Cuáles son las consecuencias del mal uso de los antibióticos en los niños

Son una herramienta fundamental para el tratamiento de enfermedades, pero no todos los necesitan. Infobae dialogó con expertos que advirtieron sobre las secuelas de este comportamiento

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Durante los primeros dos años de vida, los niños consolidan su microbiota, un grupo de bacterias necesarias para la maduración de su metabolismo. El mal uso de los antibióticos atenta contra estas pequeñas aliadas
Durante los primeros dos años de vida, los niños consolidan su microbiota, un grupo de bacterias necesarias para la maduración de su metabolismo. El mal uso de los antibióticos atenta contra estas pequeñas aliadas

Hace algunas semanas, la noticia de que la Ley de antimicrobianos entró en vigencia fue celebrada por médicos nacionales y del mundo. Uno de los grupos que festejó con mayor efusividad fue el de los pediatras. Es que el mal uso de antibiótico en los niños genera serias consecuencias, no solo en su futuro sino en su presente.

Infobae dialogó con dos expertos que señalaron cuáles son las secuelas de este comportamiento con los antibióticos, cuál es la importancia de administrar estos fármacos de forma responsable y qué implicancias tiene este accionar en la población en general.

“Uno podría agrupar los inconvenientes del uso indiscriminado de antibióticos en dos grandes capítulos. Uno es el de la resistencia bacteriana; pero el otro no era tan conocido hasta hace relativamente poco tiempo y es el impacto que ejercen los antibióticos sobre la microbiota intestinal, que es muy importante en los primeros momentos de la vida porque ayudan al bebé a desarrollar todas sus defensas”, afirmó el doctor Omar Tabacco, pediatra (MP 8942) y ex presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

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En ese sentido, el médico pediatra Adrian Giannotti (MN 90998) indicó que “desde el punto de vista epidemiológico, se sabe que la mayoría de las infecciones en chicos son autolimitadas y de etiología viral, es decir que no necesitan ni al principio, ni durante, ni al final del curso de la enfermedad un tratamiento antibiótico. Estos son necesarios en determinadas situaciones muy puntuales”.

La mayoría de las infecciones que adquieren los niños son virales, brindar un antibiótico para atacar un virus, cuando fueron diseñados para bacterias, no genera beneficios, sino consecuencias / Foto: Mascha Brichta/dpa -
La mayoría de las infecciones que adquieren los niños son virales, brindar un antibiótico para atacar un virus, cuando fueron diseñados para bacterias, no genera beneficios, sino consecuencias / Foto: Mascha Brichta/dpa -

Mal uso de antibióticos: cuáles son las consecuencias en los chicos

El 11 de agosto de 2022, el Senado convirtió en Ley al proyecto que había sido denominado como Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana. Su promulgación y entrada en vigencia tuvo lugar unos 15 días más tarde, el 24 de agosto. Esta norma, según se desprende del documento, busca optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos; mejorar la sensibilización y los conocimientos en materia de resistencia a los antimicrobianos; reforzar la vigilancia y la investigación en esta temática.

Además, tiene por objetivo prevenir y reducir la incidencia de las infecciones asociadas al cuidado de la salud; trabajar en la eliminación gradual del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en sanidad animal y asegurar que se realicen inversiones sostenibles en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos. En resumidas cuentas, busca mejorar la comunicación, investigación y vigilancia; mientras que “regula cuestiones referidas al expendio y uso de éstos medicamentos, tanto en salud humana como animal”.

Para la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una “pandemia silenciosa” y un “gran problema de salud pública que va en aumento”. Es que las infecciones bacterianas resistentes están “asociadas por si solas a casi 4,95 millones de muertes al año, de las que 1,27 millones se atribuyen directamente” a este comportamiento.

Pese a que los virus y las bacterias provocan enfermedades, para los primeros, generalmente, se disponen vacunas y para los segundos antibióticos / (CSIC)
Pese a que los virus y las bacterias provocan enfermedades, para los primeros, generalmente, se disponen vacunas y para los segundos antibióticos / (CSIC)

“Sin dudas, el descubrimiento de los antibióticos y su desarrollo cambiaron la historia de la humanidad a partir de la posibilidad de tratar infecciones por bacterias, que antes de la década del ‘50 eran muy difíciles de combatir. No obstante, debemos entender que no son medicamentos exentos de efectos colaterales”, explicó a Infobae Tabacco.

En ese mismo tono, Giannotti agregó: “Es necesario poner un contexto cuando hablamos del uso antibióticos, porque tenemos que ver el escenario. A nivel ambulatorio y desde el punto de vista epidemiológico, uno sabe que la mayoría de las infecciones en chicos son autolimitadas y de teología viral, es decir que no necesitan ni al principio, ni durante, ni al final del curso de la enfermedad un tratamiento antibiótico. Distinto es un paciente internado en una terapia intensiva de neonatología que, por motivos de causas infecciosas que así lo requieran, se brinda esta clase de tratamiento”.

