Tras una semana con un leve retroceso, la Argentina volvió a mostrar un alza en la cantidad de casos de COVID. Según el último informe emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, en los últimos 7 días se evidenció un incremento de más del 17%. Sin embargo, existe un dato que inquieta a los expertos: en los primeros días de diciembre, la proporción de personas afectadas por la subvariante BQ.1.1 de Ómicron, conocida popularmente como “perro del infierno”, es de 1 cada casi 3 contagios. Qué se sabe sobre este sublinaje que gana terreno en el país.
El último Boletín Epidemiológico emitido por la cartera que dirige Carla Vizzotti brindó algunos aspectos sobre las mutaciones más contagiosas de Ómicron. Según indica el documento, en la Argentina existe una circulación exclusiva de esta variante, aunque al evaluar las subvariantes advirtieron que, entre principios de noviembre y primeros días de diciembre, “comienza a detectarse un mayor número de muestras positivas para Ómicron BQ.1.1, con algunos casos identificados de Ómicron XBB.1, BA.2, BA.4 y BA.5″.
“En la SE48 (27/11 al 3/12 de 2022) se observa que BQ.1.1 se detecta en 10/29 muestras analizadas”, afirma el documento. De este modo, uno de cada tres casos confirmados fue infectado por esta mutación. En tanto, al referirse a los otros sublinajes, el escrito afirma: “XBB.1 en 2/29″, siendo que esta última había recibido el mote popular de “pesadilla”.
En tanto, completan este mapa genómico del SARS-CoV-2 la “Ómicron compatible con BA.4/BA.5 en 17/29″. “Para la SE49 fueron registrados a la fecha, 30 casos de Ómicron compatible con BA.4/BA.515. Se destaca que los casos de Ómicron compatible con BA.4/BA.5 detectados por técnica molecular pudieran corresponder a BQ.1 u otros linajes descendientes de BA.4 o BA.5″, advirtieron, con lo cual los datos de estas subvariantes con “nombre propio” podrían ser aún más elevados.
A mediados de diciembre, la iniciativa Proyecto País, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, había advertido que el aumento de contagios que se evidenció en las últimas semanas estaría relacionado con la circulación de nuevos sublinajes de Ómicron, como BQ.1.1 y XBB. Aunque habían aclarado que, por el número de muestras analizadas genómicamente, esto podría no representar los todos los casos de COVID.
Para decirlo en otras palabras, en las últimas dos semana, los casos de COVID se diagnosticaron por testeos domiciliarios fueron entre un 27 y un 30%. En este caso, los expertos no pueden hacerse de las muestras para evaluar cuáles son las subvariantes que ganan terreno en la Argentina, ya que para eso es necesario contar con testeo por PCR.
De acuerdo con el último reporte de Proyecto País, uno de los nuevos sublinajes de Ómicron identificado en la Argentina se llama BQ.1 y uno de sus derivados se conoce como BQ.1.1. Entre el 9 y el 21 de octubre pasado, estas mutaciones comenzaron a detectarse en muestras de personas que residen en el AMBA.
En la última quincena de noviembre, el sublinaje BQ.1 y sus derivados se asociaron con el 62,5% de los casos analizados, aclaró el reporte del consorcio científico, que está integrado por investigadores del Conicet, el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y el INTA, entre otras instituciones públicas.
“El linaje BQ.1 y sus derivados presentan mutaciones asociadas con evasión inmune”, advirtieron los expertos argentinos. Por lo que recomendaron a la población reforzar las medidas de cuidado y la aplicación de refuerzos vacunales para la prevención del COVID-19 severo.
En Estados Unidos, a mediados de diciembre de 2022, los informes de vigilancia genómica sobre las variantes circulantes del COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y los emitidos por las autoridades sanitarias europeas, observaron con preocupación el avance de BQ.1.1 de Ómicron, la cual representaba un tercio de los casos de COVID en el país del norte. Misma cifra que se evidenció en el último Boletín epidemiológico emitido por la cartera sanitaria nacional.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas, que fue publicado en Nature Medicine, aseguró que la nueva subvariante -“nieta” de Ómicron como también la llaman- es cuatro veces más resistente a las vacunas, y se está propagando muy rápidamente. Para los científicos, esta versión pronto será dominante debido a esta cualidad de evadir las vacunas de refuerzo.
Los investigadores probaron la nueva cepa contra las nuevas inyecciones bivalentes de Pfizer y Moderna, diseñadas para atacar al Ómicron original, para determinar si la nueva variante se propaga tan rápido porque puede eludir las vacunas. Y según observaron, la cantidad de anticuerpos (proteínas inmunitarias que ayudan a combatir los virus) producidos en respuesta a BQ.1.1 fue cuatro veces menor que los que previnieron la cepa anterior BA.5.
La BQ.1.1 se detectó por primera vez en Estados Unidos en septiembre, pero los CDC no lo informaron como una cepa separada hasta octubre, según informó el Daily Mail. Su antecesora, la variante BA.5, fue la mutación del COVID dominante en ese país a fines del verano y principios del otoño del hemisferio norte, pero desde entonces disminuyó su prevalencia a raíz de que los CDC comenzaron a secuenciar BQ.1 y BQ.1.1 por separado.
Los expertos advierten que BQ.1.1 y BQ.1 no tienen síntomas radicalmente diferentes de las versiones anteriores de Ómicron en personas vacunadas. “Las personas infectadas con estas subvariantes también tienden a reportar síntomas de resfriado: dolor de garganta, secreción nasal, dolores musculares, tos y dolores de cabeza”, precisó el doctor Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco.
Al tiempo que destacó que “los síntomas suelen ser más prolongados en las personas que no están vacunadas, en comparación con las que están vacunadas”, y señaló que “la fiebre es mucho más común en las personas que no están vacunadas”. Otros síntomas también enumerados son: fatiga, malestar general, diarrea, congestión, sensación de falta de aire y la pérdida del olfato o el gusto. Mientras que otros signos de estas subvariantes son: pérdida de apetito, afonía y taquicardia.
La variante BQ.1.1 es preocupante, advirtió el virólogo del Departamento Imperial de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, especializado en virus, Influenza, SARS-CoV-2 y sus variantes, Tom Peacock. “Ha mostrado un crecimiento muy rápido en las últimas semanas, particularmente en el Reino Unido”, admitió el experto y agregó: “BQ.1.1 escapa a todos los cócteles de anticuerpos monoclonales disponibles, incluso a aquellos que todavía funcionan contra BA.5″, por lo que recomendó “recibir una dosis de refuerzo”.
Sobre este aspecto, desde el Ministerio de Salud afirmaron, en un comunicado emitido este lunes a la noche, que “con 1.497.434 dosis de refuerzo aplicadas durante las últimas 4 semanas (del 4 al 28 de diciembre), el porcentaje de aplicación se incrementó en un 228 por ciento respecto de las 4 semanas previas”. Al tiempo que resalta, en relación a los últimos datos, que “de las 47 personas fallecidas, 38 eran mayores de 50 años, y 18 mayores de 80. Más del 80 por ciento de los fallecidos tenían comorbilidades, y 32 de ellos tenían aplicada al menos una dosis de refuerzo, aunque solo 3 la habían recibido en los últimos 4 meses”.
Por lo que recalcaron: “Es muy importante mantener la protección por vacunas, en especial en mayores de 50 años y personas con alguna condición de riesgo. Si pasaron más de cuatro meses desde la última dosis, corresponde aplicarse un refuerzo”.
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