Testear, detectar, diagnosticar. Esta fórmula que ahora conoce gran parte de la población gracias a la pandemia COIVD-19, constituye un tándem imprescindible tanto para frenar la transmisión de las enfermedades infecciones prevenibles como para empezar el tratamiento.
En el mundo, más de 38 millones de personas viven con VIH o sida y más de 40 millones han muerto a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia de VIH (1981). Si bien actualmente millones de personas acceden a la terapia antirretroviral que salva vidas miles de vidas, millones más la necesitan desesperadamente.
Por eso, la AIDS Healthcare Foundation (AHF) conmemora el Día Mundial del SIDA 2022, que se celebra cada 1 de diciembre, bajo el lema “La pandemia que aún no termina”. En ese marco, AHF llama al mundo a unirse y trabajar fuertemente para dar respuesta al VIH y sida, priorizando el Test & Treat (pruébate y trátate) y ocuparse de los diagnósticos tardíos de VIH.
Al año unas 46.000 personas mueren en América Latina y 8.500 en el Caribe por causas relacionadas al VIH, casi todas ellas prevenibles. Esto reflejan los datos de 2022 de ONUSIDA. Estas cifras muestran que, a 41 años de la epidemia, el diagnóstico y el tratamiento aún no están al alcance de todos.
“En Argentina lo más preocupante es que hay más de 140 mil personas que viven con VIH, de las cuales un 17% desconoce su diagnóstico. Pese al esfuerzo que AHF y otras organizaciones civiles hacen para dar respuesta ante el VIH, la realidad no mejora”, sostuvo Miguel Pedrola, director científico para Latinoamérica y el Caribe de AHF.
Dónde testearse
En nuestro país, AHF Argentina estará presente en más 75 puntos del país, donde realizará test de VIH rápidos, seguros y gratuitos y brindará información de prevención sobre infecciones de transmisión sexual. Para conocer el listado completo de actividades, lugares y horarios, se puede ingresar en aquí.
Uno de estos puestos estará en la ciudad de Rosario, Santa Fe, donde también habrá profesionales de la salud a disposición para todas aquellas personas que deseen consultar sobre la posibilidad de realizar PrEP.
Justamente en esa ciudad, AHF Argentina logró certificar el récord Guinness en 2012 por el “mayor número de test rápidos de VIH aplicados en varios sitios en una ciudad, en un solo día”. En aquella oportunidad se hicieron 3.733 pruebas en 8 horas en 10 puntos de la ciudad de Rosario. Desde ese momento hasta hoy, AHF Argentina lleva realizadas más 300.000 pruebas rápidas de VIH.
“El objetivo nunca fue ganar el Récord Guinness, sino poner en agenda la importancia del test rápido: llevar el mensaje de que es posible romper las barreras del estigma y discriminación y hacer que miles de personas acudan de manera voluntaria a realizarse una prueba de VIH. Diez años después, continuamos en ese camino. Nadie discute la eficiencia de los test rápidos ni la opción de hacerlo en todos lados”, expresó Pedrola.
En los últimos años, Argentina ha logrado grandes avance tanto en prevención y como en las estrategias para frenar el estigma y la discriminación, como la reciente Ley de VIH, Hepatitis virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual. Sin embargo, pese a estos logros, queda un gran camino por recorrer y, en ese sentido, las campañas de testeos gratuitos son la mejor herramienta para que las personas se hagan el test.
“Las pruebas de VIH, en ámbitos cotidianos donde las personas no necesitan un turno y tienen el test al alcance, han permitido diagnósticos más tempranos y un suministro de tratamiento más oportuno para aquellas personas cuyo resultado dio positivo”, agregó el director científico para Latinoamérica y el Caribe de AHF.
El efecto de la pandemia de COVID
Si bien desde AHF celebraron que los programas de VIH en todo mostraron resiliencia durante lo peor de la crisis sanitaria por coronavirus, “los datos más recientes de ONUSIDA muestran que las acciones para dar respuesta mundial al VIH y sida necesitan mayor vigor. Esto hace que nuestro lema “Aún no se termina” sea más relevante este año”, puntulaizó Terri Ford, jefa de Políticas y Abogacía Global de AHF.