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Sobre este último punto, ambos expertos señalaron que, en momentos en que los chicos deben ser hospitalizados, existe el riesgo de las tan temidas “infecciones intrahospitalarias”, las cuales serían, incluso, más sencillas de tratar si no fueran resistentes a los antibióticos por estar tan expuestas a éstos. Eso mismo que genera tanto temor en un nosocomio, ocurre en la actualidad en las calles gracias al mal uso de estos fármacos.

El mal uso de los antibióticos en los niños menores a los dos años daña su microbiota y puede generar problemas en su sistema inmunitario, además de aumentar la propensión al desarrollo de distintas dolencias / Foto: Mascha Brichta/dpa
El mal uso de los antibióticos en los niños menores a los dos años daña su microbiota y puede generar problemas en su sistema inmunitario, además de aumentar la propensión al desarrollo de distintas dolencias / Foto: Mascha Brichta/dpa

“Estamos sobre usando y abusando de medicamentos que son necesarios en determinadas situaciones muy puntuales y generando una resistencia que atraviesa al mismo paciente, a esa familia y a toda la población porque los gérmenes se van haciendo cada vez más resistentes, van mutando con muchas características y se tornan difíciles de tratar. Con lo cual hay que cambiar el esquema antibiótico, subir dosis o, incluso, modificar el antibiótico que se utiliza”, señaló Giannotti.

En ese sentido, Tabacco indicó que el uso indiscriminado de antibióticos se agrupa en “dos grandes capítulos: uno es la resistencia bacteriana, que es un verdadero desafío a futuro porque las bacterias se van adaptando para poder sobrevivir a la acción de los antibióticos y van apareciendo cepas cada vez más resistentes que son un problema muy serio, pero otro no tan conocido es el impacto que ejercen sobre la microbiota intestinal, que es un verdadero ecosistema dentro de nuestro intestino”.

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Ante un mal uso de antibióticos, todo este “conglomerado de bacterias y hongos que realmente conviven dentro de nuestro intestino y nos permiten digerir y absorber vitaminas de los alimentos, además de ejercer un rol protector para el ingreso de gérmenes nocivos, se ve afectado. Esto es importante en los adultos, pero es mucho más importante en los primeros momentos de la vida porque el tipo de microbiota que desarrolla un bebé recién nacido, que depende del modo de nacimiento y de la lactancia materna, es la que ayudará al bebé a desarrollar todas sus defensas y a tener menos complicaciones inmunológicas en el futuro”, dijo Tabacco.

La microbiota es como un ecosistema conformado por distintas bacterias que permiten una mejor asimilación de los nutrientes que recibimos de los alimentos, pero además tiene un rol esencial en el sistema inmunológico / SPENCER PHILLIPS / EMBL-EBI
La microbiota es como un ecosistema conformado por distintas bacterias que permiten una mejor asimilación de los nutrientes que recibimos de los alimentos, pero además tiene un rol esencial en el sistema inmunológico / SPENCER PHILLIPS / EMBL-EBI

Giannotti indicó, además, que los riesgos sobre este comportamiento y añadió: “El uso de antibióticos a corta edad afecta a la microbiota y todo el sistema inmune se puede ver alterado, sobre todo en etapas tempranas de la vida. Por ende, es contraproducente. Y el uso innecesario de antibióticos puede generar que determinadas infecciones solapen a otras, que tal vez son de mayor atención o cuidado. Con lo cual el impacto es hoy y ahora”.

“Además, el uso indiscriminado de antibióticos puede llevar a que cada día se necesiten diferentes tipos de antibióticos para atacar infecciones que uno consideraba como banales”, agregó Giannotti, mientras que Tabacco completó: “Hay prácticas en neonatología que son muy necesarias y que sabemos que en el prematuro perjudican a la microbiota intestinal, pero una vez que la microbiota está instalada debemos entender que cada vez que damos un antibiótico estamos agrediendo estas bacterias”.

Para los expertos es esencial que los adultos comprendan las diferencias y no sientan que al irse de una consulta con un profesional sin un antibiótico fueron mal atendidos / (Getty)
Para los expertos es esencial que los adultos comprendan las diferencias y no sientan que al irse de una consulta con un profesional sin un antibiótico fueron mal atendidos / (Getty)

De todos modos, el ex presidente de la SAP advirtió que estas bacterias presentes en el intestino “afortunadamente son bastante resilientes y se mantienen en equilibrio, pero muchas veces perjudicamos este equilibrio y está demostrado que predispone al desarrollo de enfermedades posteriores”.

“Por ejemplo - continuó Tabacco-, cuando se hace un mal uso en los primeros dos años de vida, aumenta la posibilidad de desarrollar obesidad en etapas posteriores porque la microbiota también participa en la maduración metabólica del niño”.

Situaciones puntuales y de menor espectro: las claves del uso de los antibióticos

Es común escuchar, aún en la actualidad, que alguien fue medicado con un antibiótico de amplio espectro. Existe un gran abanico de fármacos con estas características y algunos de los nombres de estas drogas son hasta de uso popular. Sin embargo, su utilización impacta directamente en el organismo.

