El “último primer día”, más conocido por sus siglas como UPD, es un festejo que realizan estudiantes de todo el país en su primera jornada del último año de la escuela secundaria.
Los festejos comienzan la noche anterior con reuniones en casas o salones de eventos, salidas en grupo cantando y bailando por la calle, y concluyen la mañana del primer día del ciclo lectivo en las puertas de los colegios con bombas de estruendo, bengalas de colores, mucho cotillón. Lo cierto es que los menores de 18 años no deben consumir alcohol para cuidar su salud; sin embargo, por las dinámicas sociales, esta práctica es una preocupación para padres y docentes.
Así, los chicos que participan concurren al primer día de clases prácticamente sin dormir y con frecuencia alcoholizados. Por lo que además de los días de vacaciones, el UPD se suma a las oportunidades que los adolescentes y jóvenes tienen para reunirse a tomar alcohol, hecho que los especialistas critican y alertan de su consumo cada vez más precoz y en grandes cantidades.
En este contexto, Cruz Roja Argentina lleva adelante el programa “Previa Eterna” donde, a través de una política de reducción de riesgos y daños, trabaja junto a jóvenes para brindar información y herramientas que les permitan transitar su adolescencia de la manera más segura posible.
Los especialistas de la ONG internacional compartieron algunos consejos y recomendaciones para que los jóvenes puedan cuidarse y acompañar a otras personas también. Los menores de 18 años no deben consumir alcohol para cuidar su salud, pero ante dinámicas sociales en las que las bebidas alcohólicas están presentes cada vez a edades más tempranas, la Cruz Roja aportó consejos para preservarse del consumo excesivo.
Consumo moderado
- Es importante que los y las jóvenes sean quienes se preparen las bebidas alcohólicas que van a ingerir para asegurarse de su contenido.
- Comer antes y durante de consumir alcohol ya que éste se absorbe más rápidamente si el estómago está vacío. Por eso, es muy importante alimentarse antes y durante para ayudar a disminuir algunos de los efectos negativos del alcohol.
- ¡Conocer los límites propios y beber con moderación! Se recomienda decidir de antemano cuánto se va a consumir y conversar sobre los excesos entre los pares.
- Regular la velocidad de consumo para evitar hipoglucemias y falta de percepción de los síntomas asociados al exceso. No es lo mismo consumir tres tragos en toda la noche que la misma cantidad en un período de tiempo corto.
- Tomar un vaso de agua entre las bebidas alcohólicas ayudará a mantener la hidratación en el cuerpo. Las bebidas alcohólicas tienen un efecto diurético en el organismo, es decir, provocan la eliminación de agua del organismo. Por eso, tomar agua es fundamental.
- No mezclar sustancias psicoactivas. La información sobre las consecuencias de cada una de ellas es muy importante.
- Prestar atención al entorno, para saber cómo está el grupo y si alguien necesita algo.
¿Qué hacer si una persona ingiere alcohol en exceso?
Si una persona presenta signos de intoxicación, es importante:
- Verificar que en el entorno no existan riesgos;
- Evitar que siga bebiendo;
- Si está consciente, facilitar agua para que pueda consumir;
- Abrigarla, para evitar la pérdida de calor, ya que el exceso de alcohol puede provocar deshidratación;
- Contactar con un adulto responsable;
- Evitar provocar el vómito;
- No dejarla sola. ¡Es fundamental mantener la calma y llevar tranquilidad!;
- Si pierde el conocimiento, colocarla de costado para facilitar la respiración y llamar al servicio de emergencia local.
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