Wado de Pedro, en el día de Conciencia de la Tartamudez: “Cuando me acepté pude mejorar mi forma de comunicarme”

El ministro del Interior habló con Infobae sobre cómo su condición le impidió “hacer muchísimas cosas durante muchísimos años”. Cuáles son, según los especialistas, las causas de este trastorno y cuáles los principales mitos que, por falta de información, persisten en la sociedad

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El ministro del Interior, Wado
El ministro del Interior, Wado de Pedro, es un ferviente promotor de campañas por la igualdad y contra el bullying

Cada 22 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Toma de Conciencia de la Tartamudez, una fecha que pretende concienciar a la población para eliminar la discriminación social hacia las personas tartamudas, desmitificando lo negativo, el prejuicio y la burla.

Según explican desde la Asociación Argentina de Tartamudez (AAT) en su página web, la tartamudez es una alteración en la fluidez del habla, que se caracteriza por repeticiones de sílabas, sonidos o bloqueos. Lo más común es que se presente cuando los niños empiezan a desarrollar su lenguaje, entre los dos y los cinco años, lo que no quiere decir que pueda aparecer en una edad más avanzada.

Es más frecuente de observar en hombres que en mujeres, en una proporción de cuatro a uno.

El ministro del Interior, Eduardo Enrique “Wado” de Pedro, convive con esta condición desde su infancia, y en una entrevista con Infobae contó que si bien tuvo la suerte de “tener compañeros de primaria y secundaria con mucha comprensión”, por fuera de ese ámbito, le tocó lidiar “con una sociedad que maneja otros tiempos, que no está dispuesta a esperar”. “A la hora de elegir una carrera, rendir exámenes orales, pensar el futuro uno se acomoda en torno a la dificultad y no al deseo”.

Para De Pedro, "llegó el
Para De Pedro, "llegó el tiempo de una deconstrucción de muchas pequeñas formas de ser de nuestra sociedad que tienen que ver con la empatía y la aceptación"

¿Siente que la tartamudez le impidió hacer algo que hubiera querido hacer?, indagó este medio. “Por supuesto, muchísimas veces durante muchísimos años -se sinceró De Pedro-. Cuando uno es más chico y no tiene los recursos para afrontar el problema, lo que hace es adaptarse al problema, y casi de manera inconsciente se empiezan a dejar de hacer cosas que te pueden generar malos momentos, y esto se profundiza y se agrava cuando se sufre la burla o el bullying, que lo único que hace es terminar generando más aislamiento ya que cada vez se evitan más situaciones para no sufrir”.

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“Por eso mismo hoy estoy muy enfocado en la generación de una campaña de Argentina contra el bullying porque entiendo que la burlas y la falta de aceptación del otro lo que hace es profundizar los problemas y las dificultades que pueden tener los niños y las niñas y en definitiva las sociedades”, ahondó el funcionario.

Respecto a que más allá de la tartamudez -y con la tartamudez- logró sobreponerse y lograr a sus 45 años seguramente mucho más de lo que habrá imaginado aquel niño en su Mercedes natal, el funcionario reconoció: “El mayor orgullo que tengo es que llegué a aceptarme como soy; no tengo metas que estén más allá de lo personal. Considero que la felicidad tiene que ver con algo interno y no con objetivos de escalafones”.

El ministro del Interior compartió
El ministro del Interior compartió su historia personal en una jornada ante cien niños con tartamudez para concientizar sobre la disfluencia

Y amplió: “Esa aceptación me permitió mejorar un poco más en la forma de comunicar; e incluso se empezó a dar un círculo virtuoso a partir de charlas con padres en las que participo, campañas de bullying, para mí eso es el mayor logro que tuve: difundir para que otros pibes puedan dejar de poner el foco en el problema y ponerlo en lo que sueñan”.

En líneas generales, los especialistas aseguran que alrededor del 5% de la población infantil empieza tener disfluencias a edades tempranas, y recomiendan que si un niño comienza a manifestar dificultades para hablar de manera frecuente y además acompaña esa dificultad con movimientos de la cara o del cuerpo, se debe consultar con un fonoaudiólogo, quien es el profesional indicado para realizar una evaluación diagnóstica y definir el tratamiento.

