La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizarla de manera eficaz, su prevalencia mundial aumentó en los últimos años y se diagnostica cada vez a edades más tempranas.
Entre 2000 y 2019, las tasas de mortalidad por diabetes aumentaron 3% en el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Argentina, según la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la prevalencia de diabetes o glucemia elevada aumentó de 9,8% (2013) a 12,7% (2018).
En el Día Mundial de la Diabetes, es importante tomar conciencia que se trata de una enfermedad metabólica que puede producir complicaciones severas de salud, como infarto del miocardio, accidentes cerebrovasculares (ACV), insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y neuropatía.
A su vez, las personas con diabetes presentan mayor riesgo de desarrollar enfermedades oculares graves que dañan los vasos sanguíneos de la retina. Una de estas afecciones es el edema macular diabético (EMD), que afecta la retina.
“La retina está formada por 10 capas muy finitas de células que tapizan al ojo en su cara interna, y es la encargada de recibir el estímulo visual, la imagen, y trasladarlo mediante el nervio óptico hacia el cerebro. El edema macular diabético consiste en un engrosamiento de la retina, generado por la acumulación anormal de fluido en el espesor de la misma”, explicó el doctor Mariano Irós (MP 24070), presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo (SARyV) y director jefe del servicio de retina en el Instituto de Microcirugía Ocular Córdoba.
En el curso de esta enfermedad, la mácula –la parte de la retina responsable de la visión central y de los detalles– se inflama y acumula líquido. “Normalmente, esto sucede como consecuencia de los cambios metabólicos secundarios provocados por el mal control de la glucemia en personas con diabetes”, agregó el experto.
El control clínico inadecuado de la diabetes aumenta el riesgo de desarrollar edema macular diabético. Se calcula que aproximadamente el 9% de la población mundial es diabética, y de este porcentaje, el 6% presenta EMD.
“El edema macular diabético es hoy la principal causa de pérdida visual de moderada a severa en pacientes diabéticos de entre 40 y 65 años a nivel mundial”, advirtió el doctor Irós. Los pacientes que desarrollan esta enfermedad ven fuertemente impactada su calidad de vida, dado que sus principales síntomas son visión borrosa, distorsión y pérdida progresiva de la agudeza visual.
Con respecto al tiempo que suele transcurrir desde el diagnóstico de diabetes hasta la aparición del EMD, el doctor explica que es muy variable. “El EMD puede estar presente en cualquier estadio de la enfermedad diabética. Hay pacientes que cuentan con un diagnóstico desde hace 10 o 15 años y no presentan EMD. Otros, por el contrario, presentan EMD al poco tiempo de haberse detectado diabetes”. El daño se desarrolla paulatinamente y en forma acumulativa, cuanto más elevados los niveles de glucosa en sangre del paciente, más rápido aparecen los daños en la vista.
¿Cómo prevenir el daño visual asociado a la diabetes?
La prevención de esta condición está asociada a la prevención de la diabetes como patología de base. Es necesario que los pacientes con diabetes tengan los controles adecuados y que consulten periódicamente con un oftalmólogo para detectar de manera precoz la aparición del edema.
“La prevención del EMD va de la mano del cuidado y la prevención que se tenga durante el transcurso de la enfermedad diabética. Es muy importante el control regular de los valores de glucemia o de hemoglobina, por ejemplo. Esos controles harán que la incidencia del edema baje”, indicó Irós.
Además, el especialista remarcó que es fundamental que los pacientes se realicen los controles necesarios ya que la enfermedad, en sus etapas iniciales, no suele presentar síntomas. El grado de disminución visual va a depender del tipo y gravedad del edema. “La clave es llevar a cabo un tratamiento temprano antes de que la pérdida visual, el deterioro de la retina, avance. El edema en sus etapas iniciales es más fácil de ser revertido”, completó el presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo.
Desde SARyV destacan la importancia del abordaje multidisciplinario a la hora de prevenir y tratar la diabetes. Si bien quien diagnostica y trata el edema macular diabético es el médico oftalmólogo, el médico diabetólogo tiene un rol central, que se respalda en otros profesionales de las subespecialidades para atender todas las manifestaciones de la enfermedad (oftalmólogos, nefrólogos, cardiólogos, nutricionistas, etc.).
Una vez detectado el EMD, es importante comenzar con los tratamientos para evitar que empeore la condición del paciente. El objetivo es evitar el deterioro de la mácula, reduciendo el edema antes de que este se cronifique y el daño sea irreversible.
“Actualmente contamos con diferentes opciones terapéuticas para tratar el EMD, que reducen el daño y disminuyen el riesgo de progresión. Entre estas opciones se encuentran las inyecciones intravítreas de corticoides, las inyecciones intravítreas de drogas antiangiogénicas, la fotocoagulación láser y la cirugía. Lo que se indique en cada caso va a depender de las características clínicas o específicas de cada paciente”, precisó Irós.
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