Los días de calor que invitan a pasar tiempo al aire libre llegaron para quedarse. Sin embargo, si bien la exposición solar es aconsejada para un buen estado integral de salud, los riesgos de hacerlo en exceso o en horarios de mucha radiación pueden acarrear complicaciones severas.
“La alergia al sol es un concepto muy amplio. Algunas personas pueden presentar erupciones luego de la exposición a la luz solar o a otras fuentes de radiación ultravioleta (UV); las erupciones más comunes son las de tipo polimorfo lumínico”, explicó a Infobae la doctora Stella Maris Cuevas (MN 81701) médica otorrinolaringóloga, experta en olfato y alergista.
La especialista agregó que este tipo de erupción pueden ser de diferente grado, “el tipo leve en general tiende a desaparecer sin tratamiento. Los casos moderados a graves suelen tratarse con medicación antialérgica, a veces junto con corticoides por vía oral y, como en todos los casos, tratamiento local”.
La otorrinolaringóloga y alergista aseguró que la exposición a la luz solar puede causar los siguiente signos y síntomas, que pueden aparecer a los pocos minutos o unas horas después:
- Picazón.
- Pequeños bultos que se aprecian a la inspección y al tacto. Estos bultos pueden fusionarse y formar una pápula (roncha) con relieve.
- Eritema (enrojecimiento) en la zona.
- Urticaria.
- Ampollas.
La alergia se produce por reacciones del sistema inmunitario con base genética, o por una hipersensibilidad por el tipo de piel en particular.
Los factores de riesgo para estos cuadros de alergia a la luz solar son:
- Cierta sensibilidad de los diferentes tipos de pieles frente a determinados productos como, por ejemplo, fragancias o incluso los protectores solares.
- La ingesta de ciertos medicamentos también puede influir, como los antibióticos como las tetraciclinas o los derivados de las sulfaminas, entre otros.
Cuando se cuenta con alguno o algunos de estos antecedentes, se deben tomar precauciones para evitar el daño de la piel:
- Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 horas, ya que la radiación UV es más intensa en ese rango horario.
- Evitar también las actividades al aire libre en este horario.
- Usar anteojos para el sol, gorros y/o sombreros.
- Usar ropa protectora y prendas de manga larga; evitar las telas delgadas (los rayos UV pueden atravesarlas).
- Usar protector solar, preferentemente productos con factor 30 o 50 todos los días del año (recordemos que el cambio climático influye en nuestra piel y la agrede constantemente) o bloqueadores de rayos UV.
- Beber mucha agua: se recomienda entre 2 y 3 litros diarios (no reemplazar el agua por infusiones, jugos o gaseosas); la sensación de sed es el primer indicio de que se necesita aumentar la ingesta de agua.
- Mantener una dieta saludable y fresca, con la ingestión de frutas y verduras, que son fuente de vitaminas.
- Usar jabones cremosos.
- Secarse la piel con palmaditas para no rasparla.
- Usar cremas y lociones emolientes que lubriquen e hidraten (deben ser livianas para evitar que la piel quede pegajosa).
- Se recomienda el uso de aceites vegetales (de coco, almendras y oliva), ya que mejoran el estado nutricional de la piel.
- Los productos hipoalergénicos son muy recomendables, protegen la piel y no tienen riesgo de toxicidad.
Se debe recordar que cuando la sombra se refleja en el piso y es más larga que la estatura, el sol es de bajo riesgo y, a la inversa, cuando la sombra reflejada es más corta, el riesgo de exposición es alto.
Cómo aplicar los protectores o bloqueadores solares
Según la doctora Cuevas, es necesario cubrir toda la piel expuesta, aplicar aproximadamente 30 minutos antes de la exposición al sol o de meterse al agua y renovarlo cada 2 horas.
Existe un ayuda-memoria, que es el de las 11 cucharaditas de té distribuidas de la siguiente manera:
- 1 medida para toda la cabeza en caso de tener calvicie, y el cuello.
- 2 medidas para la parte anterior del tórax y el abdomen.
- 2 medidas para la espalda.
- 1 medida para cada brazo, antebrazo y mano.
- 2 para cada miembro inferior.
“El sol nos ayuda en el metabolismo de la vitamina D y en la absorción de calcio, beneficia el sistema inmunitario, el nervioso y el muscular. Por este motivo, es importante promover los hábitos saludables con respecto al sol y también comprender lo dañino que puede ser y los problemas que puede traer a nuestra salud”, concluyó la experta.
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