El cáncer de pulmón es la forma más frecuente de cáncer en todo el mundo, con aproximadamente 2,2 millones de nuevos casos al año y 1,8 millones de muertes anuales. Puede localizarse en el tejido pulmonar propiamente dicho, en el interior de los bronquios, o en ambos sitios.
Nueve de cada diez personas que lo padecen son fumadoras, por lo que dejar de fumar es el objetivo principal de todas las iniciativas de prevención
En la Argentina cada año se diagnostican unos 12.000 casos de cáncer de pulmón, lo que representa el 9,3% de todos los tumores, ubicándose en primer lugar como causa de muerte por cáncer.
Apenas el 20% de las personas con esta enfermedad son diagnosticadas en estadios tempranos, que es el momento cuando la probabilidad de cura asciende hasta el 90%, según el estadio.
La mayoría recibe el diagnóstico en etapas avanzadas, cuando esa chance es menor al 10%. Con el objetivo de dar revertir este escenario y para abordar el problema del diagnóstico tardío, se han desarrollado a nivel global programas de tamizaje o screening utilizando tomografías de tórax de baja dosis de radiación en población de alto riesgo, definida por su edad y su historia de tabaquismo.
La inversión en implementación de programas de tamizaje de cáncer de pulmón ha reportado aumentar la detección de la enfermedad en etapas tempranas y mejorar así la supervivencia en ensayos clínicos realizados en los Estados Unidos y en Europa.
En Argentina, un grupo de expertos de distintas especialidades provenientes de los centros con mayor experiencia del país en el tratamiento de esta enfermedad, ha elaborado un documento que resume el Consenso Argentino para el Tamizaje de Cáncer de Pulmón.
“Estamos en vías de publicación de un consenso argentino intersociedades sobre tamizaje que involucra a todas las especialidades que abordan el tema, y desarrollamos un registro colaborativo de las instituciones que ya están trabajando con programas de tamizaje”, comentó la neumonóloga Iris Boyeras (MN 118.839), integrante de la sección de Oncología de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), médica neumonóloga del Instituto de Oncología Ángel Roffo, y líder de la redacción de las guías que establece criterios para la detección temprana o tamizaje de cáncer de pulmón.
La recomendación es realizar estudios de detección a las personas en mayor riesgo, ya sea por la edad y o si la persona es o fue fumadora.
El consenso establece que una persona de entre 55 y 75 años con antecedentes de tabaquismo, con un historial de fumar 30 paquetes por año (equivalente a 600 anuales), que fume en la actualidad o haya dejado el cigarrillo en los últimos 15 años) debe someterse a detección temprana.
”La enorme validez de este documento es que resume el acuerdo, según distintas características inherentes al paciente y a su exposición epidemiológica, que lo coloca en situación de riesgo para padecer cáncer de pulmón.”, explicó la doctora Karina Patané (MN 95234), Coordinadora de la Sección Oncología de la AAMR. El documento está en proceso de revisión para su publicación en una revista científica internacional.
Cómo implementar los programas de detección temprana para que sean sostenibles en el tiempo, cómo seleccionar la población objetivo sin crear inequidades y en disminuir los riesgos inherentes a la intervención, es parte del foco de la discusión.
Los expertos señalaron que el tamizaje del cáncer de pulmón puede salvar vidas y que el mejor método es con la tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) con resultados muy por encima de, por ejemplo, la radiografía de tórax o la citología de esputo.
Sin embargo, las tasas de implementación de programas de Tamizaje con TCBD a nivel mundial son bajas (4.5% de la población elegible), y en América Latina se han reportado sólo esfuerzos aislados en ese sentido. Federalizar la oportunidad de acceso a este método ayuda a salvar vidas.
Los especialistas esperan en un futuro lograr que, así como se realizan anualmente las mamografías de control que permiten diagnosticar en forma temprana el cáncer de mama, de la misma manera se activen programas de rastreo tomográfico para la detección precoz del cáncer de pulmón.
Porque para prevenir es fundamental dejar de fumar y para aumentar las chances de éxito en el tratamiento es clave un diagnóstico temprano.
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