Causas y factores de riesgo de la tartamudez

Una falsa creencia muy común
Una falsa creencia muy común es que interrumpir o terminar la frase a una persona con disfluencia la ayudará en su comunicación (Getty)

Laura Busto Marolt es licenciada en Fonoaudiología (MN 8015 - MP 3563) y autora del libro Tartamudez, un viaje desde el sufrimiento hacia el empoderamiento, y consultada por Infobae acerca de si hay personas más propensas que otras a presentar este trastorno, y cuáles son los factores de riesgo que influyen en su aparición, explicó que “para aproximadamente la mitad de los casos de tartamudez existen antecedentes familiares, es decir, otros miembros que también presentan el síntoma. Este hecho fue considerado una evidencia de la predisposición genética”.

Sin embargo, consideró “más relevante y determinante la epigenética, lo que demuestra que es el entorno o ambiente el que regula la expresión o no de la información codificada en los genes”. “De esto se deriva la importancia de considerar las creencias, que determinan la percepción, y las emociones de las personas -ahondó la especialista-. La epigenética también explicaría por qué ciertos miembros de una familia tartamudean y otros no, aún compartiendo la misma información genética”.

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Teniendo en claro que no se trata de una enfermedad, pero sí de una condición que requiere un tratamiento, Infobae quiso saber en qué consiste el abordaje de la persona con tartamudez, y cuál es su finalidad.

La tartamudez es una alteración
La tartamudez es una alteración en la fluidez del habla, que afecta más a los varones que a las mujeres (Getty)

El abordaje de la tartamudez, clásicamente, incluye la práctica de diferentes estrategias que permiten desarrollar una mayor habilidad motora para el habla, favoreciendo la fluidez; y también la consideración de las cuestiones psico-emocionales -precisó Busto Marolt-. Esto requiere en muchos casos la intervención de profesionales idóneos para este trabajo”.

Particularmente, ella elige tratar la tartamudez “desde una mirada integradora, sumando además diferentes herramientas para la comprensión y decodificación del síntoma en su contexto”.

Las dificultades que enfrenta un niño (y luego un adulto) con tartamudez

Como en casi todas las
Como en casi todas las condiciones que pueden mejorar con un tratamiento oportuno, la detección temprana es fundamental (Getty)

En opinión de Busto Marolt, si se tiene en cuenta que “la tartamudez ocasiona una dificultad o esfuerzo en la producción del habla, en la emisión de los sonidos de manera continua y coordinada”, lo que ocurre es que “el contexto socio-cultural -creencias, estereotipos, desinformación, etc- influye de manera muy relevante en el estrés, e incluso la severidad que suele observarse durante el habla en las personas con tartamudez, en ciertas ocasiones”.

“Es curioso que las personas con tartamudez, salvo raras excepciones, no tartamudean al hablar solas. Evidentemente lo que evoca un interlocutor es crucial en la ocurrencia de la tartamudez”, señaló.

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En este sentido, para ella, “el curso de la tartamudez, las experiencias vividas, los recursos psíquicos y emocionales personales son factores que pueden condicionar la calidad de vida de la persona, en cuanto pueden favorecer el uso de evitaciones, o la reducción de la expresión oral, provocando esto lógicas limitaciones en diferentes aspectos de la vida”. “Pero esto es particular para cada persona y de ninguna forma responde linealmente a la severidad de la tartamudez, sino que depende fundamentalmente de los recursos internos, y su relación con el entorno”, agregó.

Sobre las burlas, mitos y verdades que rodean a la tartamudez

Dificultades como la tartamudez muchas
Dificultades como la tartamudez muchas veces son motivo de burla entre los niños (Getty)

Esta alteración del habla es uno de los tantos temas que, por desconocimiento, está rodeado de mitos y falsas creencias que son necesarios erradicar a través de la difusión de información clara y veraz.

Desde la AAT remarcaron que “suele decirse que las causas son nervios o algún factor emocional, cuando en realidad estas son consecuencias que surgen a partir de convivir con la tartamudez, pero no la causa”.

Otro de los mitos es que esta condición afecta al intelecto, cuando de esta teoría no hay ninguna evidencia. “Hay varias personalidades destacadas tanto en el deporte como en el arte que tienen tartamudez, como Marilyn Monroe, Bruce Willis, Borges, más actuales el futbolista James Rodríguez o el cantante Ed Sheeran”, destacaron desde la entidad.

