El cáncer de próstata afecta a 11.600 hombres por año en Argentina y es el tumor masculino más frecuente. Sin embargo, la enfermedad oncológica no solo puede afectar los órganos sexuales, también hace mella en el deseo, la función sexual, el bienestar y la alteración de la imagen corporal que atraviesa un paciente durante el tratamiento.
En este escenario los pacientes luchan no sólo contra la enfermedad, sino también con la incomodidad, la falta de interés o la incomprensión de los otros. La sexualidad y la intimidad son tan importantes para las personas con cáncer como para quienes no tienen cáncer. De hecho, se ha demostrado que, ante una enfermedad oncológica, la intimidad sexual puede ayudar a los pacientes a sobrellevar la angustia y los vaivenes del tratamiento.
Más allá de las consecuencias en el cuerpo, afloran emociones alrededor del diagnóstico y el tratamiento que también pueden afectar la intimidad: el temor de que el cáncer regrese, sentirse triste, frustrado, deprimido, indefenso o incómodo por los cambios en su cuerpo.
Por todo esto, la Fundación ACIAPO (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico), eligió visibilizar este tema durante noviembre, el mes de concientización de las enfermedades masculina , que se conmemora a nivel mundial como Movember (término que surge de la conjunción de ‘moustache’ -bigote- y november -noviembre en inglés-).
“La cirugía de próstata, el tratamiento a base de rayos, la quimioterapia (además de los medicamentos para prevenir las náuseas ocasionadas por esta), el tratamiento hormonal y otras medicaciones para el cáncer de próstata pueden impactar en la capacidad sexual del hombre, ocasionando cambios físicos y emocionales, incluidos cambios en su vida sexual, denominados efectos secundarios sexuales”, señaló el doctor Tomás Soule, integrante del departamento de Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming.
Los efectos secundarios sexuales del cáncer de próstata pueden incluir:
- Menos interés en el sexo
- Dificultad para lograr y/o mantener una erección
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Eyaculación precoz
- Orinar durante un orgasmo
- Tener un orgasmo sin eyaculación
“Es importante hablar con el paciente al respecto antes de comenzar el tratamiento para que sepa qué esperar y pueda acercársele información, asesoramiento y, si la necesita, ayuda profesional para sobrellevar esta etapa de la mejor manera posible”, explicó el doctor Soule.
Aquí es donde cobra un papel crucial el abordaje multidisciplinario de la enfermedad que impacta en la salud integral de una persona. “Un terapeuta sexual o un profesional de la salud mental especializado puede ayudar en estos casos que pueden estar más vinculados con la ansiedad y el estrés que toda esta situación puede desencadenar, que con las limitaciones físicas que genera la enfermedad prostática de base”, agregó Fernando Romanelli, Coordinador de Programas de ACIAPO.
Por su parte, Marta Artigas, fundadora y Presidente de ACIAPO, agregó que “muchas veces, no solo el hombre con cáncer atraviesa emociones que afectan su vida sexual; su pareja también está sobrellevando toda la situación, debe tener preguntas, sensaciones y preocupaciones. Por eso hablar con franqueza ayuda mucho a desbloquear tensiones emocionales para seguir superando los desafíos juntos”.
6 claves sobre cáncer y sexualidad
Cuándo preguntar: el mejor momento para hablar con el médico sobre la sexualidad es cuando se van a tomar las decisiones sobre el tratamiento o antes de iniciarlo. Si esto no es posible, o no piensa hacer este tipo de preguntas de antemano, puede sacar el tema cuando lo considere, pero cuanto antes, mejor.
Hacer las preguntas adecuadas: ¿mi tratamiento afectará mi vida sexual? ¿Los efectos durarán poco, mucho tiempo o serán permanentes? ¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Hay otro tratamiento igual de eficaz, pero con efectos secundarios diferentes? ¿Puedo consultar a un especialista?
Aprender tanto como sea posible: una vez que inicia una conversación y continúa expresándose, es más fácil obtener la información que necesita. Conocer las respuestas a las preguntas que tiene y saber qué debe esperar ayudarán a comprender lo que está por venir.
Si se está en pareja, incluirla: es mejor que su pareja participe de cualquier decisión que se necesite tomar acerca de los tratamientos. El intercambio sexual y la cercanía emocional son formas en que una pareja puede sentirse cerca durante el estrés de una enfermedad.
Superar la ansiedad sobre el sexo: es esperable que la enfermedad o los efectos de los tratamientos atenten contra la espontaneidad en la intimidad. Lo más importante es ser franco para hablar de ello y buscar juntos la mejor manera de generarse momentos relajados de encuentro.
Iniciar la rehabilitación: existen programas de rehabilitación, con supervisión médica, que incluyen ejercicios, medicación y otros dispositivos, que en muchos casos son exitosos. Por lo general, entre más joven sea el paciente, más chances tiene de lograr una recuperación total.
Para despejar estas y otras dudas, este viernes 25 de noviembre a las 18, ACIAPO -a través del Movimiento Latinoamericano de Cáncer de Próstata (MOLACAP)- organiza un webinario sobre cáncer de próstata y sexualidad, que será dictado por el doctor Tomás Soule, integrante del Departamento de Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming. Se ingresa vía www.facebook.com/MOLACAP o por Zoom, ID 885 5232 7601, contraseña 474579.
“Lo más importante es vencer el tabú y poder hablar abiertamente, tanto con la pareja como con el médico. Es necesario sacarse todas las dudas, manejar expectativas, solicitar la ayuda profesional adicional que sea necesaria y diseñar en conjunto un programa de rehabilitación para salir adelante y poder llevar una vida sexual plena ante esta nueva situación”, concluyó Marta Artigas de ACIAPO.
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