos casos documentados de una coinfección de estos dos virus y destacó: “Habría como una severidad en los síntomas, pero no hay un patrón claro. Además, el Chikungunya en Argentina tampoco ha tenido una amplia distribución. Se han reportado casos, principalmente, en la provincia de Salta. Entonces, es una cuestión de probabilidades y la probabilidad de que haya, con circulación de Chikungunya y Dengue en Argentina, una misma persona que se infecte con las dos es muy baja. No existe ningún impedimento físico, biológico o fisiológico, por lo que es posible pero la probabilidad es realmente muy baja”.
Una excepción, ¿confirma la regla?
Más allá de que las coinfecciones son situaciones que podrían ser catalogadas de “poco frecuentes”, cuando se trata de más de dos virus esta calificación podría elevarse a extremadamente rara. Sin embargo, según indicó a Infobae Orduna, se registró un paciente en Colombia que no solo se infectó con Dengue, sino también con Zika y Chikungunya al mismo tiempo. Es decir que sufrió tres enfermedades de forma simultánea.
En palabras del experto, se trató de un “case report”, nombre que se le brinda a los artículos que se centran en un solo caso y que, generalmente, pueden convertirse en una base para próximas investigaciones. Su objetivo puede ser meramente científico o, además, educacional; y explican que, en algunos casos, se detallan nuevas enfermedades, patologías raras, o resultados de algunos tratamientos, entre otros aspectos.
“En Colombia, en 2016, hubo un caso de una persona que se infectó con Dengue, Zika y Chikungunya. Es excepcional, pero son excepciones que en muchos casos confirman una regla. Este caso de una coinfección con los tres virus se confirmó por biología molecular, es decir que encontraron rastros o del ARN de los virus o los propios patógenos. Esto mismo ocurrió con los mosquitos, aunque en un laboratorio. Pero son excepciones”, relató Orduna.
Al tiempo que agregó: “En Brasil, hay zonas donde la circulación de los virus está más instalada y tienen áreas que son endémicas, con distintas incidencias cada año. En estas zonas, las chances son más fuertes de coinfecciones de este tipo, pero son excepciones”.
Por último, ante la chance de coexistencia de estos virus en un mismo mosquito, una pregunta surgió casi de forma automática: ¿podría existir la posibilidad de que muten para convertirse en una nueva enfermedad? “No, no existe”, sentenció Díaz. “Tanto el Chikungunya, que es un alfavirus, como el Dengue y el Zika, que son flavivirus, son virus de ARN, con lo cual tienen altas tasas de mutación, como ocurrió con el SARS-CoV-2, y en cada ciclo de replicación ellos mutan. Pero esto permite que se adapten a una condición nueva, como puede ser una especie de mosquitos o un organismo, y no una recombinación de virus. Y esto se debe a la propia biología de estos virus”, concluyó el experto.
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