¿Qué es la epilepsia? Normalmente nuestro cerebro tiene neuronas en la superficie o corteza cerebral y estas neuronas se prenden y se apagan como si fueran lamparitas.
Imagine un árbol de Navidad que prende una, apaga otra, es porque trabajan así. La epilepsia es cuando un conjunto grande de neuronas, en lugar de prender una y apagar otra, prenden de golpe un montón, como si un arbolito de Navidad prendiese la mitad o parte de las luces, todas de golpe. Eso genera una descarga neurológica que se llama epilepsia.
Esa epilepsia puede ser, básicamente, de dos tipos: el gran mal y el pequeño mal, el llamado “petit mal”. El gran mal tiene contracciones o convulsiones físicas, lo que usted conoce como ataque epiléptico o crisis comicial, donde se producen las contracturas musculares del cuerpo, de la cara, de la boca, que la persona se puede morder la lengua. Esa es la que se llama “el gran mal” o contracciones o convulsiones epilépticas, o crisis comiciales.
Pero, también pueden ser casos en los cuales no hay contracturas musculares y la persona simplemente tiene una ausencia, pierde la conciencia durante un rato. Eso se denomina “petit mal”. En el medio de los dos extremos hay varios distintos tipos de epilepsia.
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Cómo se hace el diagnóstico de la epilepsia
Con la clínica, cuando uno se lo describe al médico, el médico se da cuenta y le va a pedir un electroencefalograma. Esos cables que se ponen en la cabeza y se ve el electroencefalograma, que es lo mejor que hay para estudiar y diagnosticar epilepsia. Después, también le puede pedir una resonancia magnética nuclear.
Cuáles son las causas de la epilepsia
Muchas veces no se sabe la causa. Otras son genéticas. Y las menos, por suerte, son posteriores a traumatismos craneoencefálicos, a tumores o a meningitis.
Cualquier síntoma que usted tenga parecido a lo que le digo, una contracción muscular, algo como que convulsiona o que tiene ausencias de tiempo y no sabe dónde estuvo, es motivo de consulta. Podría ser una epilepsia. Una muy buena noticia es que la mayoría tienen muy buen tratamiento.
Unas 50 millones de personas padecen epilepsia en todo el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que convierte a esta enfermedad en uno de los trastornos neurológicos más comunes.
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En las situaciones de difícil control, llamadas epilepsias refractarias, hay nuevas alternativas terapéuticas que brindan resultados favorables.
Durante el interrogatorio en la consulta con el médico se investigan: antecedentes familiares de epilepsia, antecedentes personales: historia de sufrimiento fetal o trastornos en el parto, antecedentes de traumatismos en la cabeza meningitis o encefalitis, si presento crisis febriles en la infancia, etc.
Posteriormente se indaga sobre cómo ocurrió la crisis y en qué contexto la presento, si tuvo algún aura, qué modificaciones observaron en el comportamiento los testigos que hayan podido presenciar la crisis. Si hubo algún factor desencadenante. Si fue una crisis única o si fueron varias separadas en el tiempo.
La segunda parte del diagnóstico tiene que ver con las pruebas, donde se incluye el electroencefalograma (EEG) que mide la actividad eléctrica cerebral para identificar las descargas eléctricas anormales que precipitaron la crisis, la resonancia magnética (según los casos) para descartar cualquier lesión intracerebral. Hay otros estudios que se realizan en ocasiones puntuales, como el Video-Electroencefalograma, el Spect Cerebral, el PET y la evaluación cognitiva y psiquiátrica.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Producción: Dolores Ferrer Novotny / Realización: Samuel Cejas / Edición: Pedro Kablan
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