Microbiota: así lucen, gracias a una recreación digital, las bacterias que viven dentro del organismo y que son esenciales para tener una buena salud / Thom Leach, Amoeba Studios
Microbiota: así lucen, gracias a una recreación digital, las bacterias que viven dentro del organismo y que son esenciales para tener una buena salud / Thom Leach, Amoeba Studios

“Los antibióticos de amplio espectro cubren varios o diferentes gérmenes que responden a un antibiótico común. Por ejemplo, frente una otitis media aguda que tiene indicación de recibir un antibiótico, hay gérmenes que cubren muy bien todo lo que es el aparato respiratorio. Entonces, si hay una sinusitis o una faringitis o una otitis, el mismo antibiótico es efectivo sobre todas las infecciones respiratorias agudas”, explicó Giannotti.

En resumidas cuentas, ante una bacteria que puede atacar sobre varios puntos del sistema respiratorio (por poner un ejemplo), se indica un antibiótico que ataque a ese germen y, además, se evita su propagación. En este caso, el uso de este fármaco es correcto, pero existen situaciones que no ameritan la administración de estos medicamentos y eso es decisión del profesional.

“Los pediatras tenemos que ser muy cuidadosos al momento de utilizar antibióticos, entendiendo que hay que usarlos solamente para las infecciones bacterianas, por el menor tiempo posible, cuando es imprescindible y usar los del menor espectro posible”, resaltó el extitular de la SAP. Al tiempo que señaló: “Debemos ser muy precisos sobre qué bacterias queremos tratar y utilizar el mejor antibiótico para esa bacteria”.

El mal uso de los antibióticos durante los primeros dos años de vida puede provocar secuelas que pueden extenderse en el tiempo / Getty
El mal uso de los antibióticos durante los primeros dos años de vida puede provocar secuelas que pueden extenderse en el tiempo / Getty

En tanto, Giannotti añadió: “También es importante mencionar el punto de vista social. Muchas veces, los padres se ponen un poco demandantes a la hora de querer recibir un antibiótico porque creen que es la única solución para que el cuadro infeccioso revierta y la mayoría de las veces no es así. Por eso es importante que los padres escuchen al profesional que se formó, más allá de poder evacuar todas las dudas y participar en las decisiones”.

“Cuando un profesional no da un antibiótico es porque considera que la infección es autolimitada o de origen viral y que por tal motivo no tiene indicación de antibióticos. Es como decirle a un arquitecto que está haciendo una casa dónde poner una columna, la casa se va a caer porque no tenemos el conocimiento. Bueno, eso mismo pasa en una guardia cuando se le pide a un profesional que dé un antibiótico porque el chico no se mejora”, indicó Giannotti.

Pero también, en palabras del experto, “el profesional tiene que trabajar mucho, porque algunos, ya sea por desconocimiento o exigencia familiar, que por suerte son las menos, termina indicando un antibiótico innecesariamente. Creo que hay que trabajar desde los dos lados”.

Ambos pediatras aclararon que, dentro de las instituciones sanitarias y cuando los cuadros lo ameritan, el uso de antibióticos está indicado / (Getty Images)
Ambos pediatras aclararon que, dentro de las instituciones sanitarias y cuando los cuadros lo ameritan, el uso de antibióticos está indicado / (Getty Images)

“Otro mensaje importante es para la población en general y es evitar la automedicación. La mayor parte de los procesos, fundamentalmente los respiratorios y digestivos que son de los que se enferman los chicos, son virales y que no necesitan antibióticos”, añadió Tabacco. Y completó: “Los antibióticos son, realmente, una herramienta terapéutica fundamental, pero también tienen su riesgo, que tiene que ver con la resistencia multibacteriana”.

Un cambio de mentalidad que puede traer muchos beneficios en el corto plazo

Ambos pediatras señalaron la importancia de que, por más que se conozca la función fundamental que tuvieron y aún tienen los antibióticos, es necesario tener en cuenta que no todo se trata con estos fármacos. Los virus, que son responsables de gripe, COVID y sarampión, por poner algunos ejemplos, cuentan con vacunas y es de suma importancia completar los esquemas de vacunación.

En cuanto a las bacterias, quien decide el mejor tratamiento es el médico. “Los efectos perjudiciales que ejercen los antibióticos sobre la microbiota, o sea las bacterias saludables dentro de nuestro intestino que nos ayudan a una mejor salud en general, en los chicos son fundamentales porque afectan su desarrollo inmunológico y programación metabólica. Esta es una ventana de oportunidad para cuidar mucho a la microbiota y su metabolismo, porque los van a acompañar toda la vida”, concluyó Tabacco.

“Me parece importante concientizar a la población de no querer siempre recibir un antibiótico y no sentir que si uno se va de una guardia o de un consultorio sin antibióticos fue mal atendido o no fue cuidado. Como profesionales, justamente, al no dárselo innecesariamente estamos cuidando al paciente, su entorno y toda la sociedad. Tal vez esto no lo vean con el vecino o en su casa ahora, pero lo vemos con los pacientes que están internados con cuadros severos por gérmenes multirresistentes que necesitan una combinación muy compleja de antibióticos para dar respuesta a una infección que, tal vez hace 10 o 20 años atrás, se hubieran tratado con un solo antibiótico”, finalizó Giannotti.

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