Las reuniones familiares y de amigos están a la orden del día durante las últimas semanas del año. Y en los encuentros, la comida -y la bebida- suelen ser protagonistas. Sumado a eso, el cansancio acumulado, las altas temperaturas, pueden propiciar el escenario ideal para las descompensaciones, bajas de presión, y por qué no, atragantamientos.
De allí que contar con la información y la pericia para poder actuar en esos momentos es clave, ya que la atención en esos primeros momentos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
“Lo más frecuente son los atragantamientos. Estamos comiendo, hablamos, reímos, y no estamos con esa concentración que tenemos comiendo en la vida diaria”. La doctora en Medicina española Alicia Villar precisó que “en los adultos, el atragantamiento se produce con cosas sólidas, no con líquidos, con un trozo de carne, con un hueso, con las uvas; mientras que en el caso de los más pequeños es frecuente que con juguetes o piezas pequeñas”.
Y si bien la experta aclaró que los niños y los ancianos son los más vulnerables en este sentido, aseguró que “no por ello están exentas otras edades de padecer uno de estos episodios”.
Paso a paso, qué hacer ante un atragantamiento
Para comenzar, se debe saber que para este tipo de accidentes lo más importante es la prevención. Los atragantamientos son la tercera causa de muerte accidental y según los especialistas es importante educar a la población en comer despacio y masticar bien la comida. Y en los niños, además, evitar comprar juguetes que tengan piezas que se puedan romper, o que sean muy pequeñas (y prestar atención, sobre todo cuando hay hermanos mayores, que algún juguete de estos no llegue a manos de los más pequeños.
En este punto, la directora Médica de Vittal, Paola Caro, explicó que “el atragantamiento se produce a partir de una obstrucción de la vía aérea y puede ser leve o grave”. “En este último caso, lo principal es tratar de extraer el objeto para que la persona pueda respirar, siempre que éste sea visible ya que de lo contrario, una mala maniobra puede hacer que se introduzca todavía más”.
Además de los alimentos, hay objetos pequeños que pueden quedar atrapados en la garganta y obstruir las vías respiratorias, causando asfixia al impedir que el oxígeno llegue a los pulmones y al cerebro. “El mayor peligro ocurre cuando el cerebro permanece sin oxígeno durante más de cuatro minutos, porque puede ocasionar daño cerebral e incluso la muerte”, explicó.
Para la especialista española, “en primer lugar, lo importante ante un atragantamiento es mantener la calma lo máximo posible”. Después, llamar al servicio de emergencias, para recién después animar a toser a la persona. “No hay nada más eficaz si la persona atragantada tiene la energía suficiente o si sabe hacerlo -detalló Villar-. Esto es lo más importante. Probablemente con esta tos, si es eficaz, el cuerpo extraño salga expulsado, pero muchas veces está más impactado el trozo y es difícil que con la simple tos pueda salir”.
Si no funciona con la tos, Villar señaló que es momento de pasar a realizar la maniobra de Heimlich: “Nos colocamos por detrás y abrazamos a la persona atragantada. Ponemos en la boca del estómago, donde acaba justo el esternón, uno de nuestros puños y la otra mano sobre él. Abrazamos a la persona por detrás, y realizamos compresiones hacia atrás y hacia arriba, intentando aumentar la presión dentro de la caja torácica para que ese cuerpo extraño salga hacia afuera. Se deben hacer cinco compresiones secas, y alternarlos con cinco golpes detrás, entre las dos escápulas; así hasta que el trozo salga al exterior”.
En el caso de los lactantes o niños pequeños, no es tan sencillo hacer que tosan porque pueden no entender la orden. Sin embargo, a diferencia de los adultos, son más fáciles de “manipular”, por lo que Villar aconsejó: “Hay que alternar, sentados en una silla, o de pie, y ponerlos boca abajo, sobre nuestro muslo, y darles cinco golpes secos entre las escápulas. En ese momento se debe mirar la boca y observar si ha salido algo o ha caído algo. Si no sale nada, se los debe voltear y sobre el centro del pecho, como cuando hacemos el masaje de las compresiones torácicas, darle cinco golpes y alternar”.
Pero siempre lo primero es llamar al servicio de emergencias, que en el caso de Argentina es el 107.
Si la persona atragantada está inconsciente
En el caso de que la persona atragantada no esté consciente, si es una persona de gran tamaño hay que echarla al suelo, como cuando una persona tiene un paro cardiorrespiratorio y hacerle compresiones torácicas.
“La clave está en aumentar la presión del tórax. Es muy raro que ese trozo llegue a la tráquea, que llegue tan abajo, sobre todo suele enquistarse en la vía aérea superior, pero lo importante es que esa presión se ejerza como un efecto tapón, igual que en las botellas de champán, y salga ese cuerpo extraño a la vía aérea superior y después salga afuera”, explicó Villar.
Cuáles pueden ser las causas de un desvanecimiento y qué se debe hacer
Otro incidente que suele ocurrir durante estos encuentros de fin de año son los desvanecimientos, los mareos, entre otras causas porque se acumula mucha gente en lugares cerrados.
“La mayor parte de las veces, la principal causa es que ciertas personas tienen cierta labilidad, y si nuestra presión arterial cae porque hay mucho calor, hay una vasodilatación periférica, nos ponemos colorados, y disminuye el riego sanguíneo al cerebro; entonces ahí puede haber una bajada de tensión y una caída de flujo a nuestro cerebro, y puedo tener una pérdida de conocimiento”, explican los especialistas.
Sin embargo, según destacó Villar, “esto habitualmente va precedido de unos llamados ‘pródomos’ o sensaciones previas, habitualmente de acaloramiento”. “No es algo brusco el desvanecimiento. La persona que se desvanece no tiene por qué estar totalmente inconsciente, y lo importante aquí es echarle al suelo, levantarle las piernas, e intentar que la sangre vaya al cerebro para recuperar ese flujo cerebral”, explicó.
A veces es difícil diferenciar un desvanecimiento de un paro cardiorrespiratorio, y por eso es fundamental que la persona tras perder el conocimiento vuelva en sí, se le haga moverse, porque quien se marea debido a un problema cardíaco se queda totalmente quieto.
“Lo primero que hay que hacer es llamarle, agitarle, moverle físicamente, estimularlo. Probablemente con ese bajo flujo cerebral hará algún movimiento, intentará hablar -sostuvo Villar-. Se ve que respira con normalidad, incluso hace a veces parpadeo, o algún movimiento de tragar, y dejarle que en segundos recupere conocimiento. Son desvanecimientos temporales. Echarle al suelo, levantarle las piernas. Si no es todo esto sería una parada cardiorrespiratoria”.
En el caso de quien se siente mal esté de pie y comience a notar que se marea lo aconsejable es sentarse, o bien salir a la calle, al fresco, siempre acompañado por otra persona. “La mayor parte de veces este tipo de episodios se debe a un exceso de calor, que hace que haya una vasodilatación y disminuye el flujo cerebral”.
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