Al respecto, consultada por este medio, la licenciada en Fonoaudiología Micaela Méndez (MN 8110) agregó: “Una falsa creencia muy común es que interrumpir o terminar la frase a una persona con disfluencia la ayudará en su comunicación, cuando en verdad hay que esperar que la persona continúe hablando sin importar cómo lo haga”. “Es importante poder focalizar en qué nos está contando sin importar la manera en que lo hace -aconsejó-. Desde la fonoaudiología se la entrenará en técnicas para controlar o reducir la tartamudez”.

La tartamudez es más frecuente
La tartamudez es más frecuente en los varones que en las mujeres y suele aparecer entre los 2 y los 5 años (Getty)

“También suele creerse que se trata de un problema psicológico”, señaló Méndez, quien aclaró que “la ansiedad y el estrés pueden empeorar la tartamudez, pero no la causan”. “La tartamudez suele empezar en la niñez. Al crecer, muchos niños sienten ansiedad y vergüenza por las reacciones negativas de los interlocutores”, sostuvo.

Finalmente, muchos creen que la tartamudez se puede curar. “Al no estar hablando de una patología no usamos ese término -aclararon desde la AAT-. Se puede revertir o mejorar, siempre y cuando se intervenga cuanto antes empezando un tratamiento fonoaudiológico especializado. Si se interviene antes de los seis años de edad, el 80% de los niños suele restablecer su función en el habla”.

“La disfluencia es un trastorno del habla neurobiológico funcional y dinámico”, destacó Méndez. “Puede tener momentos de mayor o menor fluidez, variar según el contexto y/o actividad que se esté realizando y algo clave es que es involuntaria,esto es que la persona que tartamudea no elige cuándo trabarse/bloquearse”, aportó.

- ¿Qué consejos daría a alguien que tiene una persona con tartamudez en su círculo íntimo, laboral, escolar?

- Busto Marolt: Es importante tener en cuenta que las condiciones de la situación de habla pueden aumentar la respuesta de estrés en cualquier hablante y también (o incluso más debido a experiencias pasadas) en quienes tienen tartamudez: la cantidad de oyentes, la demanda de una respuesta o una opinión/comentario, las características del interlocutor, la presión de tiempo para hablar, entre otras.

La consulta con el especialista
La consulta con el especialista en fonoaudiología es clave para tratar la tartamudez (Getty)

Creo que hay una palabra que puede resumir varios consejos que podrían darse para quienes comparten con personas con tartamudez: respeto. El respeto por el otro deja afuera la posibilidad de presuponer, asumir, invadir, invalidar, desautorizar, desvalorizar, desestimar, menospreciar, no dar lugar, invalidar, discriminar, burlar, culpar, mirar con lástima, considerarlo víctima. No se trata de saber qué hacer con la tartamudez, se trata de ser humanos, y tratarnos unos a otros como tales.

En este sentido, para De Pedro, “lo que tiene que dejar de pasar es que la persona tartamuda sea un objeto de gracia y de burla”. “Si la tartamudez deja de ser motivo de chiste o burla, tal vez los que tenemos la dificultad le quitemos dramatismo y hasta podamos reírnos de nosotros mismos sanamente”, opinó el ministro, quien recordó: “Personalmente, cuando dejé de dramatizar pude reírme en ocasiones de mí mismo y eso me ayudó mucho”.

“Es importante si como sociedad logramos cambiar la lógica de apuntar a lo diferente porque después de todo, cuando buceamos un poco, todos tenemos nuestras diferencias, temas para superar -analizó el funcionario-. Cambiar esa energía negativa por positiva, empática, que permita ver en el otro un aliado para superar el problema y no un estorbo es lo que necesita la sociedad”.

Y concluyó: “Así como se logró deconstruir costumbres y tradiciones en la sociedad en cuanto al rol del hombre y la mujer, me parece que ahora llegó el tiempo de una deconstrucción de muchas pequeñas formas de ser de nuestra sociedad que tienen que ver con la empatía y la aceptación. Escuchar a las minorías nos va a permitir ser cada vez una sociedad mejor”.

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