El accidente cerebrovascular (ACV) es la segunda causa más común de muerte y la tercera de discapacidad en todo el mundo, lo que se traduce en aproximadamente 6,5 millones de muertes anuales. En la Argentina, el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV, lo que representa más de 340 mil personas; además cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos.
A esas conclusiones —entre muchas otras— arribaron especialistas que realizaron el Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares (EstEPA), único en su tipo en Latinoamérica debido a que evaluó durante seis años la prevalencia, incidencia, carga de enfermedad y mortalidad del ACV en el país.
“Entre los resultados más destacados de la investigación se confirmó a la hipertensión como el principal factor de riesgo cerebrovascular (asociada en el 88% de los casos), y pudimos determinar, además, que se producen aproximadamente 120 nuevos ACV cada 100.000 habitantes por año, que el ACV es la tercera causa de muerte en el país y que aproximadamente el 9% de las personas fallecen por esta causa”. El médico especialista en neurología Sebastián Ameriso (MN 67.455) es jefe del departamento de Neurología y jefe del Centro Integral de Neurología Vascular de Fleni, y así comenzó a explicar a Infobae los hallazgos del trabajo, en el marco del Día Mundial del ACV, que se conmemora hoy.
Otro factor de riesgo importante que encontraron en la población local son las apneas obstructivas de sueño, que generalmente se dan en personas con sobrepeso y causan el 51% de los ACV en el país. “Es un factor de riesgo muchas veces no detectado y que tiene un manejo relativamente simple”, destacó el especialista.
En tercer lugar se ubicaron las dislipidemias (en el 46% de los casos), que consisten en niveles muy elevados de colesterol o lípidos en la sangre.
El rol de la hipertensión como principal factor de riesgo
Como se vio, la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cerebrovascular, “es el que está presente en la mayor parte de los accidentes cerebrovasculares y puede ser la causa, tanto de las isquemias cerebrales, es decir, de los accidentes cerebrovasculares isquémicos como de las hemorragias cerebrales, que serían los ACV hemorrágicos”, explicó Ameriso, quien ahondó que “esto ocurre porque la hipertensión puede, por un lado, causar enfermedades en las arterias obstruyéndolas y por otro lado causar debilidad de la pared arterial produciendo la ruptura y la hemorragia”.
Consultado sobre en qué medida sufrir de presión arterial alta eleva el riesgo de padecer un ACV, el especialista sostuvo que “eleva muchísimo el riesgo, la medida depende de la población, de la edad, de los otros factores de riesgo que puedan tener los pacientes, pero, un paciente hipertenso tiene posiblemente alrededor de cinco veces más chances de sufrir un ACV que una persona que no es hipertensa”.
—A priori podría pensarse que con detección temprana y seguimiento, se trata de un factor “controlable”. ¿Qué falla en el medio para que la hipertensión sea la causa del 88% de los ACV?
—Ameriso: Fundamentalmente fallan, creo, dos aspectos: una es la detección, es decir, hay muchos pacientes hipertensos que no saben que lo son porque la hipertensión puede no causar ningún síntoma, entonces el paciente puede cursar muchos años sin saber que es hipertenso y acá hay cierta responsabilidad a veces en los médicos ya que siempre es importante tomarle la presión al paciente cuando va a una consulta.
La segunda “falla” es lo que llamamos adherencia, es decir, cuántos de los pacientes que tienen un diagnóstico de hipertensión arterial continúan luego de un tiempo tomando la medicación. Lo hemos estudiado en una de las últimas encuestas de nuestro Programa SIFON y vimos que había una alta tasa de no adherencia, es decir que los pacientes pueden tener el diagnóstico, pueden tener la receta de su médico, pero al menos un 20 al 30% de los pacientes, luego de un tiempo, dejan de tomar la medicación, ya sea porque se olvidan, porque no consiguen la receta, porque no pueden pagar el costo de la medicación, etc.
En definitiva, son muchos los factores, pero la falta de detección y la falta de adherencia al tratamiento son los factores más fuertemente asociados a esto. También vimos en Fleni, en un estudio que hicimos sobre “evitabilidad” del ACV, es decir cuántos pacientes con ACV que recibimos tienen algún factor de riesgo no controlado, que aproximadamente el 80% de los pacientes que ingresan a nuestra institución tienen algún factor de riesgo no bien controlado y el principal es la hipertensión arterial.
El estudio, que fue realizado en forma articulada entre expertos de Fleni, la Asociación para el Desarrollo, Rehabilitación e Integración de Personas con Discapacidad (Aderid), la Fundación para la Investigación en Neuroepidemiología (Finep), la Municipalidad de General Villegas a través del Hospital y de la Dirección de Educación, la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) y del Círculo Médico de General Villegas, determinó que los otros factores de riesgo que predominan en el país son “fundamentalmente el colesterol elevado, el tabaquismo, la diabetes, la presencia de enfermedad cardíaca con arritmias que pueden provocar ACV, el sedentarismo, la obesidad”.
“La falta de controles periódicos pueden ser de por sí un factor de riesgo y, por supuesto, haber tenido un ACV o un infarto de miocardio es un factor de riesgo importante”, concluyó Ameriso.
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