La Argentina está atravesando otra ola de COVID: los casos de personas diagnosticadas y reportadas crecieron el 313% durante las últimas dos semanas en comparación con la quincena anterior.
La subida empezó en noviembre y ya las autoridades sanitarias y las asociaciones médicas relacionadas con enfermedades respiratorias han advertido que los encuentros de Navidad y Fin de año pueden favorecer la transmisión del coronavirus si no se tienen en cuenta ciertas precauciones.
Este diciembre muestra un escenario diferente al vivido en 2021, cuando la irrupción de la variante Ómicron generó un pico de casi 140.000 casos reportados y obligó a miles a permanecer aislados durante los festejos. Estas fiestas ocurrirán ya sin mandatos de barbijos obligatorios, con períodos de aislamiento recomendados de sólo 5 días, con más personas vacunadas, pero también con las nuevas subvariantes de Ómicron ganando terreno y con un bajo porcentaje de la población que se ha aplicado las dosis de refuerzo.
En noviembre la mayoría de los casos confirmados de personas con coronavirus en Argentina residían en Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires. Pero durante la última semana reportada se verificó que la curva de casos en esas jurisdicciones estaba subiendo a menor velocidad que en las semanas anteriores, según el análisis del doctor Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham, en base a los datos abiertos de la cartera de Salud.
En cambio, en otras jurisdicciones del país, hubo aumentos de casos notables. “Se registró una suba generalizada y tuvo mayor incidencia en las provincias de Catamarca, Córdoba, Jujuy, Tierra del Fuego y Tucumán”, señaló Aliaga.
El coronavirus logra circular porque los comportamientos humanos lo favorecen. Una persona que adquirió la infección libera aerosoles que contienen el coronavirus cuando habla, ríe o simplemente exhala. Si la persona no usa un barbijo para bloquear esos aerosoles, seguramente diseminará en el aire el virus que puede ser inhalado por otras personas cercanas.
Al aire libre, las partículas virales pueden dispersarse incluso con un viento ligero. Pero en el interior de una habitación, donde no hay viento, las partículas tienden a concentrarse y permanecer. Por eso una buena ventilación permanente y cruzada puede ayudar pero no es la única medida para tener en cuenta durante las reuniones por Nochebuena, Navidad y Fin de año.
Según dijo la Ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti “en esta instancia es muy importante la aplicación de los refuerzos”. Porque la vacuna hace la diferencia en relación a riesgo de internación, complicaciones y desenlaces fatales, sobre todo en las personas de 50 años o más y los grupos con condiciones de riesgo, entre los que se incluyen las personas gestantes”.
El Consejo Federal de Salud (COFESA) se reunió el jueves pasado y analizó la situación epidemiológica en relación al COVID-19: se advirtió que en la última semana se registró un incremento de casos en todo el país. También se destacó que, del total de casos confirmados en la última semana, el 49% se produjo en el AMBA.
Las autoridades del COFESA consensuaron en que van a recomendar el uso de barbijo en centros de salud públicos y privados, así como en el transporte público. Aunque ya varias jurisdicciones han establecido el uso obligatorio del barbijos en hospitales y centros de salud: Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, Formosa y Córdoba.
Consejos para enfrentar el COVID durante las Fiestas
Consultada por Infobae, la doctora Leda Guzzi, de la comisión comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), brindó las recomendaciones que se deben tener en cuenta para prevenir la transmisión del coronavirus durante las reuniones sociales por Navidad y Fin de año.
“Lo ideal -dijo la doctora Guzzi- sería tener las dosis de vacunas de refuerzos al día”. Es decir, hay que darse un refuerzo si la persona tiene más de 18 años y recibió la último dosis hace más de 4 meses. En el caso de menores de 18 años y mayores de 6 meses, se recomienda la aplicación de dos dosis de vacunas y un refuerzo.
“Es mejor reunirse al aire libre para reducir el riesgo de transmisión del virus por si alguna de las personas estuviera infectada con o sin síntomas. Si no es posible al aire libre, debe haber ventilación cruzada y constante en el ambiente donde se realice la reunión”, explicó.
Además, Guzzi señaló que “si no se puede asegurar un ambiente bien ventilado, o hay mucha aglomeración de personas es conveniente utilizar el barbijo el mayor tiempo posible”. No se debe compartir el mate, los cubiertos ni los vasos. Hay que hacer un lavado frecuente de las manos.
Las personas mayores están en el grupo que más se encuentra afectado por cuadros graves de COVID. Para ese grupo ya está habilitado el tercer refuerzo. Los que tengan que reunirse con personas mayores durante las fiestas pueden hacerse un autotest antes de encontrarse para detectar si tienen el virus y evitar encontrarse y contagiar.
“Si participarán personas mayores o personas inmunocomprometidas en la reunión, sería una buena medida que los demás se hagan un autotesteo antes de ir si está a su alcance”, comentó Guzzi.
Además de las personas de 50 años o más, hay otros grupos que también están en mayor riesgo de complicaciones por el coronavirus. Son las personas de entre 18 y 49 años con alguna condición de riesgo, como diabetes , obesidad, enfermedad cardiovascular, renal y/o respiratoria crónica, inmunodeprimidos, y personas gestantes. También se incluye a las personas de 12 años y más, con inmunocompromiso,.
El personal de salud y estratégico independientemente de la edad y las personas que residan o trabajen en instituciones cerradas o de internación prolongada deben tener el tercer refuerzo aplicado ya que están en contacto permanente con personas más vulnerables.
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