El último informe sobre la Salud Mental de la población argentina realizado por el Observatorio de Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) mostró datos inquietantes. Es que el 75,95 % de los argentinos confesó que padece alteraciones del sueño de algún tipo. Incluso, con la pandemia por el COVID, el malestar psicológico y las “crisis” también se hicieron aún más presentes.
Según indicaron, “el malestar psicológico es el resultado de la interacción de numerosos factores. Entre ellos se destacan los factores biológicos, psicológicos y sociales, esto es que la forma en la que interpretamos la realidad y regulamos nuestras emociones”. Y para conocer cuál es la situación, realizaron un relevamiento, a finales de 2022, a 2295 de personas de los principales centros urbanos del país.
Para decirlo de forma más exacta, en este sexto informe, denominado como “Relevamiento del estado psicológico de la población argentina”, buscaron conocer la prevalencia de la sintomatología psicológica inespecífica, depresiva, ansiosa en la población adulta, de 18 a 65 años, en la República Argentina; además de analizar la relación entre síntomas psíquicos, rasgos patológicos de personalidad y conductas vinculadas con hábitos saludables y poco saludables.
“De acuerdo a los resultados actuales, el 12.27% de la muestra presenta riesgo de padecer un trastorno mental. En cuanto a las variables sociodemográficas, los participantes que se perciben de sectores socioeconómicos bajos presentan significativamente más riesgo que quienes se perciben de sectores medios y quienes se perciben de sectores altos”, afirma el documento.
En palabras de los expertos, estas datos muestran un porcentaje similar al hallado en 2021 y muy superior a los porcentajes hallados durante el inicio del año 2020. “No se ha vuelto a los niveles prepandémicos, sino que en 2021 y 2022 encontramos porcentajes de riesgo de padecer trastornos mentales mayores a todo el 2020″, señalaron.
Pero eso no es todo, ya que, además, indicaron que “el 54,55 % de los participantes considera que se encuentra atravesando una crisis”, siendo que la económica se posicionó en el primer lugar, con el 49,44%. En segunda medida continuaron la crisis vital, familiar, de pareja, vocacional, duelo, de identidad, por violencia de diferentes tipos (familiar, género, laboral), entre otros tipos.
Incluso, los datos obtenidos por los expertos del OPSA indicaron que “el 75,95 % presenta una alteración del sueño de algún tipo”, de los cuales el 38,61% adujo insomnio o sueño interrumpido, el 21,39% duerme menos de lo habitual y el 15,95% duerme más de lo habitual”.
La pregunta obligada ante esta situación era “¿qué hace cuando experimenta malestar psicológico o tiene problemas emocionales?” y su respuesta no dejó lugar a dudas: las amistades, la religión y los profesionales de la salud mental se posicionaron en los primeros puestos.
“El 40,44% dialoga con amigos/as, el 22,61% practica el rezo, el 22,09% recurren a un profesional psicólogo/a, el 21,57% toma medicación, sin especificar cuál, el 18,26% practica un deporte”, indica el documento. Al tiempo que alerta: “El 8,89% consume alcohol”
Por otro lado, los expertos evaluaron cuáles son las acciones positivas que realizan los argentinos frente a esta situación, pero más de la mitad de la muestra (el 55,21%) aseguró que no realiza actividades tales como actividad física, meditación, práctica religiosa o yoga.
Del 44,79% que sí lo hace, el 26,49% de los participantes informa practicar meditación, el 26,31% realiza actividades artísticas, el 27,84% efectúa acciones comunitarias, el 21,05% informa practicar una religión y el 9,15% practica yoga. Siendo que algunos realizan más de una.
En este sentido, los expertos señalaron que aquellos que desarrollan estas acciones positivas “mostraron menores niveles de ansiedad y depresión que aquellos que no lo hacen”. Es más, indicaron que “la actividad física se asocia con menor sintomatología y por el contrario el consumo de drogas tabaco con mayor sintomatología”.
Para finalizar, tras ser consultados si se encuentran realizando algún tratamiento psicológico, más del 50% de quienes no lo realizan terapia dicen necesitarla, pero “el 34,75% tiene como impedimento no poder pagarlo”. “Es decir, las personas con mayor riesgo de padecer un trastorno mental son quienes tienen más dificultades para acceder a tratamientos psicológicos, siendo quienes más los necesitan”, recalcaron los expertos del OPSA.
“La salud mental y el bienestar emocional no deben ser considerados de manera aislada respecto a otros factores esenciales de la vida moderna”, advierte el documento en las conclusiones.
Y concluye: “Los datos replican los observados en estudios previos, destacándose la necesidad de políticas activas de salud mental a través de la promoción de conductas saludables, el incremento del acceso a tratamientos psicológicos y el desaliento de las conductas problemáticas”.
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