“Hacemos un llamado a actores claves y defensores en todos los países para que intensifiquen los esfuerzos mundiales de prevención, pruebas y tratamiento del VIH para frenar el rápido aumento de las tasas de nuevas infecciones por el VIH y proteger todos nuestros valiosos logros. Hemos llegado demasiado lejos en este camino contra el VIH y sida como para dejar que se pierdan décadas de progreso”, agregó Ford.
Tributo y prevención
Por el Día mundial de la lucha contra el sida, AHF planeó conmemoraciones virtuales y en vivo a lo largo de sus 45 países para rendir tributo a quienes perdieron la vida por causas atribuibles al VIH y honrar a quienes siguen en el camino. El objetivo es enfocar la atención mundial en el VIH y las personas que viven o han sido tocadas por el virus.
Los informes indican, con preocupación, que el mundo va retrasado en la reducción de nuevas infecciones y tasas de mortalidad, lo que significa que debemos redoblar esfuerzos porque millones de vidas están en juego.
Los datos de ONUSIDA han mostrado un riesgo creciente de nuevas infecciones entre los hombres homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en todo el mundo. A partir de 2021, los datos de poblaciones clave de ONUSIDA muestran que los HSH tienen 28 veces más riesgo de contraer el VIH en comparación con personas de la misma edad que las personas heterosexuales, mientras que las personas que se inyectan drogas tienen 35 veces más riesgo, los trabajadores sexuales 30 veces más riesgo y las mujeres transgénero 14 veces el riesgo.
Las poblaciones clave representan menos del 5% de la población mundial, pero ellas y sus parejas sexuales constituyeron el 70% de las nuevas infecciones por VIH en 2021.
Desde AHF remarcaron que el número global de personas en tratamiento contra el VIH tuvo en 2021 el crecimiento más lento en más de una década. Y aunque tres cuartas partes de todas las personas que viven con el VIH tienen acceso al tratamiento antirretroviral, este todavía se les niega a 10 millones de personas, y solo la mitad (52 %) de los niños que viven con el VIH pueden acceder a medicamentos que salvan vidas. De este modo, la brecha en la cobertura del tratamiento del VIH entre niños y adultos está aumentando en lugar de estrecharse.
Por todo esto, millones de infecciones por el VIH evitables cada año hacen que cada vez sea más difícil y caro garantizar que las personas que viven con el VIH tengan acceso al tratamiento que salva vidas y que se alcancen los objetivos para poner fin a la pandemia de sida para 2030.
6 acciones urgentes y necesarias
AHF destacó que existen una serie de acciones necesarias de los Estados en la respuesta al VIH y sida que puede transformar el escenario actual:
- Impulsar los servicios liderados por la comunidad y centrados en las personas; el apoyo a los derechos humanos de todos; la eliminación de las leyes punitivas y discriminatorias; poner fin al estigma; el empoderamiento de las niñas y las mujeres; la igualdad de acceso al tratamiento, incluidas las nuevas tecnologías sanitarias; y los servicios sanitarios, la educación y la protección social para todos.
- Hacer realidad los derechos humanos y la igualdad de género. Las leyes y políticas punitivas y discriminatorias están socavando la respuesta al sida al alejar a las personas de los servicios y socavar los esfuerzos de salud pública para llegar a las personas que corren mayor riesgo de contraer una nueva infección o morir.
- Apoyar y proporcionar recursos eficaces a las respuestas dirigidas por la comunidad. Las respuestas lideradas por la comunidad están demostrando ser revolucionarias en la reducción de las desigualdades y el apoyo a respuestas eficaces y resilientes contra el VIH.
- Asegurar un financiamiento suficiente y sostenible. Es esencial que los donantes internacionales y los gobiernos de los países de ingresos bajos y medios hagan importantes inversiones en materia de VIH.
- Abordar las desigualdades en el acceso y resultados de la prevención, pruebas y tratamiento contra el VIH, y cerrar las brechas que existen en localidades específicas y para ciertos grupos.
- Aumentar la disponibilidad, la calidad y la idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan. Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, los grupos de población clave y las poblaciones marginadas.
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